No sé qué pasará en la Liguilla, pero estas 17 fechas, León ha sorprendido a propios y extraños por su capacidad de defender y por su gran ataque.
Hoy dedicaré esta columna para un gran amigo mío.
Me recibió hace unos años en las instalaciones del Atlético de Madrid y lo primero que me dijo fue: “Mario qué bueno que estás conmigo, pero por favor ve con Javier a ver en qué le puedes ayudar allá, por qué ahí es donde te necesita”.
La verdad me sorprendió mucho porque cuando uno llega a formar parte del cuerpo técnico de un equipo como el Atlético, tiene que guardar su distancia, tiene que ir poco a poco y no meterse por meterse. Él fue quien me recibió, estuve en un par de entrenamientos y ese mismo día a Javier le dieron las gracias como director técnico de los colchoneros. Estoy hablando nada más y nada menos que de Nacho Ambriz.
Nacho empezó su carrera como técnico en Puebla, pasó por San Luis, Querétaro, América, Chivas, y me atrevo a decir, sin pena ni gloria, que él no sabía si presionar o si recuperar, no tenía claro cuál era el estilo definido. Yo llegué a pensar que iba a ser difícil su carrera como DT porque no definía una forma de jugar.
Pero llegó a León, de nuevo empezó muy mal con La Fiera, pero afortunadamente, el presidente del club, Jesús Martínez Murguía, le tuvo paciencia y calma al proyecto. Un día lo encontré y me dijo: “Ya verán el equipo que viene este año, será un conjunto grande”.
Efectivamente, para el León, este año ha sido uno de los más brillantes, por supuesto que vendrán las comparaciones con otros clubes, pero esta Fiera, en definitiva, es un conjunto que juega a la holandesa: tres defensas, un volante defensivo, tres volantes de ataque y tres delanteros. Lo más importante de todo esto, es su intención.
Este equipo de León tiene una gran intención, tiene un gran sentido de juego, sale con la pelota dominada, y para ello tiene dos leones: Tesillo y Barrero. Tiene también dos defensas centrales colombianos con un altísimo nivel, por la izquierda juega un defensa habilitado, hecho por Nacho Ambriz, Yairo Moreno.
Yairo Moreno no sabe si es extremo izquierdo, volante o defensa, pero ese jugador le da una tremenda salida y un gran aporte ofensivo, se lastimó últimamente, pero es sin duda, junto con Aquino, la estructura fundamental del equipo, son las bases de este León en la defensa, por eso arriesgan tanto con sus jugadores, porque está muy bien parado atrás, custodiado por Cota, uno de los grandes porteros de este torneo.
Más adelante tiene un conductor como Montes, que es cierto que tiene un gran panorama para filtrar y pasar, además de su gran asociación con Ángel Mena, quien es el más creativo, hoy por hoy, en el futbol mexicano. Como centro delantero, Gigliotti no es el gran goleador, pero detiene las marcas de los centrales para que llegue Navarro, el único lateral que funge de volante y define cómo delantero, o para que aparezca el Chapito con la pelota dominada, y por supuesto, también están el Avión Ramírez y el Chino por la izquierda.
Estamos hablando de un sistema de juego agradable, muy bien formado y estructurado, un aplauso para este cuerpo técnico, a Nacho Ambriz que tiene como escudero principal a Gerardo Esquivel, uno de los grandes de aquel Necaxa de Lapuente, y su tercer entrenador, Edgar Solano. Sin duda se llevan las palmas en este torneo.
No sé qué pasará en la Liguilla, no sé si sea campeón, pero en estas 17 fechas, este León ha sorprendido a propios y extraños por su capacidad de defender y por su gran ataque.
Esto es, Desde la Cancha, para ESPN.