<
>

¿Quién puede impedir que Real Madrid gane todo esta temporada?

Es notable ver lo sereno y tranquilo que se muestra el Real Madrid, comparado con la turbulencia que enfrentan prácticamente todos sus rivales a nivel doméstico y europeo.

HELSINKI, Finlandia – El Real Madrid inicia su búsqueda por ganar seis trofeos en una sola temporada y es notable ver lo sereno y tranquilo que se muestra su panorama, comparado con la turbulencia que enfrentan prácticamente todos sus rivales a nivel doméstico y europeo. Su desafío arranca con la Supercopa de la UEFA, que se jugará aquí en Helsinki contra el campeón de la Europa League Eintracht Frankfurt; tomará vuelo con su primer encuentro en LaLiga (este fin de semana contra el recién ascendido Almeria) y seguirá su camino en Champions League, Copa del Rey, Supercopa de España y el Mundial de Clubes FIFA. El viaje finalmente terminará en junio próximo.

Oh, y también tenemos el asunto “menor” de un Mundial que disputará la mayoría de los jugadores de la Casa Blanca, colado entre los meses de noviembre y diciembre.

Pero lo mínimo que podemos pedir antes de patear furiosos el primer balón es que el club, la plantilla, su primer equipo y cuerpo técnico se encuentren en un estado de armonía, sed de triunfos y felicidad. Y así ha sido. Se han producido varias partidas (Marcelo, Gareth Bale, Luka Jovic, Isco); sin embargo, ninguno de sus jugadores importantes ha dejado la plantilla que conquistó España y Europa en la campaña pasada. Dos fichajes clave, inteligentes y tentativamente impactantes han llegado con Aurelien Tchouameni (primera opción como volante central de la selección de Francia, actual campeona del mundo) y en condición de agente libre Antonio Rudiger, un defensor ferozmente competitivo que tiene el hábito de ganar trofeos con su club y selección.

Esta imagen bucólica de su club le será aún más atractiva al Madrid y la legión de madridistas por partes iguales, en cuanto echen la mirada a un lado para contemplar el panorama de sus competidores en casa y toda Europa.

A nivel doméstico, el Barcelona es tentativamente un rival más complicado que el año pasado. No obstante, se encuentra inmerso en una batalla agotadora, humillante y con uñas y dientes, simplemente para inscribir sus nuevos fichajes ante LaLiga. Si logran hacerlo, el juego continúa. ¿Y si no? Ventaja para el Madrid. Sin embargo, otros clubes españoles tales como el Sevilla, Real Betis, Villarreal y Atletico Madrid no han logrado reforzar significativamente sus plantillas que el año pasado no estuvieron a la altura de los exigentes estándares impuestos por el Madrid.

En Inglaterra, el Chelsea es evidentemente más débil, tanto dentro de su primer equipo como en su plantilla en general. Además, con un nuevo propietario por primera vez en dos décadas, emiten el penetrante aroma de la incertidumbre. No hay comparación este verano entre los Blues y la Casa Blanca.

El Liverpool sigue su marcha, aún formidable y ambicioso. Sin embargo, los Reds no querían perder a Sadio Mane. Y si bien Darwin Nuñez muestra cualidades notables, ésta será una temporada de gran aprendizaje y adaptación para él. Por su parte, Carlo Ancelotti no tiene que lidiar con ninguno de esos factores.

Es cierto que ahora el Manchester City tiene a Erling Haaland en la delantera, junto al apasionante Julian Alvarez y como resultado, pulverizarán frecuentemente a sus rivales. Pero el Chelsea les ganó en el mercado de fichajes, adquiriendo a su lateral izquierdo preferido (Marc Cucurella), mientras que las bajas de Raheem Sterling, Gabriel Jesus y Oleksandr Zinchenko se harán sentir, mientras que Bernardo Silva espera paciente para irse al Barcelona. Turbulencia pura.

