Fútbol Americano
Jordi Blanco | Corresponsal 8y

Messi, el futbolista mejor pagado del planeta con Barcelona

BARCELONA --  Leo Messi, cuyo sueldo actual en el Barcelona es el 21,2 millones de euros, pasará a cobrar casi 40 la próxima temporada gracias a la renovación que firmó en mayo de 2014 que establecía un aumento salarial paulatino hasta 2018, siendo este próximo el más importante por cuanto prácticamente duplicará su salario actual.

De esta manera, el crack argentino se convertirá en el deportista de equipo con el salario anual más alto de todo el mundo, siendo el primer futbolista que alcanza esta consideración.

Mientras en la ciudad deportiva del Barcelona Luis Enrique se apresuraba este martes en poner al Athletic en el plano afirmando que la eliminatoria que se cerrará el miércoles "no está sentenciada", alrededor del club se comenzaron a entender los nervios y preocupación que atenazan a la directiva azulgrana.

Messi, que de acuerdo a la lista Forbes fue el cuarto deportista mejor pagado en 2015 con unos ingresos totales de 73,8 millones de dólares, se catapultará en este 2016, principalmente por su salario como futbolista que le colocará muy por encima de Cristiano Ronaldo y ya solo por debajo del boxeador de turno…

En el Barça se intenta retrasar al máximo la negociación con Neymar, al que se le prometió un aumento considerable del salario que firmó cuando fichó en 2013, pero a la vista del acuerdo que cerró con Leo hace cerca de dos años existe la sospecha de que el brasileño no se conformaría, como se especuló en los últimos meses, con duplicar su sueldo hasta los 20 millones de euros.

El club azulgrana concretó la última renovación de Messi dos días después de que el Atlético de Madrid conquistase la Liga en el Camp Nou. El 19 de mayo de 2014 Gerardo Martino ya había regresado a Argentina y Josep María Bartomeu se presentó a una reunión con Leo y sus asesores más cercanos con el contrato definitivo.

SUELDOS E INDEMNIZACIONES ASTRONÓMICOS

Este contrato (del que han comenzado a salir datos a la luz) que finaliza en junio de 2018 establecía que en la temporada 2014-15 el astro argentino pasaría de ganar 16 a 21 millones de euros y que en el verano de 2016 disfrutaría de su mayor aumento de salario, prácticamente duplicándolo hasta 39,4 millones.

En la última temporada de contrato, la 2017-18, Messi alcanzará los 44 millones de sueldo y manteniéndose la cláusula de rescisión en los 250, la intención del Barça a corto plazo es modificar los plazos, intentando que Leo acepte una prórroga de otros dos años en su contrato, hasta 2020.

En ese acuerdo firmado en 2014, sin embargo, los asesores del jugador argentino le cubrieron perfectamente las espaldas puesto que arrancaron una cláusula al Barcelona por la cual el club está obligado a indemnizarle en caso de traspaso.

De esta forma, en el hipotético (y hoy impensable) caso de que el Barça vendiera este verano de 2016 a Messi, debería pagarle un finiquito de 19,9 millones de euros, prácticamente la misma cifra en que aumentará su salario y que explica que se cubriese las espaldas en un momento cuya popularidad no era la actual.

Estas cifras de indemnización disminuyen, conociéndose que el próximo año, en 2017, sería de la mitad (9,9 millones).

LAS DUDAS

Estas opciones que hoy se contemplan imposibles de plantearse, estuvieron en el plano a principios de 2014 y fueron una opción palpable en la primavera de aquel año, cuando el proyecto deportivo liderado por Gerardo Martino se dirigía al fracaso y la hinchada del Camp Nou no perdonaba con sus pitos ni al mismísimo Messi.

El jugador se planteó su marcha y entre los directivos hubo quienes consideraron el momento idóneo para sacar un excelente rendimiento financiero a su venta, confiando en que Neymar se bastase para liderar el nuevo proyecto…

Pero Tito Vilanova primero y Andoni Zubizarreta después dieron la vuelta a la situación. Messi visitó al entrenador al hospital una semana antes de su fallecimiento y según se supo después, fue Tito el primero al que Leo informó de sus dudas respecto a su continuidad… Y quien le hizo recapacitar en una larga charla que Messi no ha olvidado.

Semanas después Zubizarreta, que también habló con Messi y descubrió que estaba menos cerrado a seguir en el club, advirtió a Bartomeu del riesgo que corría en el caso de aceptar su traspaso. El ex director deportivo, que concretó el fichaje de Luis Enrique, fue vital para que Bartomeu tomase la determinación de mantener la fe en Leo.

Y el presidente, después de que sus ejecutivos negociasen con los asesores del crack, se presentó en su despachó, dos días después de perder la Liga y cuando Leo ya se preparaba para marcharse a la concentración de la selección argentina para disputar el Mundial, dispuesto a, cara a cara, cerrar todo el asunto.

Bartomeu le hizo saber que, más allá del dinero, de contratos y demás, él, Messi, era el punto capital del proyecto deportivo del Barcelona. Le comunicó que Luis Enrique iba a ser el nuevo entrenador y le dio por hecho que nada volvería a poner en cuestión su ascendente en el Camp Nou.

Incluso le dijo que acabaría con sus problemas judiciales, o al menos lo intentaría, en una promesa que no ha sido capaz de cumplir, ante la presión de hacienda por mucho que Messi haya ya pagado las multas necesarias.

Pero sí logró cambiar la dinámica en cuanto al compromiso de Leo con el Barça. Con aquella reunión… Y con esa renovación que a partir de la próxima temporada convertirá a Messi en el deportista mejor pagado de todo el mundo en cuanto a salario deportivo anual.

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