BARCELONA -- "La Liga no se gana en diciembre... pero sí puede perderse". La sentencia, de Johan Cruyff, es de máxima actualidad en un Barcelona que acude a Madrid al encuentro de un Atlético de Madrid que disputados siete partidos le aventaja ya en seis puntos, único invicto del campeonato y que lleva enlazados cuatro triunfos consecutivos en el campeonato.
"La Liga es muy larga todavía", refirió en la sala de prensa este viernes Ronald Koeman, pero alrededor del Camp Nou se entiende que el equipo azulgrana se juega mucho más que tres puntos, asi medio título se diría atendiendo a que una derrota le descolgaría de una manera extremadamente peligrosa respecto a los primeros puestos de la clasificación.
Centrado en una defensa acérrima de Leo Messi, el entrenador azulgrana confía en el liderazgo del crack argentino en un duelo de especial trascendencia en el que deberá echar mano, obligatoriamente de las rotaciones, atendiendo a las lesiones de Busquets y Ansu Fati, agradeciendo el la recuperación de un Coutinho que podría entrar en el once y pendiente del estado de Miralem Pjanic, después de haber realizado apenas un solo entrenamiento para preparar el encuentro tras la triple jornada de selecciones que tanto fastidia al equipo.
La ausencia de Luis Suárez, perdjudicado por el covid, restará morbo al partido pero no dificultad para el Barça, que solo sumó un punto en los dos últimos desplazamientos y necesita confirmar las buenas sensaciones que ofreció en el último choque frente al Betis.
Diez temporadas acumula el Barcelona sin conocer la derrota liguera en el campo del Atlético, con siete victorias y tres empates (0-1 la pasada campaña) que se estima una excelente carta de presentación, por más que se entienda que este es uno de los desplazamientos más complicados de la temporada.