El director técnico de Aucas, César Farías, le dió una exclusiva a Ecuagol en una semana donde aún resuena la victoria sobre el 9 de Octubre del fin de semana, en la sexta fecha de la segunda etapa, en la que su equipo se mantiene líder.
- ¿Puede salir campeón este Aucas?
- Estamos trabajando para eso. Tenemos los pies sobre la tierra, pero también somos conscientes que ganamos un partido para campeonar, ante 9 de Octubre, en una cancha muy difícil. Esta vez, demostramos hombría y convencimiento. En el vestuario, hay experiencia y mira a los ojos de los futbolistas y veo ilusiones. Ahora tendremos que saber jugar con la presión. Somos el equipo menos goleado y que más marcó, mejoramos mucho de visitante. Son todas cosas que permiten ilusionarnos.
- Hablaste de los egos. Y en el plantel, tienes jugadores de mucho renombre. ¿Cómo manejas eso?
- Tenemos dos grandes arqueros, una defensa que sobresale, al goleador de la Liga, una gran variedad. Hay futbolistas de clase como Figueroa, Quiñónez. Pero está el poder de tener calidad de pensamiento, nobleza hacia el equipo, que todos tenemos que sumar para lograr el objetivo de ser campeón. Eso pasa por entendernos y respetarnos. Cuando pasa eso, se genera una sana competencia y una mística. No obstante, si se pierde la línea de trabajo y la humildad, si nuestros jugadores dejan de sentir admiración entre ellos, no vamos a conseguir el objetivo. Esto acaba en la fecha 15. Venimos trabajando de manera correcta y veo un carácter ganador. Pero hay que cuidarlo y tener charlar semanales para no salirnos de eje.
- Nombraste la palabra mística, que en el fútbol es muy fuerte. ¿Este equipo la tiene?
- Hoy la tenemos. Podemos competir tranquilamente con equipos de Sudamérica de la misma forma que lo hacemos en la Liga. Le hemos ganado al Barcelona que hace no mucho fue semifinalista de la Libertadores, goleamos a Independiente del Valle. Tenemos que conservar esa mística. Eso se logra con respecto interno del plantel y no puedo olvidarme de la parte dirigencial, con el presidente Danny Walker a la cabeza.
- En tu cuerpo técnico está Sixto Vizuete, alguien de mucho renombre para quizás ser un asistente. ¿Por qué sumas a alguien con tanta experiencia?
- Yo lo llevé a él en su momento para que dirija la Sub 20 de Bolivia. En su momento, aprendí del fútbol brasileño esas cosas: en su momento, Parreira era el entrenador y Zagallo sus asistente. Y así varios casos más en la selección. Yo siempre trabajé y dejé los egos de lado. Y con Sixto me pasa que es alguien que puede aportarme mucho. Como dicen en Estados Unidos, yo no quiero “un yes men” a mi lado. Necesito de gente que me pueda dar otra perspectiva. Los egos pueden existir, pero no te tiene que gobernar el ego.
- Dirigiste en India, México, Paraguay, Bolivia, Venezuela y ahora te toca en Ecuador. ¿Cuál es la clave para adaptarte a diferentes escenarios?
- Primero que nada, uno trata de ser un especialista. Más allá de la cantidad de horas de preparación, es necesario tener una visión generalista que te permite transpolar aspectos de otros deportes para desarrollar en tus grupos de trabajos. A mí me pasó en India: dirigía un equipo con diez extranjeros, muchos de ellos con un gran renombre, como Samuel Eto'o, Simão Sabrosa, entre otros. Ellos tenían un tremendo nivel de formación y en el mismo equipo teníamos jugadores casi amateurs. En un momento de una práctica, tuve que pararla y decirles: que el resto de los jugadores necesitaban de sus consejos, que no podían entrenar a su ritmo y lo entendieron.
- Por último, dada tu experiencia ¿Cómo ves a la Selección de Ecuador?
- Muy bien. El jugador ecuatoriano tiene mucho talento y está considerado en Europa. Y la Selección consiguió un entrenador como Alfaro que le pudo dar estabilidad y una muy buena renovación. A esta generación le quedan tres mundiales por delante y mucho talento. No es casualidad que ligas como la inglesa llevan, por ejemplo, a un Estupiñán. A nivel clubes, están compitiendo y muchos ya consideran que la Liga de Ecuador es la tercera de Sudamérica en importancia.