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Los pecados de Rafa Benítez que orillaron su salida del Real Madrid

MADRID -- Se agotó el proyecto que daría un nuevo impulso al Real Madrid. Rafa Benítez dejó de ser técnico del conjunto merengue este lunes, menos de 24 horas después de que el equipo empatara 2-2 con el Valencia en Mestalla.

Seis meses tardó en desgastarse la relación del técnico con la directiva, jugadores y, sobre todo, con la afición, que a raíz de la humillante derrota por 0-4 frente al Barcelona lo recibía con rechiflas cada vez más sonoras cuando se sentaba en el banquillo del Bernabéu. En un triste final para la aventura del madrileño en el club que lo vio formarse como entrenador, los únicos aplausos que le fueron expresamente dedicados vinieron de la afición rival en el que a la postre sería el último partido al frente del equipo.

Benítez, quien tomó las riendas del Real Madrid el pasado verano, deja al equipo clasificado a los octavos de final de la Champions League luego de concluir la fase de grupos invicto con cinco victorias y un empate, pero en una precaria situación, en las competiciones domésticas: eliminado en Copa del Rey por alineación indebida de Denis Cheryshev, quien arrastraba un partido de sanción de la última campaña con el Villarreal, y en una precaria posición en la Liga.

La irregularidad en los resultados en el campeonato español del Real Madrid bajo la batuta de Rafa Benítez ha sido, quizás, el problema más visible de su gestión: a una jornada de que concluya la primera vuelta del torneo, el cuadro merengue marcha en tercera posición, a cinco puntos del Atlético de Madrid, puntero de la competición con 41 unidades, y dos del Barcelona, emplazado en la segunda posición con un partido pendiente.

Lo más grave, sin embargo, ha sido el hecho de no haber podido sacar los resultado ante los ‘grandes’ de España: a la derrota en el clásico se unen otras dos ante Sevilla y Villarreal y no pudo pasar del empate ante Atlético y Valencia un equipo que, además, lleva más de dos meses sin ganar en liga.

Y pese a que el técnico madrileño insistía en que su equipo merecía un mayor reconocimiento del que tenía pues se trata del equipo con más remates a gol en toda la Liga (un promedio de 10 remates por partido), presenta números pobres y preocupantes, sobre todo en defensa: ha recibido 18 goles en 18 partidos y es el equipo de la Liga con más goles de cabeza encajados, un total de siete.

En cuanto a su desquebrajada relación con el vestidor, ha estado en evidencia casi desde el principio de la temporada. Su falta de sintonía con James Rodríguez, una de las estrellas y, sobre todo, apuesta personal del presidente Florentino Pérez, fue clara desde el primer encuentro de Liga ante el Sporting en que el técnico decidió dejarlo en la banca aludiendo a una falta de adaptación del colombiano al haber sido el último en llegar a la pretemporada. La tensión creció después de que a mediados de septiembre James sufriera una lesión con la selección colombiana y tardara más de dos meses en volver a ser considerado pese a que él mismo insistía en que ya estaba en forma para jugar. Ya para el encuentro ante Valencia, resultó poco sorprendente que lo dejara en la banca (junto con Isco, otra joyita de Florentino Pérez) y enviara en su lugar a Mateo Kovacic.

James no fue el único jugador con el que tuvo diferencias. Según los reportes en Inglaterra, Isco, borrado del plan hace más de tres semanas, ya había empezado a buscarse un futuro fuera del club, concretamente, en la Liga Premier, donde Manchester City y Chelsea habrían mostrado su interés en ficharlo. Asimismo, había marginado a los canteranos Jesé, Cheryshev (a raíz del incidente copero en Cádiz), o Martin Odegaard, que no ha sido convocado una sola vez con el primer equipo.