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Gabriel Di Noia, en exclusiva con ESPN.com: "Me hubiera encantado que me ofrecieran seguir como DT de Liga de Quito"

Gabriel Di Noia pudo hacer algo que muy pocos a lo largo del tiempo han podido lograr, dirigir a un equipo grande y sacarlo campeón, y eso hizo el técnico argentino en Liga de Quito, quien esta semana anunció su salida del club y dialogó en exclusiva con ESPN.com.

Solamente 11 entrenadores al frente de Liga de Quito en poco más de 50 años pudieron levantar un trofeo, Di Noia fue uno, y tras haberlo conseguido, y luego de un año y medio en la institución decidió no continuar.

Di Noia, de 39 años, casado y con una hija, lo meditó mucho y decidió poner en la balanza el hecho de trabajar en otro país hace 18 meses y sintió que era momento que había que hablar: “Yo tenía pautado hablar en junio de este año lo que hablamos en diciembre del 2020 sobre mi renovación y era un poco por esto, por los condicionantes. Si me quedo con algunas condiciones que podamos consensuar, en este caso con la persona que me solicitó renovar, que es el director deportivo de las formativas (Mauro Peralta) le dije: “¿Esto se puede? ¿Esto no se puede?” y uno de los acuerdos era hablar en junio”.

-¿Por qué decidiste dar un paso al costado?
-Lo que me comunicaban a través del Director deportivo, era que el valor de mi trabajo económicamente tal vez podría ser un poco más, pero bueno, como cualquier consenso quería poder hablarlo en junio. Y después del campeonato, porque estuvimos mucho tiempo metidos en el camino de la Supercopa, me pareció que era momento para hablar con los dirigentes, y así lo hice. Después puse en la balanza el esfuerzo de mi familia, los 18 meses, lo que considero que puedo aportarle al club y que vale mi trabajo, y me pareció que tal vez en este momento los caminos no se cruzaban, y como cualquier trabajador entendí que no era el momento.

-¿Tuviste algún tipo de premio, reconocimiento económico, o bono por haber sido campeón?
- Al día de hoy por haber estado con el plantel de primera no tuve ningún plus. Ni por jugar, ni por ganar la copa. A mi me solicitaron que pueda hacerme cargo del plantel profesional, a la semana me comunicaron que iba a seguir hasta fin de mes, y sinceramente yo lo que necesitaba y quería era poder estar a la altura, demostrarle a los jugadores que quería convencerlos de una idea particular, muy firme, que siempre en 18 meses el club me pidió, que era ser protagonistas, proponer, ser un club grande, y mi desafío era ese, estar enfocado 100% en eso. Simplemente me queda una felicidad enorme del reconocimiento de los jugadores, del mío hacia ellos que lo hago público, esa es la medalla más importante para mí, lo que ellos demostraron públicamente hacia mi persona, y creo que esa gratitud no se va a comparar con nada. No hay plata que pague eso.

-¿Cuál es el balance de tu paso por el club?
- Fue un camino largo, pandemia incluida, donde intentamos siempre que los jugadores no dejen de entrenar. Fue altamente positivo. Siento que entrenan de otra manera, que tienen otra mentalidad hacia su carrea deportiva, hay otra educación deportiva, en la que nosotros hicimos mucho hincapié. Siempre intentando mostrarles caminos, que entiendan que la nutrición es buena, el descanso es bueno, por qué es importante saber a quién le paso el balón y por qué, y si lo hago a la pierna hábil, o si encaro para un lado o para el otro. Creo que es un balance altamente positivo y sobre todo en estos seis meses que vienen, si Liga sabe conducir ese camino, me parece que va a tener buenos jugadores, sin dudas.

- ¿Esperabas que te ofrecieran el cargo de técnico de primera?
- Me hubiera gustado, no reniego de eso. No creo que nadie te diga que no quiere aceptar dirigir el banco de Liga de Quito. Siempre que esté en carrera me encantaría dirigir la primera de Liga porque es un club muy grande de América y me parece que eso no tiene nada de malo.

