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El rival más temido en La Liga: La historia de Simeone contra Real Madrid

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Real Madrid aplastó al Levante 6-0 y lo envió al descenso (4:07)

Con triplete de Vinicius y goles de Ferland Mendy, Karim Benzema y Rodrygo, el Real Madrid se apuntó una aplastante victoria por 6-0 frente al Levante, que desciende para la próxima temporada. (4:07)

Desde que Diego Pablo Simeone se hizo cargo del Atlético Madrid, allá por diciembre de 2011, Real Madrid se convirtió en mucho más que el vecino millonario de la capital: pasó a ser el enemigo íntimo, el monstruo a vencer, la obsesión que late detrás de cada planteo, cada grito, cada abrazo rabioso con su cuerpo técnico.

En su libreta hay nombres, fechas, goles y cicatrices. Ningún rival lo marcó tanto, ninguno lo desafió tantas veces, ninguno lo hizo volverse a levantar tantas otras.

El del sábado, por la fecha 7 de LaLiga 2025-2026, será el 48° enfrentamiento oficial de Simeone como DT frente al Real Madrid. En los anteriores, el argentino firmó 12 victorias, 17 empates y 18 derrotas. Pero los números no dicen todo: porque en esa historia hay dos finales de Champions perdidas, un título de Copa del Rey ganado en el Bernabéu, ligas peleadas mano a mano y clásicos que se jugaron como si fuesen guerras.

Finales y gloria: cuando Simeone tocó el cielo ante Real Madrid

En mayo de 2013, Diego Simeone logró lo que parecía imposible: ganarle una final al Real Madrid en su propia casa. Fue en la Copa del Rey, con gol de João Miranda en el alargue. Aquella noche no fue solo un título: fue el quiebre de una era, el momento en que el Colchonero dejó de ser el que perdía partidos importantes para convertirse en un equipo que nadie quería enfrentar. Después llegaron la Supercopa de España 2014 y, sobre todo, la Liga 2013-14, ganada en el mismísimo Camp Nou con un empate que supo a epopeya.

Ese ciclo dorado tuvo al Madrid como testigo, y a veces como víctima. Simeone construyó su equipo con carácter, sudor y contragolpe. Lo hizo fuerte desde el dolor y competitivo desde el hambre. Y aunque los galácticos tenían más estrellas, el Cholo tenía convicción. En esas finales, en esos partidos decisivos, su sello fue claro: presión alta, defensa de hierro y delanteros que mataban de contra.

Heridas abiertas: Lisboa, Milán y el dolor eterno de Simeone con Atlético Madrid

Pero no todo fueron triunfos. También están Lisboa 2014 y Milán 2016, dos finales de Champions perdidas frente al Real Madrid. La primera, con el gol de Sergio Ramos en el 93’ y luego el 4-1 en tiempo extra. La segunda, en los penales, tras un empate agónico 1-1. Esos partidos no solo marcaron al Atlético Madrid, también marcaron a Simeone. Se le notó. En su rostro, en su cuerpo, en su discurso.

Años después, aún se le nota. Porque esas derrotas no fueron cualquiera: fueron oportunidades de cambiar la historia para siempre. Y aunque el Cholo transformó al club, esas noches le recordaron que a veces el destino también juega. Desde entonces, cada clásico contra el Madrid tiene algo de revancha personal. Como si todavía hubiera una cuenta sin saldar.

En casa, el Metropolitano como trinchera para Simeone

El Metropolitano no es solo un estadio para Atlético Madrid: es una fortaleza. Cuando juega de local ante Real Madrid, Simeone encontró allí momentos de gloria, partidos en los que el rugido de su gente se combina con estrategia precisa, coraje y, sobre todo, ganas inmensas.

Triunfos como el 3‑1 de septiembre de 2023 o el 1‑0 de mayo de 2022 quedan grabados en la memoria rojiblanca, porque representan algo más que tres puntos: son demostraciones de que frente al gigante también se puede.

Esas victorias locales no han sido casuales: muestran al Atlético siendo fiel a su identidad. Presión alta, transiciones, defensa compacta y aprovechar cada espacio que ofrece el Madrid en su búsqueda ofensiva.

Porque el Metropolitano no regala nada, y en esos partidos, la localía pesa. Simeone lo sabe: jugar en casa implica no solo atacar, sino soportar los embates del rival, resistir el desgaste psicológico, y explotar cada error contrario. En ese terreno, Atlético Madrid logró que el clásico se nivele, que el poderoso tropiece, que el público se lo crea.

La maldición del Bernabéu: un bastión imposible para Simeone

Aunque el sábado juega de local, Simeone sabe lo que es ganar en el Bernabéu. Lo hizo varias veces. Pero en LaLiga no lo consigue desde febrero de 2016, cuando Griezmann marcó el único gol de un triunfo inolvidable. Desde entonces, acumula empates y derrotas. El templo blanco se ha vuelto una trampa difícil de superar, un campo donde el Madrid siempre se siente cómodo y el Colchonero lucha contra sus propios fantasmas.

El Cholo lo ha intentado todo: líneas de cinco, presión alta, repliegue bajo, doble nueve. Pero nada alcanzó para romper el hechizo. Su historia pisando el césped de la Casa Blanca no fue del todo buena, y si bien ahora jugará en su estadio, es materia pendiente para el DT argentino empezar en futuros duelos torcer esta historia.

Simeone, el arquitecto de la resistencia ante Real Madrid

Más allá de los resultados, Simeone le dio a su equipo un carácter que no tenía, una forma de plantarse frente al poder, de mirarlo a los ojos sin miedo. Transformó a un club que miraba de abajo en uno que pelea, compite y molesta a todos, incluso al Madrid. Lo hizo a su modo: sin lujos, con alma. Con esa mezcla de líder, obrero y estratega que lo convierte en uno de los entrenadores más influyentes del siglo XXI.

Su ciclo ya superó los 700 partidos, múltiples títulos y generaciones de futbolistas. Y aunque muchos nombres pasaron, hay algo que no cambió: su mirada encendida cada vez que se cruza con el Real Madrid. Porque el derbi no es un partido más. Es la historia en carne viva.