El desencuentro personal entre Jesús Martínez (Pachuca) y Alejandro Irarragorri (Orlegi) viene de 2017, momento en que se acabó la buena sintonía existente entre ambos gestores debido a un choque motivado por el reparto de los derechos televisivos de la Selección Mexicana.Los nuevos propietarios del Real Oviedo y del Real Sporting, los grupos mexicanos Pachuca y Orlegi, respectivamente, se enfrentarán por primera vez en el fútbol español. Ambos grupos aterrizaron este verano en el accionariado de los clubes asturianos, que ya de por sí mantienen una de las rivalidades más marcadas del fútbol español, y, aunque se enfrentan constantemente en la Liga MX -Atlas (Orlegi) y Pachuca y León (Pachuca)-, lo cierto es que esta rivalidad entre grupos aún no se había trasladado al fútbol español. El desencuentro personal entre Jesús Martínez (Pachuca) y Alejandro Irarragorri (Orlegi) viene de 2017, momento en que se acabó la buena sintonía existente entre ambos gestores debido a un choque motivado por el reparto de los derechos televisivos de la Selección de México. Ese primer enfrentamiento entre ambos se reprodujo de nuevo tres años después, en 2020, cuando en tiempos de pandemia Martínez e Irarragorri volvieron a discutir por la forma en la que debía resolverse la competición: Pachuca abogó por mantener el descenso y Orlegi acabó siendo el precursor de su desaparición. Dos años después, y tras varios cruces de declaraciones en los medios aztecas, Irarragorri acabó comprando el Sporting tras un primer acercamiento fallido al Zaragoza, y Martínez, por su parte, le compró la mayor parte de sus acciones del Oviedo a su amigo Arturo Elías (Grupo Carso), al que recomendó en su día -2012- salvar a la entidad azul, en riesgo de desaparición. Ahora, con el mexicano Martín Pelaéz al frente del conjunto oviedista y con David Guerra como presidente ejecutivo del equipo rojiblanco, se volverá a reeditar ese duelo en tierras asturianas y de manera diferente: la semana ha sido un llamamiento constante a la cordialidad por parte de ambas instituciones y no habrá cruce entre ambos, porque ninguno estará en el palco del Tartiere. "Las relaciones con Pachuca seguirán siendo distantes porque tenemos formas distintas de ver las cosas, pero tenemos en común la idea de construir a través del fútbol: de nuestra parte la mayor de las cordialidades, porque las historias del pasado se quedan en el pasado y en la cancha cada uno que luche lo suyo", recalcó Irarragorri al poco de llegar a Gijón. Martínez no se salió tampoco de ese guión después de afirmar que "ambos grupos construyen por y para el fútbol, pero cada uno desde su visión, muy diferente a la del otro". "En Pachuca tenemos un modelo completamente distinto, porque para nosotros el impacto social, cultural, educativo y de la salud es muy importante, al margen de todo lo que tiene que ver con lo deportivo", apostilló también en sus primeros días al frente del equipo carbayón. Aunque atenuada ahora por la cordialidad institucional que se respira en el Principado, esa rivalidad personal se verá en un nuevo duelo al que el Oviedo llega reforzado tras pasar un fuerte bache en el arranque de la competición, fase en la que Martínez cortó por lo sano la crisis de puntos destituyendo al técnico, Jon Pérez Bolo, y al director deportivo, azul Tito Blanco. Irarragorri, por su parte, no ha tenido que acometer grandes cambios en lo deportivo pero sí que ha renovado la práctica totalidad de los puestos directivos, algo que no se ha traducido en un Sporting regular tampoco ya que los rojiblancos llevan solo una victoria en las últimas nueve jornadas de liga.
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