Se puede argumentar que el Tottenham Hotspur tuvo el verano menos complicado entre los Cuatro Grandes de Inglaterra… pero seamos sinceros: ¿realmente tienen nivel suficiente para derrocar a los campeones de Europa? Mientras tanto, ningún campeón de Serie A ha demostrado ser un rival serio del Madrid en Champions en años recientes, y ninguno de los grandes clubes de Italia ha logrado reforzarse este verano como para convertirse en seria amenaza.

El Bayern Munich es el Bayern. Son orgullosos, están bien estructurados, bien entrenados y representan peligro si los subestiman. A pesar de ello, han demostrado cuánto temían perder a Robert Lewandowski, considerando la ferocidad de sus intentos para aferrarse a él. Y todos fracasaron. En una larga temporada, sufrirán la ausencia del polaco.

El Frankfurt, rival del Madrid en una Supercopa de la UEFA que Ancelotti ha dejado muy en claro que está decidido a ganar, dijo adiós a su técnico líder espiritual, el favorito de la afición Martin Hinteregger, está sometido a serias presiones de la Juventus para permitir que su destacado extremo serbio Filip Kostic cambie de club y fue humillado jugando de local a manos del Bayern, que lo goleó 6-1 el pasado fin de semana (con repetición disponible por ESPN+ en Estados Unidos y Star+ en Suramérica). El Madrid no ha tenido que sufrir degradaciones similares.

Ese proceso de sustracción, en cuanto a lo que respecta a rivales serios, nos deja con el Paris Saint-Germain.

Los campeones de Francia acaban de cesantear a otro técnico (algo similar a decir que septiembre viene después de agosto), junto con su director deportivo. Por ello, este verano hay mucho que “conocer” dentro de un club con tres súper delanteros (Neymar, Lionel Messi, Kylian Mbappe) que estarán mucho más concentrados en ganar la Copa del Mundo que la Ligue 1 o la Champions.

Sin embargo, y éste es el único nubarrón en el cielo del Madrid, el PSG sigue ostentando la presencia de ese fenómeno absoluto que es Mbappé. Cierto, sus goles en el Parc des Princes y el Bernabéu no bastaron para que el PSG eliminara al Madrid de la pasada edición de la Champions; aunque hablamos de un jugador que todos en el Madrid, desde el presidente Florentino Pérez, pasando por Luka Modric, Karim Benzema y, más importante, Ancelotti, esperaban categóricamente que jugara vistiendo la mundialmente famosa camiseta blanca y ayudara a impulsar el histórico segundo doblete consecutivo de títulos de LaLiga y Champions League esta temporada.

Recientemente, Modric habló sobre la situación con los medios croatas. “Mbappé tenía todo el derecho de tomar su decisión, pero ahora tiene que vivir con ella. Todos creíamos que vendría al Madrid, pero finalmente no fue así. Entonces, ¿ahora qué? ¡No podemos crucificarlo por ello! Es un gran jugador, pero siempre digo: no hay nadie más importante que el club. El Madrid está por encima de cualquiera y de todos”.

Por favor, no se confundan sobre el significado de la frase anterior. No se trata de que el Madrid caerá en el foso de la depresión, sin confianza en sí mismo, o que se sienta avergonzado por la decisión de Mbappé de quedarse en París en vez de irse a los campeones de Europa mediante una transacción gratuita, luego de un proceso largo, agotador y de alto perfil mediático. Nada que ver. Sin embargo, su ausencia podría ser un factor importante en la forma como el plantel de Ancelotti enfrente sus posibilidades de alcanzar un santo grial (sólo acariciado por Barça y Bayern) de un tentativo sextete.

Mbappé no habría sido simplemente un fichaje “galáctico”, en el cual el mejor jugador del mundo ficharía por el Madrid con la finalidad de sumar brillo y resplandor en el mercadeo mundial, o agregar millones de seguidores a los que el club podría vender mercancía. No: hablamos de un joven de 23 años sumamente talentoso, que aún no ha llegado a la plenitud de su carrera y que aporta mucho más que un gol por partido en Ligue 1 y Champions (sumando tantos y asistencias). Son 252 goles o asistencias en 236 encuentros (uno cada 84 minutos). Increíble.

