<
>

Zlatan Ibrahimovic: A 11 años de su fichaje con el Barça que acabó en tormenta

BARCELONA -- Zlatan Ibrahimovic en el Camp Nou. Más de 60 mil aficionados en las gradas del estadio para darle la bienvenida. Joan Laporta exultante, Txiki Begiristain feliz, Pep Guardiola satisfecho; Samuel Eto'o facturado al Inter en un intercambio que hoy se asemeja al de Arthur y Pjanic con la Juventus y el Barcelona en pleno convencido de haber dado el golpe maestro con la llegada de un crack... Que acabó resultando un auténtico fiasco.

El 27 de julio de 2009, se cumplen once años, el Barça cerró el fichaje de un Ibrahimovic con el que entendía redondear una delantera de lujo, sacándole de encima un problema Guardiola, que hacía tiempo había sentenciado a Eto'o, y con quien pretendía comenzar una dinastía intocable...

El 28 de agosto de 2010, apenas trece meses después de su llegada, el delantero sueco abandonó entre reproches el club azulgrana, cedido-traspasado al Milan en una operación que económicamente supuso una ruina y que dejó un poso de amargura y decepción en el Camp Nou.

Nadie dudó nunca de su excelsa calidad, pero tan inadaptado a los sistemas del entrenador como a Leo Messi su salida se entendió como la única solución tras una temporada traumática.

"Los primeros seis meses fueron perfectos, luego el técnico cambió el sistema, las tácticas y no funcionó para mí. Le dije que estaba sacrificando a algunos jugadores por uno en particular (Messi) y me tranquilizó diciéndome que no me preocupase… Y al siguiente partido me quedé en el banquillo. Dejó de hablarme y de mirarme; es el entrenador más inmaduro con el que trabajé", acusó Ibrahimovic a Guardiola años después, dedicando al hoy entrenador del Manchester City críticas durísimas en una autobiografía en la que desveló, bajo su punto de vista, lo ocurrido aquella temporada maldita.

A Zlatan le costó tres partidos marcar su primer gol con el Barça pero su eclosión fue magnífica. Anotó ocho dianas en sus siguientes diez encuentros y dio la impresión, a finales de octubre de 2009, que su integración en el club era la esperada.

No se dio importancia a que el técnico le dejase en el banquillo frente a Valencia o Inter porque el gol con el que se derrotó al Real Madrid en el Clásico de finales de noviembre daba a entender tanto su implicación como el buen funcionamiento de la maquinaria azulgrana... Pero a partir de enero su situación fue emborronándose y en marzo de 2010 todo saltó por los aires.

Su divorcio con Guardiola se catapultó al plano en cuanto se especuló con una reunión entre el entrenador y Messi en la que, supuestamente, el argentino trasladó al técnico su incomodidad futbolística con el sueco que vino a confirmarse con la pérdida de la condición de indiscutible de Zlatan, quien entendió su caída en desgracia en la ida de las semifinales de Champions, en San Siro frente al Inter, cuando apenas encajar el Barça el 3-1 a los 61 minutos el entrenador solventó su salida del campo para dar entrada a Abidal.

Una semana después, en el partido de vuelta y precisando el equipo azulgrana remontar, con 0-0 en el marcador, Guardiola le sacó otra vez del campo sustituyéndolo por Bojan en el minuto 63 y quedó claro que su papel en el Barça estaba acabado.

Enfrentado al técnico y sin apoyos de un vestuario que calificó de "colegiales", Ibrahimovic acabó aceptando su marcha al comienzo de la siguiente pretemporada, con destino al Milan, club en el que hoy permanece tras su aventura en la MLS. Si el Barcelona había pagado un año antes 46 millones más el pase de Eto'o al Inter, recibió después 24 millones por su venta, que utilizó para pagar el fichaje de un David Villa concretado antes del Mundial y que le mostraba, ya sin disimulo, la puerta de salida.

El suyo fue un amor a primera vista con el Barça que desembocó en imposible. Marcó 21 goles en 45 partidos dejando estampas magníficas pero nunca acabó de acoplarse a un equipo en el que la perfección del fútbol no entendió de su carácter.

Y al cabo de once años el pesar por lo que pudo ser y no fue no se olvida en el Camp Nou.