Fútbol Americano
Jordi Blanco, Corresponsal en Barcelona 4y

El fútbol en estado de shock

BARCELONA -- 25 de febrero, martes. El FC Barcelona disputa en Nápoles ante la escuadra de Genaro Gattuso el partido de ida de los octavos de final de la Champions. Italia, en este momento, ya está alarmada por la extensión del coronavirus, que cuenta en el norte del país con casi 80 casos confirmados y tres muertos… Pero en el sur, en Nápoles, no existe demasiada preocupación. 

La expedición del Barça fue examinada en el mismo avión, a su llegada, y a los periodistas, igualmente, se les hizo una prueba rápida, para saber si tenían fiebre, en el aeropuerto. Nada más.

El partido se juega con normalidad (1-1) y con la ciudad volcada en las calles, restaurantes abiertos... El día a día, sin más preocupación. Y el Barça regresa a Barcelona pensando en cerrar la clasificación en la vuelta.

Sin atender a nada más. “No existía conciencia de lo que podía pasar. Claro que había preocupación pero no se pensaba en esto” expresó a ESPN Deportes un integrante de la expedición azulgrana. Visto con perspectiva, todo lo que sucedió en los octavos de final del torneo, no acabados, es para llevarse las manos a la cabeza. 

Al día siguiente el Olympique de Lyon derrotó por 1-0 a la Juventus ante más de 57 mil espectadores y casi 76 mil acudieron al Bernabéu para presenciar el triunfo del Manchester City (1-2) sobre el Real Madrid.

Más de 3 mil italianos viajaron a Francia y cerca de 4 mil ingleses estuvieron en Madrid... Aunque peor fue la semana siguiente, en que mientras el Valencia-Atalanta se jugaba a puerta cerrada (después de un encuentro de ida en San Siro que es puesto en el plano como escenario de multitud de contagios, incluso entre futbolistas), en Anfield Road se citaban más de 3 mil aficionados del Atlético de Madrid, cuando los casos en la capital de España se contaban ya por centenares.

Aquel 11 de marzo fue la fecha final en que el fútbol al máximo nivel se dejó ver en los campos de Europa. Un día antes, en España, LaLiga anunció que las dos siguientes jornadas se jugarían a puerta cerrada y un día después, ante una extensión multiplicada de casos positivos de coronavirus, se sentenció el cierre, momentáneo, de todas las competiciones.

Lo hizo España a la vez que Italia. Y de forma casi inmediata se sumaron Inglaterra, Francia, Alemania... Y fueron cayendo todas las decisiones en todos los países del continente. Los clubs de toda Europa, de todo el mundo, se enfrentan hoy a una situación desconocida. Se mantienen casi a diario reuniones telemáticas entre clubs y patronales de distintas ligas, clubs de Europa, asociaciones internacionales como UEFA y FIFA... Se buscan soluciones pactadas para hacer frente a una crisis económica que se sabe imposible de esquivar y que afectará a todos, dándose por hecha la necesidad de un recorte de salarios tan necesario como de dificilísimo acuerdo... En España la Liga ya está suspendida hasta nueva orden, dependiendo del gobierno, y el presidente de la Federación, Luis Rubiales, advirtió este miércoles que podría no volver hasta bien entrado el verano... Mientras se multiplica el escenario de terror en los clubs.

Hallar fórmulas para rebajar el salario de los futbolistas se ha convertido en un objetivo prioritario en el que el Barcelona ha dado los primeros pasos, adivinándose que las dificultades que encuentra el club azulgrana solo es un primer ejemplo que puede multiplicarse entre los demás clubs. Y no solo en España…

^ Al Inicio ^