Jonatan Bauman, delantero del sorprendente Mushuc Runa e inesperado goleador de la LigaPro, habló en exclusiva con ESPN.com. Repasamos su carrera profesional en tres continentes, analizamos su gran presente en el fútbol ecuatoriano y conversamos sobre sus ilusiones para el futuro.
-Llevas 12 goles en esta 1ra fase, eres goleador del torneo en el equipo revelación ¿A qué crees que se debe este gran momento tuyo?
-La edad y tantos años jugando me han dado madurez, mucho crecimiento. Haber tenido experiencia en distintos países me ha enriquecido y por eso hoy, en Mushuc Runa, encuentro el mejor momento de mi carrera.
-Jugaste en ligas de Europa, Asia y América, ¿Qué distingue al fútbol de cada una de esas regiones?
-En Grecia el juego es más físico, ordenado. En Asia es un fútbol más dinámico, no con tanta estrategia. Muy del momento, con jugadas espontáneas. Es así porque no les enseñaron en inferiores. En la táctica y en esos detalles es donde fallan. Pero el fútbol es muy intenso. Corren 120 minutos y es muy difícil adaptarse porque son muy ágiles, rápidos, livianitos. El argentino hace la diferencia con las mañas, con la inteligencia, con los conceptos que aprendió de chico.
-¿Qué te dejó cada uno de esos lugares en los que estuviste?
-Crecí mucho en la capacidad de adaptación. Me fui adaptando a distintas culturas, la griega, la malaya, la indonesa, son todas diferentes. Distintas comidas, idiomas. Y sobrevivir a cosas que no tenemos en el día a día en Argentina: Tomar un mate con un amigo, las concentraciones, la hinchada. Creo que todo eso me fue enriqueciendo como persona porque absorbí muchas cosas positivas y de las negativas también aprendí mucho.
-¿Cómo era la convivencia en el vestuario con culturas tan diferentes?
-A eso iba con la adaptación. Como somos los argentinos de reunirnos, de compartir el mate antes de entrenar, los viajes... fue muy difícil. En Grecia eran muy fríos, yo no hablaba inglés, me sentí un poco abandonado. En indonesia empecé a compartir con un serbio y un coreano, aprendí inglés con ellos. Generé una linda amistad, loca. Eso es lo lindo que me dio el fútbol, enriquecerme en culturas, idiomas.
-¿Adoptaste alguna comida exótica?
-Hay una comida en Indonesia que se llama Nasi Goreng, que es arroz frito con verduras, no es muy saludable, pero es muy rica. Y muy común para ellos, para el desayuno, para el almuerzo. Esa receta me la guardé. Acá en Ecuador el encebollado me gusta mucho. Y el tapao arrecho. La comida de Ecuador es muy rica y muy sana, la estoy disfrutando también.
-Antes de llegar a Ecuador, ¿le preguntaste a Michael Hoyos por el fútbol ecuatoriano?
-Con Michael tenemos una linda amistad, nos conocemos del sub20 de Argentina. Hablamos de vez en cuando, nos deseamos siempre lo mejor porque es un gran jugador y una gran persona. Pregunté por varios lados, necesitaba interiorizarme, saber bien cómo era el día a día, cómo era el club, y me dieron muy buenas referencias, asi que no dudé porque tenía muchas ganas de venir a jugar a Ecuador, un equipo de Sudamérica. Estoy muy contento de haber llegado a Mushuc Runa.
-¿Qué te contaron de Mushuc Runa y qué aprendiste en Ambato?
-Que es un club con cultura indígena, eso es lo más particular. Creo que es el único club así. Tienen comidas muy sanas, muy ricas. Son educados. Un poco sumisos, pero educados y nos tratan muy bien.
-¿Te costó mucho adaptarte a vivir en la altura?
-Los primeros 20 días fueron durísimos. Me costó muchísimo. Me agitaba, en los entrenamientos no tenía la misma resistencia. Pensaba que iba a ser todo el año así y que no iba a poder aguantar, que iba a ser un desastre. Pasaron 20 días y me empecé a sentir bien, cada vez mejor. Gracias a Dios me adapté muy bien. Cuando bajas al llano tenés más resistencia. Esa es la dificultad que tiene el fútbol ecuatoriano: los cambios de clima, la altura, y eso a su vez lo hace tan lindo.
-Esta es tu temporada con más goles, ¿Se te hizo fácil jugar en Ecuador?
-Hacer goles es difícil en todos lados. La madurez, la inteligencia que fui adquiriendo en todos estos años me ayudó a tener mejores movimientos, a intuir mejor en el área. Y los compañeros de mucha jerarquía que tengo al lado, pude aprovechar sus asistencias.
-¿Ahora desde adentro, cómo evaluás al fútbol ecuatoriano?
-Están en pleno crecimiento. Es un fútbol rápido, potente, pero también tiene desconcentraciones. El torneo es muy parejo. Los grandes no le sacan 5 o 6 goles de diferencia a los demás. A Muchuc Runa lo daban como el próximo descendido y peleamos el campeonato hasta las últimas fechas. Ya no existen las diferencias que podía haber hace 10 años, igual que en Argentina. El fútbol está parejo en todos lados, todos entrenan y se alimentan de la misma manera. La diferencia está en los detalles, en la jerarquía.
-¿Consideraste nacionalizarte como hicieron otros jugadores?
-No ocupar plaza de extranjero te abre muchas oportunidades. También, uno se encariña con el trato de los ecuatorianos. Nunca sentí diferencias por ser extranjero. Siempre te tratan muy bien, te reciben muy bien, y eso para cualquier ser humano es muy lindo.
-¿Y la chance de jugar a nivel selección también te genera ilusión?
-Sí, me ilusiona. Como jugador porfesional uno quiere jugar cosas internacionales, Eliminatorias, Copa América, Mundiales. Al Kitu Díaz le ha pasado que demostrando todo su fútbol hoy en día le toca ser parte de la Tri. Se vienen haciendo las cosas muy bien en la Selección. Alfaro le ha cambiado la cara, la gente está muy ilusionada. En mi caso no lo veo como algo muy cercano pero, si algún día se da, bienvenido sea; con mucha felicidad.