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Marcos Llorente es el sueño hecho realidad de Simeone

A Diego Simeone se le ha descompuesto el proyecto de golpe y algo hace pensar que nadie en el Atlético de Madrid previó la desbandada de jugadores de primera línea que saldrían del club este verano de 2019. El técnico argentino aseguró en un canal de televisión de su país que este es el reto más difícil que va a afrontar desde que llegó al club, pues los pilares del equipo que le ha llevado a probar la gloria española y europea en estos últimos años se han esfumado en cuestión semanas.

Diego Godín, Juanfran, Lucas, Filipe Luís, y Antoine Griezmann ya han dicho adiós. Queda la duda de lo que ocurrirá con Álvaro Morata si el Chelsea decide reclamar sus servicios, o lo que deparará el futuro a Diego Costa, que podría ser tentado con una gran oferta de China.

De lo que ya casi nadie duda es de que Rodrigo Hernández dejará el club tras una magnífica temporada y fichará por el Manchester City de Pep Guardiola por los 70 millones de euros de su cláusula.

El joven mediocentro está llamado a ser el dueño del juego de la Selección Española en la próxima década y desde su llegada del Villarreal el verano pasado Simeone se ha mostrado entusiasmado con el dinamismo que el madrileño le daba al juego del equipo. Sin embargo, el técnico argentino no le consideraba tan esencial en su esquema como a Koke o Saúl, dos jugadores que el Cholo --al igual que Jan Oblak-- ha pedido a la directiva que mantengan a toda costa.

Por eso la salida de Rodri no es un drama para nada. Un jugador que deja un beneficio neto de 50 millones de euros en un año es una bendición, más aún si el entrenador no le consideraba clave y todavía más si ya ha encontrado su reemplazo.

El Atlético de Madrid se ha fijado en Marcos Llorente, canterano madridista, al cual Zinedine Zidane abrió la puerta a finales del curso pasado. A pesar de su buena temporada como merengue --mientras se lo permitieron las lesiones fue uno de los mejores de la plantilla--, el joven mediocentro no es del agrado de Zidane, que siempre que ha podido ha prescindido de él.

En el Real Madrid se le vería como un gran valor de futuro, un chico con pedigrí madridista, y con unas características espectaculares para su posición, pero, aunque Julen Lopetegui y Santiago Solari contaron con él, la vuelta del técnico francés le cerró las puertas de manera definitiva.

Ahora, 40 millones de euros podrían hacerle recalar en la acera de enfrente, y mientras los colchoneros se regocijan por el fichaje, en el madridismo habrá pocas lágrimas.

Porque Simeone llevaba tiempo detrás de este jugador que tuvo un año espectacular en el Alavés hace tres temporadas, bajo la batuta de Mauricio Pellegrino, y con un esquema muy parecido al de Simeone. Con el conjunto vasco Llorente fue el mayor recuperador de Primera División, elegido uno de los mejores centrocampistas de la Liga y finalista de Copa del Rey frente al Barça.

Son esas condiciones las que han convencido a Simeone de su fichaje, pues a sus comparables dotes para la distribución, Llorente aporta mucho más trabajo físico que el de Rodri, quizás más dado al juego de posesión que desarrolla precisamente Guardiola en Manchester.

Por lo tanto, Simeone encuentra así un motivo para sonreír entre toda la sangría de bajas con la que le ha tocado lidiar este verano, y tendrá a su disposición a un jugador con el que soñaba hace tiempo y que personifica el fútbol que le gusta al Cholo