El Real Madrid tiene la oportunidad de coronar el 34º título español de su historia. Para ello, basta con vencer al Villarreal en el Alfredo Di Stéfano o esperar un tropiezo del Barcelona contra Osasuna, a la misma hora, en el Camp Nou.
¿Pero por qué el equipo Merengue llegó a la penúltima ronda de la Liga con tanta ventaja sobre sus mayores rivales? En el parón del calendario, debido a la pandemia de COVID-19, el Barça fue el líder en España, con dos puntos por encima del Real, que a su vez parece haber encontrado una mejor manera de afrontar la maratón de partidos.
Zinedine Zidane ha conseguido dar más vueltas al equipo. Para jugar nueve partidos en un mes, el entrenador utilizó 23 jugadores en el Real Madrid. Sólo uno, Courtois, estuvo en el campo cada minuto. Benzema, Kroos y Valverde también jugaron en todos los partidos, pero tuvieron un período de descanso, ya sea comenzando en el banco o siendo reemplazados.
El resultado de esta rotación se vio en el campo. Del 14 de junio al 13 de julio, el Real Madrid se llevó el 100% de los puntos, venciendo al Eibar (3-1), Valencia (3-0), Real Sociedad (2-1), Mallorca (2-0), Espanyol (1-0), Getafe (1-0), Athletic Bilbao (1-0), Alavés (2-0) y Granada (2-1).
Barcelona dependía más de su línea de salida. Quique Setién utilizó 20 jugadores, tres menos que sus rivales, y no perdonó a nadie durante un minuto. Lionel Messi estuvo en los nueve partidos, al igual que el guardameta Marc-Andre Ter Stegen.
Otros seis jugadores también jugaron en cada partido, aunque no todo el tiempo: Piqué, Semedo, Rakitic y Vidal, y Griezmann y Suárez.
Coincidencia o no, el Barça tropezó tres veces, empatando con el Sevilla (0-0) y dos veces, con el Celta de Vigo y el Atlético de Madrid. El equipo se llevó 21 de los 27 puntos posibles y ahora está cuatro por detrás del Real Madrid, a punto de ver cómo se rompe su dominio, después de dos títulos consecutivos.