De todos modos, el Madrid no ha hecho absolutamente nada por intentar reemplazar la enorme producción goleadora que han buscado en los últimos tres años; ahorrando, planificando y pensando en desencadenar. A menos que tengan un “as” bajo la manga en el mercado de fichajes, será fascinante ver cómo la decisión de Mbappé afecta a lo que Ancelotti y su cuerpo técnico planificaba estratégicamente.

Todo se trata de la reacción del Madrid.

De hecho, el técnico italiano ha afirmado que su plantilla “está cerrada”. Ya veremos. Pero eso significa que, si la Casa Blanca va a emular, o superar, las hazañas heroicas de su temporada pasada, será ultra dependientes de cuatro factores: Benzema, Vinicius, Rodrygo y la abrumadoramente competitiva actitud que los llevó a convertirse en campeones de España y Europa.

Modric prosiguió: “Cuando juegas para este club, después de cada trofeo inmediatamente piensas: ‘¿cómo ganamos el próximo?’ Durante las celebraciones en París, cada uno de nosotros comenzó a decir: ‘A partir de mañana...’ Todos empezábamos a trabajar para ganar la Decimoquinta Champions, como si eso fuera algo ‘normal’. Pero esa no es una actitud que se pueda adoptar: tiene que estar en tu ADN”.

El mes pasado, Lucas Vasquez expresó algo similar al Diario AS de Madrid. “Nuestro secreto es nuestra mentalidad Madrid. Nunca nos rendimos, nunca nos dimos por vencidos hasta el pitazo final, todos vamos juntos pase lo que pase. Todos sabemos que, ante cualquier cosa que enfrentemos, podemos remontar en un instante. Suena a cliché, pero es lo que hacemos”.

En el torneo anterior, Benzema (que cumplirá 35 años en diciembre próximo) sumó 50 tantos entre club y selección. Adicionalmente, fue el jugador ‘¡Eureka!’ del Madrid. Cuando era necesario, aportó genialidad futbolística. Vinicius se convirtió en un jugador crucial, no sólo creativo. Rodrygo terminó la campaña produciendo tanta magia que se sintió con méritos suficientes, no sólo para quejarse con Ancelotti por haberle puesto en la banca en el partido contra el Liverpool, sino también para contar la anécdota a la prensa brasileña.

Lucas Vásquez cree que Benzema (34 años) y Modric (36) representan un cambio sísmico dentro del fútbol de élite.

“Son ejemplo, no sólo para el Madrid, sino para todo el mundo. Corren tanto o más que nadie en nuestros partidos. ¿Quién podía imaginarse a Luka manejando nuestro mediocampo con 36 años, jugando mejor fútbol ahora que cuando llegó del Tottenham? ¿Quién pudo haber pronosticado que Karim sería Pichichi de LaLiga, que marcaría 44 goles con su club a los 34 años, además, jugando mejor fútbol que cuando tenía 29?”

También tenemos que calibrar el efecto Antonio Pintus. El italiano de 59 años es reconocido por la presión bestial que imparte sobre el trabajo de acondicionamiento físico de los jugadores. Pero hay que tomar en cuenta lo siguiente: ningún otro equipo en las Grandes Ligas de Europa marcó más goles a última hora (los 15 minutos finales de un partido) que el Madrid. Asombroso, considerando su rango etario.

Entonces todo el proceso, restando a Mbappé y la ventaja enfática que les pudo haber dado, sin haber hecho fichajes para sustituir lo que el Madrid pensaba adquirir, vuelve a empezar.

Le daré la última palabra a Lucas Vázquez: “Desde el momento que empezamos la pretemporada, ha estado en nuestras mentes: ‘Ganar la Supercopa de Europa, ganar LaLiga, ganar la Champions, ganar la Supercopa de España, ganar la Copa del Rey, ganar el Mundial de Clubes. ¡Ganarlo todo!’”

¿Podrán lograrlo?