Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 4y

La noche que Maradona acabó en la comisaría de Barcelona

BARCELONA -- Diego Armando Maradona abandonó el Barça para fichar por el Napoli en el verano de 1984 y no volvió a Barcelona hasta seis meses después, con motivo de la fiesta organizada por un periódico catalán que premiaba a diversos futbolistas y a la que acudió invitado. Lo que no sospechaba el argentino es que la noche de aquel 3 de diciembre la acabaría, de madrugada, en la comisaría.

El escándalo se produjo horas después de la cena festiva, cuando la policía irrumpió en una conocida discoteca de Barcelona en la que el Pelusa se encontraba con varios amigos y diversos futbolistas de la época como el malogrado Juanito, Marcos Alonso, Gordillo, Calderón o Julio Alberto y obligó al argentino a acompañarles a comisaría para declarar tras haber sido denunciado por haber atropellado a un joven a las puertas de la entrada del recinto en el coche que conducía junto a su entonces representante Jorge Cyterspiller.

De acuerdo con la versión que un testigo presencial citó a ESPN Digital, el automóvil conducido por Maradona se encontró con otro coche estacionado en doble fila que le impedía aparcar por lo que le hizo señales con el propósito de que le permitieran acceder, tras lo cual la pareja a la que avisó, al reconocerle, comenzó a gritarle e increparle, lo que motivó que Diego, junto a un acompañante, descendiera del coche y empezasen a discutir.

Tras unos instantes de tensión, la joven pareja se marchó, Maradona y sus acompañantes pudieron entrar en la discoteca sin más incidentes... Y al cabo de unos minutos fue cuando aparecieron los policías informándole que había sido denunciado por “atropellar a un ciudadano”, por lo que debía personarse en la comisaría de la policía para prestar declaración.

Cerca de las tres de la madrugada, y acompañado de sus amigos futbolistas, Diego fue conducido a la comisaría, en la que permaneció durante más de dos horas mientras el denunciante mantenía que había sido víctima de un atropello por parte del coche que conducía el jugador argentino, a pesar de no existir ninguna evidencia de ello, ni tan solo una marca en el automóvil o en la ropa del denunciante.

Javier de las Muelas, de 28 años y que con el tiempo se convertiría en un famoso empresario en España, fue quien denunció a Maradona y que mantuvo distintas versiones a pesar de las pruebas y asegurando que había sido “agredido” por el argentino, quien tras ser despedido por la policía cerca de las seis de la madrugada, sin cargos pero con un muy evidente enfado por lo sucedido, se marchó al domicilio que mantenía en Barcelona antes de volver al día siguiente a Nápoles.

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