El 1 de julio es una fecha especial para el madridismo, pues en ese día con diferencia de seis años se anunciaron dos fichajes históricos del conjunto blanco.
En 2003, el inglés David Beckham firmó por cuatro años con el conjunto merengue. Uno de los futbolistas más emblemáticos de aquel tiempo, seguido dentro y fuera del campo, se vistió de blanco portando el número 23.
El mediocampista, de privilegiado toque de balón y constante foco de la prensa rosa debido a su vida privada, ganó Supercopa en 2003 y LaLiga en la Temporada 2006-07, además de que fue parte de la llamada época de los ‘Galácticos’.
Posteriormente, el 1 de julio de 2009 y luego de muchos años de intentarlo y seguirle la pista, por fin el Madrid concretó la contratación de Cristiano Ronaldo, procedente del Manchester United.
El valor de la transacción fue de 80 millones de libras, lo que lo convirtió en el futbolista portugués más caro de la historia.
Cristiano ya era un futbolista de élite, pero al llegar a la ‘Casa Blanca’ escaló a la cima para forjar una década en la que palmo a palmo peleó con Leo Messi por ser el mejor jugador del planeta.
Anotó 311 goles en 292 partidos y ganó 15 títulos con el Real Madrid, y sin duda es uno de los futbolistas más importantes en la historia del considerado mejor club del mundo.