Mejor futbolista de la Copa América, James Rodríguez estaba llamado a ser el crack indiscutible de un Rayo Vallecano por el que pasó en silencio.
BARCELONA -- El Rayo Vallecano cierra este lunes la jornada 23 de una Liga que puede, sorprendentemente, volver a encumbrar al Barcelona en lo alto de la clasificación si derrota en el estadio de Montjuïc al cuadro madrileño, que acude al choque presentando los mejores números de su historia en el campeonato... Sin la presencia del que se suponía en agosto futbolista referencia del equipo. Sin James Rodríguez.
Una crónica de lo que pudo ser y no fue. El 13 de enero el club madrileño comunicó la salida del astro colombiano con destino al Club León sin que llegasen a cumplirse cinco meses desde que el 26 de agosto se anunciara su aterrizaje en el club.
Llegó como líder a Vallecas y destinado a ser clave en los planes de Íñigo Pérez, pero de inmediato se descubrió que su aventura estaba apadrinada por el presidente del club, sin que el entrenador hubiera pedido su fichaje. De hecho, sin que contase con él, como muy pronto se demostró.
James apenas sumó 203 minutos repartidos en siete partidos con el Rayo, seis de Liga y uno de Copa. Fue titular en dos de ellos, sin completar ninguno, y su impacto en el equipo fue mínimo, muy alejado del que se suponía cuando fichó semanas después de ser proclamado mejor futbolista de la Copa América 2024.
Hoy, un mes después de su salida y cuando ya se superaron los dos meses desde su última aparición con el Rayo, el 4 de diciembre en Salamanca, nadie en el club recuerda y menos aún añora a un futbolista de tan indiscutible calidad y brillantez como inadaptado se mostró en el humilde club madrileño.
Desde aquel cuatro de diciembre James apenas fue convocado una vez más (ante el Valencia tres días después) y desapareció del escenario hasta concretarse la rescisión de su contrato. Su invisibilidad coincidió, de hecho, con el mejor momento de un Rayo que lleva enlazadas nueve jornadas de Liga sin conocer la derrota (lo nunca visto en la historia del club en Primera División) y que se ha ganado el derecho a soñar con jugar la próxima temporada en Europa.
Hablar de James Rodríguez es hacerlo de una carrera soberbia, una figura indiscutible con un juego magnífico y que, sin duda, pasará a la historia del futbol colombiano... Pero que en el Rayo Vallecano no dejó huella de ningún tipo.