BARCELONA -- El Barcelona, sin tiempo para relamerse las heridas producidas por el 1-4 frente al Paris Saint-Germain en la Champions, regresa a la Liga con el objetivo claro de recortar la desventaja del Atlético de Madrid, que sorprendentemente derrotado este sábado en el Metropolitano por el Levante podría ver disminuida su renta sobre los azulgrana a seis puntos.
Habiendo sumado el equipo de Simeone solo cinco de los últimos doce puntos tras empatar frente a Celta y Levante y haber perdido finalmente con el conjunto granota, el Barça, que suma siete victorias al hilo y alcanza una racha de 12 jornadas sin perder (diez triunfos y dos empates), se reencuentra ante un Cádiz que fue, el 5 de diciembre de 2020, el último rival que le derrotó en el campeonato liguero y llega al Camp Nou arrastrando una racha de cuatro derrotas consecutivas en el torneo.
La estadística azulgrana ante el conjunto amarillo en el Camp Nou además es prácticamente inmaculada: de 12 visitas, desde febrero de 1978, el Cádiz solamente fue capaz de arrancar un empate (1-1) en aquella inicial, habiendo perdido las once posteriores, la última (1-0) en 2006 y sumando un total de cuatro goles a favor y 34 en contra.
Ronald Koeman, que no podrá contar aún con Ronald Araújo, que sigue de baja junto a Sergi Roberto, Philippe Coutinho y Ansu Fati, advirtió este sábado de la trascendencia del partido, aún sin conocer el resultado del Atlético, para recuperar la confianza después del varapalo continental y considerando que su equipo, todavía, no ha dicho la última noticia en el campeonato liguero.
De esta manera, y teniendo en cuenta que el próximo martes volverá a jugar frente al Elche, el entrenador holandés podría retocar su alineación, en la que quizá se mantuviera Gerard Piqué tras su reaparición contra el PSG, pero con la disposición clara de afrontar el duelo con la máxima exigencia propia y mostrar las mismas sensaciones que en su último encuentro de la competición, cuando goleó (5-1) al Alavés.