El partido entre Levante y Barcelona en el Ciutat de Valencia tuvo una acción controvertida en el cierre de la primera parte. En tiempo de descuento, el árbitro Hernández Hernández sancionó un penal a favor de Levante tras revisar una jugada con intervención del VAR.
La acción se produjo en una contra rápida del equipo local. Tras un primer despeje de Alejandro Balde para evitar una ocasión de gol, la pelota quedó nuevamente en posesión de Levante y Morales remató a portería. El lateral azulgrana volvió a intervenir, desviando el disparo al córner. Sin embargo, desde la cabina del VAR, Jorge Figueroa Vázquez recomendó al árbitro principal revisar la jugada por un posible toque en el brazo del defensor de Barcelona.
Tras observar la repetición, Hernández Hernández consideró que la mano era sancionable y cobró penal. Morales ejecutó el disparo y convirtió el segundo gol de Levante, ampliando la ventaja en el marcador.
La decisión generó debate debido a la interpretación de la acción. Algunos sostienen que Balde estaba girando el cuerpo y tenía el brazo recogido en el momento del contacto, mientras que otros entienden que, de acuerdo con el reglamento vigente, el movimiento amplió el volumen corporal y justificó la sanción.