Luis Suárez fue una de las figuras del partido entre el Atlético de Madrid y el Betis que terminó con victoria del Colchonero por 2 a 0 con un gol del uruguayo, por la quinta fecha de La Liga de España.
El Pistolero tuvo acciones peligrosas desde el comienzo del partido pero no estuvo acompañado de mucha fortuna y sus primeras llegadas no se tradujeron en festejo.
Por ejemplo, a los 19 minutos, cuando Ángel Correa ganó una pelota en el área, jugó para atrás con el uruguayo y su definición cruzada se fue por unos centímetros.
De todos modos, incluso al sumar jugadas en las que le faltó precisión, el atacante del Atleti nunca perdió la concentración y el optimismo.
Tal fue el caso de la jugada que llegó a los 26 minutos, en la que el jugador del Betis William Carvalho cabeceó hacia atrás y lo dejó en carrera hacia el gol, pero Suárez definió afuera por poco.
En otras ocasiones, fue el arquero rival, su excompañero del Barcelona Claudio Bravo, quien impidió que marcara en más oportunidades. La más impactante fue a los 67 minutos, cuando Suárez acomodó una pelota para la zurda y remató rápido, fuerte y esquinado pero el guardameta la manoteó al córner.
A su vez, no fueron pocas las veces que Lucho decidió jugar con un compañero, por entender que estaba en mejor posición, y prefirió el éxito colectivo que la posibilidad de la marca personal.
Pero el premio a la perseverancia, la solidaridad y la actitud positiva llegó a tiempo. A los 90 minutos, con el partido casi terminado pero el resultado todavía abierto, el uruguayo pudo marcar y llegar a la cima de la tabla de goleadores de la competición europea.
El día que el Barcelona cayó por 3 a 1 contra el Real Madrid, el mismo día que sus goles fueron recuerdo en un Camp Nou derrotado, Luis Suárez mandó mensajes desde Madrid: sigue vivo, vigente y más goleador que nunca. El Atlético lo disfruta y él disfruta al Atlético.