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Cartas desde Barcelona: El PSG no se dejará trolear por Neymar

BARCELONA -- “¿Recuerdas cuando Verratti se dejó fotografiar con una portada de Mundo Deportivo e insinuó que se iba del PSG al Barça? Pues en dos días Al Khelaifi, el presidente, solventó el problema y acabó llevándose a Neymar sin que en Barcelona pudieran hacer nada. No te creas que ahora le dejará ir así como así”.

Tal cual lo explica un periodista que vive el día a día del PSG y que en todo este embrollo tiene clara una cosa: “No se van a dejar trolear por Neymar. Ni por el Barça ni por nadie. ¿Una cuestión de dinero? Y de imagen también. Casi más de imagen que de dinero propiamente dicho.

En Barcelona, en el Barça, se sostiene que no hay nada que hacer hasta que se sepa a ciencia cierta la postura del PSG y se preparan todos los escenarios posibles para desencallar lo que se entiende una operación descomunal. Se tiene preparado todo un arsenal de propuestas que se va filtrando en cuentagotas... Pero, de momento, los movimientos, siempre por parte de terceros, son mínimos.

Se habla de Coutinho y también de Dembélé. De Umtiti y hasta de Rakitic o, incluso, de Lenglet como personajes clave para abaratar económicamente el fichaje del brasileño pero en el Parque de los Príncipes se habla, también de dinero, sospechando la difícil situación económica azulgrana y trasladando de esta manera un mensaje claro: el Barça no está a la altura financiera.

Neymar, mientras, llegó a París como si nada pero enseñándolo todo. Antes de subirse al avión privado que le condujo desde Sao Paulo a la capital francesa recordó la mejor noche de su carrera deportiva con una falta de tacto tan clara como evidente de respeto al PSG y ya instalado en Francia le soltó, cara a cara, a Leonardo que su intención es marcharse, cuanto antes mejor, con dirección a Barcelona.

En París saben que tienen un problema descomunal y que la mejor solución pasa por encontrarle salida, cuanto antes mejor. Pero tal y como Ney le dijo a Leonardo tan tranquilamente que quiere irse del PSG, el director deportivo, aceptando su posible venta, le dejó claras tres premisas: solamente se marchará bajo las condiciones del club, el club no aceptará ninguna posición de debilidad y, por fin, en último caso el club lo mantendrá. Sin más explicación.

La postura rebelde del futbolista fue encajada con frialdad en París, donde se recuerda que a Al Khelaifi no le tembló el pulso a la hora de apartar a Rabiot del equipo por su negativa a renovar y que Thomas Tuchel, muy a su pesar, aceptó la ‘sugerencia’ del club sin rechistar. Y que el hoy jugador de la Juventus no fue el primero sufrir la ira del club, sucediendo a Ben Arfa y, quién sabe, como claro aviso a Neymar.

Imaginar a Ney encerrado en una cárcel de oro y apartado del equipo es mucho imaginar. Pero quien en París está al día del PSG no descarta nada.