-¿Cómo era el trato con Pablo Repetto?
- Con Pablo tuve una muy linda relación. Un tipo muy agradable para tratarlo en el día a día. Una persona muy futbolera. La realidad es que siempre tuvimos buen trato. Tengo la suerte de que él me ha reconocido que la relación ha sido muy abierta. Yo soy muy curioso, me gusta ir a ver cómo entrenan, preguntar… y de los dos lados siempre fuimos muy abiertos. Y he hablado con él también cuando me tocó dirigir en la Supercopa antes de que se vaya él. Y me dijo algo de un tipo futbolero: “Gabi quédate tranquilo porque yo sé muy bien, porque estuve en tu lugar y ojalá que aproveches la oportunidad, y ojalá que te la den”, me dijo. Y lo hago público porque lo valoro mucho. Yo le pude decir a la cara que como soy entrenador, lamento cuando un entrenador se queda sin trabajo, eso no está bueno para nadie. Quedarse sin trabajo no está bueno, pero ese recuerdo de Pablo me va a quedar para siempre porque me dijo: “Yo estuve en tu lugar”.

-¿Tuviste diálogo con Pablo Marini?
- A Pablo (Marini) tuve la suerte de verlo cuando llegó, yo ya casi yéndome, tuvimos una charla privada y también, otra persona muy futbolera, se dio cuenta de la situación, me deseó éxitos, y que ojalá encuentre club rápido, y que le había gustado lo que hice, y yo sé que él los partidos los vio, así que, que te lo diga un entrenador está bueno… muy bueno.

-¿Qué te dijeron los jugadores en el vestuario luego de la copa obtenida?
- Yo me llevo hermosos recuerdos. Adrián Gabbarini me explicó que tengo que valorar mucho lo que hicieron los jugadores. Y lo valoro de verdad, y realmente me lo llevo muy adentro y lo valoro aún más que la medalla que ganamos. Fue un microciclo de trabajo de un mes, no fue un interinato normal, y ese es el premio más grande que me llevo. Los jugadores han sido muy humildes, muy buenos, conmigo y con mi grupo de trabajo y los sentí muy sinceros. Y la charla que tuve en el vestuario tienen un valor… Toda la vida escuché historias de fútbol que a mi me sensibilizaban de una manera muy especial, y pude vivirlas y es algo impagable. Y es hermoso. Cuando los jugadores te devuelven algo de todo lo que das y transmitís, está todo pago.

-¿Pudiste hablar con Franklin Salas sobre sus dichos en tu contra?
-No, con Franklin no he hablado desde la última vez que lo vi en el club
, cuando él era parte del cuerpo técnico de Pablo Repetto. En ese momento teníamos una relación cordial, de respeto. Entiendo que me preguntan por los dichos que él tuvo, no sé por qué lo habrá hecho. Siempre digo lo mismo: a Salas lo disfruté adentro de una cancha, porque vi su fútbol, me gustaba mucho ese Liga, él sabrá por qué lo dijo y la verdad que no me gustó. Tuve la suerte de dirigir y entrenar al hijo y creo que me conocían bien y es una lástima que te confundan de esa manera.

-¿Cómo te sentiste dirigiendo la final ante el Barcelona de Fabián Bustos que fue el verdugo Albo los últimos dos años?
-Jugar una final es hermoso. Además parece simple, pero es muy difícil llegar
. Lo viví muy bien, lo disfrtué mucho. Y sabiendo que del otro lado estaba el clásico rival fue muy lindo. Sobre Bustos no voy a hablar. Es un entrenador que hizo una carrera aquí, pero no tuve una buena experiencia en el partido con él, puedo decir tranquilamente que me parece que se equivocó. Sentí que me faltó el respeto y no creo merecerme eso. Antes de arrancar el partido yo fui a saludarlo y decirle que era un gusto, el resto queda dentro de la cancha, si quiere que lo cuente él, ojalá no falte a la verdad.

-¿Qué opinás sobre que Barcelona no haya recibido las medallas de subcampeón?
-Siempre hay que respetar al rival.
Lo había hablado con Gabbarini que fue nuestro capitán, que si nos tocaba perder no me hubiera perdonado nunca por los valores deportivos que me enseñaron de chico, no recibir la medalla. Pero no es polémica, simplemente aclaro lo que yo hubiese hecho.

-¿De qué tenes ganas ahora?
- Tengo ganas de conseguir una oportunidad que sea linda, desafiante, y que pueda como entrenador valorar lo que me ofrezca una institución y el club valorar lo que yo le dé. Hoy sin trabajo quiero volver a mi casa, a ver a mi familia, a mi mamá, a mis amigos.