A los 25 años, Julián Álvarez, autor de cinco goles en los dos últimos partidos de Atlético de Madrid, tres en el 3-2 a Rayo Vallecano y dos en el 5-2 sobre Real Madrid en el clásico de la capital, por LaLiga de España, dijo que redobla la apuesta. Campeón del Mundo y bicampeón de América con la Selección Argentina, el delantero no se quiere relajar y va por más, ahora en el 'Colchonero', dirigido por su compatriota Diego Simeone.
"Fue un día muy especial, sabíamos la importancia del partido por ser un derbi pero también porque necesitábamos los tres puntos en casa y recortarles a un equipo que estaba arriba", contó 'La Araña', en diálogo con su amigo Agustín Creevy, exjugador de Los Pumas, en su canal de 'YouTube', en una entrevista realizada en la casa del atacante de Atlético Madrid.
"Me siento cuidado, muy bien, feliz acá. Me han dado el espacio que quería y trabajo día a día para mejorar. La temporada es muy larga y hay que pensar en objetivos a largo plazo", destacó.
Creevy llegó a su casa para la entrevista y le dijo que le había dicho que le metería dos goles a Rayo Vallecano, cuando terminó haciendo un triplete. Y le pidió que hiciera un gol en el clásico contra Real Madrid, sin imaginarse que finalmente el 'Colchonero' ganaría por una goleada histórico y con doblete del delantero argentino surgido en River.
Consciente de todo lo que ganó a su corta edad, lo consultó por los nuevos desafíos en su carrera y Julián fue muy claro: "Quiero volver a repetir esas sensaciones de cuando uno gana títulos importantes, porque me quedan muchos años. Me acostumbré, digamos, a ganar y a nadie le gusta perder. Quiero seguir creciendo, ahora estoy en este club y quiero salir campeón con Atlético Madrid".
"Este cambio lo hice, al pasar de Manchester City para acá, de tomar un nuevo desafío personal. Quería un espacio mayor para desarrollarme y encontrar mi mejor versión acá. Quiero seguir bien y ganar títulos con esta camiseta", resaltó.
Contó que, cada vez que vuelve a Argentina, le gusta ir a Córdoba al oriundo de Calchín. "Siento un gran apoyo de toda mi familia, que ahora es grande. Ya desde chico mi mamá y mi papá me llevaban siempre, me acompañaban en todos los partidos. Ahora tengo la posibilidad de tenerlos cerca acá y disfruto con ellos", afirmó con la humildad que lo caracteriza.
Entre diversos temas, salió el de cómo se mueve en las concentraciones de la Albiceleste. "Desde el Mundial de Qatar, siempre en la Selección comparto la habitación con Enzo (Fernández). En la última doble fecha de las Eliminatorias, me preguntaron que quería hacer, ya que Enzo no fue por suspensión, y preferí quedarme solo en la habitación. Messi se concentraba con el 'Kun' Agüero y ahora ya duerme en una habitación solo. En las comidas, está la mesa predeterminada y cada uno ya tiene su lugar. Cuando hay citados nuevos, esperan para ubicarse, toman los asientos libres. En los colectivos también me siento junto con Enzo. Voy por el medio si es de un solo piso y si es doble me gusta ir en la primera fila de arriba, mirando de ahí hacia adelante", explicó.
Julián espera un hijo con su pareja, María Emilia Ferrero, y eso significa mucho en su vida: "Estoy tranquilo, pero hay algunas cosas que me dan un poco de miedo, normales, digamos... Te dan el título de papá, pero hay que saber ejercerlo. Emi está un poco más ansiosa, pensando en el parto y eso".
"¿Qué es lo que más extraño de antes, cuando no era conocido? Salir con mis amigos, estar en la calle y andar tranquilo. En unas vacaciones recientes, fuimos a un lugar tranquilo y pude andar en la playa sin problemas, nadie me conocía", reconoció.
"Este año tengo chef. Me gusta igual cocinar igual. Un permitido: hamburguesa o helado. En Manchester tenía más tiempo libre para cocinar; acá la ciudad es más atractiva, tiene más cosas para hacer y no tengo tiempo. Lo bueno es comer saludable", dijo el delantero.
"¿Si extraño jugar en River? Hay cosas del pasado que uno las recuerda con mucho cariño. Lo sigo y en general me quedo a mirar los partidos de River en vivo", contó el campeón mundial que aún se sorprende cuando encuentra a fanáticos que se tatuaron con su imagen o su nombre. "¿El mejor entrenador que tuve hasta ahora? No, no puedo decir uno solo (risas)", remató en un clima muy cordial.
