Gianni Infantino, presidente de la FIFA, sentenció que el partido de Liga entre el Girona y el Barça a disputarse el último fin de semana del mes de enero se jugará en el campo del club rojiblanco, rechazando “frontalmente” la posibilidad de que se disputase como pretendía el presidente de LaLiga Javier Tebas en Miami y a pesar de contar con el beneplácito de los dos clubs implicados.
“Me opongo frontalmente y niego el permiso al partido en Miami” solventó Infantino, proclamando que no hay marcha atrás en el asunto. “El Consejo de la FIFA ha tratado el tema y remarcamos que los partidos oficiales de ligas nacionales deben disputarse en el propio país” declaró el presidente de la FIFA tras la reunión celebrada en Ruanda.
Las palabras de Infantino sentencian de esta manera la iniciativa de Tebas, que ya se encontró con la oposición de la Federación Española de Fútbol presidida por Luis Rubiales, del sindicato de futbolistas AFE y de varios clubs de la Primera División española, con el Real Madrid a la cabeza, que consideraban que ese encuentro desvirtuaría los cánones de igualdad que deben presidir el campeonato.
“Una vez escuchada la opinión del Comité de Grupos de Interés, el Consejo lo debatió y enfatizó el principio deportivo de que los partidos oficiales de Liga deben disputarse dentro del territorio respectivo de la federación. El Consejo es muy claro en esto” sentenció el mandatario, cerrando cualquier opción de que Miami pudiera acoger el 26 de enero el encuentro correspondiente a la jornada 21 del torneo español.
Javier Tebas mostró su optimismo con ganar la batalla afirmando su convencimiento “en un 90 por ciento” de que el Girona-Barça se disputase en Miami pero enfrentado a todos los estamentos del deporte en España, la declaración final de Infantino deja su idea prácticamente tocada de muerte.