Cuando Rivaldo Vítor Borba Ferreira tenía el balón a sus pies, nada le parecía difícil.
Con su pierna zurda, ganó la Copa del Mundo, la Champions League, LaLiga de España, el Campeonato de Brasil y el Premio al Mejor Jugador del Mundo de la FIFA en 1999, entre muchos otros galardones.
Pero cuando se le puso al brasileño frente a las cámaras simplemente no era el mismo que en el campo.
Rivaldo nunca quiso ser una superestrella como sus compañeros de la Selección de Brasil, Ronaldo y Ronaldinho Gaúcho.
El mediocampista atacante evitó las entrevistas cada vez que pudo, y durante toda su carrera apareció en muy pocos anuncios.
Su postura volvió loca a la persona responsable que manejó su carrera.
Esto es lo que nos cuenta Carlito Arini, quien durante muchos años fue el agente de Rivaldo, y nunca logró convertirlo en un as de la mercadotecnia.
"Trabajé en el proyecto de marketing de Pepsi en 1995, con la promoción de gorras. Firmé contratos de derechos de imagen con los principales jugadores de los equipos más grandes de Brasil, había alrededor de 56 nombres. Luego, en 1998, me convertí en socio de Rivaldo y César Sampaio, y posteriormente comencé a encargarme de la carrera de Rivaldo", dijo Arini en una entrevista con ESPN.
"Rivaldo siempre ha sido un tipo muy reservado. Apenas da entrevistas y siempre lo criticaba, pero él respondía: 'Mi mayor marketing está en el campo. Tengo que aparecer allí. Y eso fue lo que hizo", analizó.
Arini, sin embargo, elogia a Rivaldo por ser anti-marketing y por nunca dejarse llevar por la presión en el campo. Por el contrario: el empresario afirma que cuanto más complicada era la situación, más aparecía el brasileño.
"Jugó demasiado, dominaba todos los partidos y parecía algo normal. Simplemente marcaba golazos, tuvo un gran paso en el Barcelona, cuando Rivaldo llegaba al campo era otro. La multitud se volvía loca", dijo.
"Recuerdo el partido contra el Valencia en el que marcó tres goles, uno de ellos de chilena, que llevó al Barça a la Champions League. Además del grado de dificultad, ese gol valió mucho para el equipo, porque le dio el lugar a Champions y millones de euros para el club ", recordó.
"El gol fue hermoso, el juego fue muy importante y su actuación fue monstruosa. Cualquier otro jugador haría algo allí, pero Rivaldo dominó la pelota con el pecho y realizó una chilena desde fuera del área", exaltó, antes de hablar de la idolatría que los fanáticos de blaugranas tenían por el as.
"Una vez, estábamos en la calle y nos detuvimos en el faro. Un chico se detuvo a nuestro lado y reconoció a Rivaldo. Se acercó y se arrodilló. Rivaldo estaba muy avergonzado y dijo: '¡Por el amor de Dios!', bromeó.
LAS PELEAS CON VAN GAAL
Además de los hermosos goles, títulos e idolatría, el tiempo de Rivaldo en Barcelona también estuvo marcado por numerosas discusiones con el entrenador Louis van Gaal.
"Una vez, luchó conmigo por 20 segundos de retraso, incluso mostró su reloj", recordó el campeón mundial en una entrevista exclusiva con la revista ESPN en 2011 solo por mencionar un ejemplo.
Muy cerca de Rivaldo, Carlito Arini fue testigo de los "titulares" entre su cliente y el entrenador holandés, conocido por nunca haberse llevado bien con los jugadores brasileños.
"Las decisiones eternas con Van Gaal ... ¡Viví eso todos los días (risas)! Rivaldo tenía mucho apoyo de (José) Mourinho, quien en ese momento era asistente, y luego se convirtió en un monstruo como entrenador. Se llevaban muy bien, pero con Van Gaal fue difícil", recordó.
"Rivaldo era tranquilo, pero tenía una personalidad muy fuerte en el campo y en el vestuario. Dijo: 'Esta guerra no la perderé. En el campo haré que suceda'. Nunca bajó la guardia, parecía que le daba más motivación", dijo.
Según el agente, la razón principal de la discusiones entre Rivaldo y Van Gaal era la posición: el holandés quería que su capitán jugara a la izquierda, una posición que siempre odió. La estrella prefería jugar en el medio, como en la selección nacional.
"La historia de los problemas de Rivaldo con Van Gaal siempre se debió a su posición. Rivaldo quería jugar como mediocampista ofensivo y el entrenador quería que jugara por la banda izquierda. Rivaldo fue elegido el mejor del mundo en 1999", indicó.
"Pero también vale la pena recordar que Van Gaal tuvo problemas con Giovanni y Riquelme", señaló.
Otro gran recuerdo para Arini de la época de Rivaldo en el Barça fueron las sesiones posteriores al entrenamiento.
"Después de que terminaba el trabajo, los jugadores brasileños ponían un blanco en un ángulo de la portería y tenían que darle con la pelota. Apostaban y se quedaban por mucho tiempo haciendo eso. Figo pidió un día participar. Después de eso, comenzó a mejorar y aprendió a disparar mejor", señaló.