BARCELONA -- El Barcelona cerró la temporada con una victoria en Australia, en un partido amistoso frente a una selección de la Liga local, el A-League All Stars, al que venció por 2-3 en un choque más que discreto y que, significando la despedida, se supone, de varios futbolistas, no dejó apenas nada para el recuerdo más allá de significar su primera presencia en el país, que le significó un beneficio de cinco millones de euros.
Ausentes varios futbolistas por diversos motivos, Xavi presentó un once de circunstancias formado por Marc-André ter Stegen, Dani Alves, Ronald Araújo, Samuel Umtiti, Alejandro Balde, Sergio Busquets, Álvaro Sanz, Gavi, Ousmane Dembélé, Adama Traoré y Luuk de Jong.
Durante la segunda mitad jugaron también el portero suplente Arnau Tenas, Ansu Fati, Jordi Alba, Frenkie de Jong, Pierre-Emerick Aubameyang, Jandro Orellana y Aranda, protagonista de la mejor jugada del partido que desembocó en el definitivo 2-3 que anotó Ansu.
El Barça se avanzó en el marcador por medio de Dembélé, en el que pudo ser su último partido de azulgrana, poco después de la media hora gracias a un disparo ajustado.
Así acabó la primera mitad, y en el comienzo de la segunda, para no perder la costumbre, sufrió un auténtico derrumbe recibiendo dos goles en cinco minutos por medio de Piscopo y Adama Traoré (el local) que aprovecharon sendos despistes terribles de la zaga y colocaron el 2-1 para los locales.
Empujado por Gavi, el mejor azulgrana del choque (precisamente el día en que fue noticia por los problemas que se adivinan en su renovación), el equipo de Xavi fue haciéndose dueño del control del juego, refrescado también por los cambios. Fue la entrada de Antonio Aranda y Aubameyang a la hora de partido la que le dio una nueva imagen. Adama Traoré igualó con un duro remate que, curiosamente, fue su última intervención como futbolista del Barça, puesto que fue inmediatamente sustituido por Ansu Fati (minuto 73).
Poco después una excelente jugada personal de Antonio Aranda, driblando hasta a tres jugadores locales, dejó el balón franco a Ansu Fati junto al punto de penalti para, en su primera intervención, anotar el 2-3 con que acabaría el encuentro y daría carpetazo a una temporada para olvidar.