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¿El destino juntará de nuevo a 'Chucky' Lozano y Ancelotti?

ESPN

El destino puede volver a juntar a Lozano con Ancelotti, si los astros se alinean, el ‘Chucky’ será el muñeco diabólico de la Casa Blanca

Bitácora de viaje.

Merengue diabólico a la vista.

En la órbita el Real Madrid, Ancelotti y el ‘Chucky’ Lozano.

El despertador sonó a las 2:30 de la madrugada, tenía solo 30 minutos para ducharme con un poco de agua fría que ayudaba para terminar de despertar, aunque más ayudaba que a esa hora durante el verano en Moscú el sol había salido por completo. La cita en el lobby del hotel era a las 3:00 de la mañana, donde puntualmente Andrey esperaba para llevarnos al centro internacional de transmisiones localizado al noroeste de la capital de Rusia.

Antes de dirigirnos al IBC teníamos que hacer dos escalas para recoger a Carlo Ancelotti y Javier Aguirre. Mientras pasábamos a orillas del Río Moscava y girábamos con dirección hacia el Kremlin pensaba en lo afortunado que era por tener la oportunidad de cubrir una Copa del Mundo y compartir parte de esa experiencia con personajes históricos del fútbol, aquellos que cuando era un niño eran los ídolos de multitudes, recuerdos y pensamientos que repentinamente eran interrumpidos por Andrey quien amablemente fungía también como guía turístico y explicaba cada punto de la ciudad que valiera la pena.

Apenas apareció detrás del cristal tenuemente polarizado del hotel donde se hospedaba y sabía que era él, aunque por el inconfundible porte italiano, el pelo entrecano y esa firme expresión en su rostro lo hubiera reconocido a kilómetros de distancia, sin mayor preámbulo, Carlo Ancelotti subió a la camioneta, saludó amablemente y partimos.

Sin tensión alguna, un personaje sumamente agradable comenzó a platicar cómo si tuviéramos tiempo de conocernos, primero conversamos de todo menos de fútbol, de hecho durante los aproximadamente 10 días que tuve la oportunidad de compartir con Ancelotti, nuestra conversación giraba en su mayoría en cualquier otro tema que no fuera el fútbol, porque con esas figuras cinco minutos de fútbol bastan para aprender.

Poco antes de llegar por Javier Aguirre, Carleto me preguntó sobre la actualidad de la Selección Mexicana, reconociendo que de no ser por Javier “Chicharito” Hernández, Carlos Vela y Guillermo Ochoa, poco o nada sabía del Tri. Le platiqué generalidades, un poco de la actualidad de Juan Carlos Osorio, lo polarizado que estaba el tema en cuanto al entonces técnico nacional por sus famosas rotaciones y al platicar de los jugadores me detuve un poco y le pregunté si sabía quién era Hirving Lozano, me contestó que sinceramente solo sabía que jugaba para el PSV Eindhoven y nada más, le dije para mi era de lo mejor que tenía esa selección y de mi parte no hubo necesidad de platicarle mucho más de Lozano porque ya habíamos llegado a nuestra última escala.

Todavía no se terminaba de abrir la puerta cuando un ¡qué pasó cabrón! provocó la risa de todos, así subió el “Vasco” a la camioneta, le contesté risueñamente el saludo y partimos. Aguirre y Ancelotti viajaban juntos en el asiento trasero y de igual forma comenzaron a platicar de otros temas, poco a poco el fútbol llegó a la conversación y fue entonces cuando Javier coincidió en el tema del ‘Chucky’ Lozano y le dijo a Ancelotti que era uno de esos jugadores diferentes.

Desde esa madrugada del 14 de junio del 2018 y hasta el último día que coincidieron, Aguirre y Ancelotti no dejaron de alabar y destacar las condiciones mostradas por Lozano, y aquella genialidad del muñeco diabólico frente a la Selección de Alemania fue suficiente para convencer a Carleto. Quienes viajábamos en esa camioneta y compartimos aquellos días mundialistas sabíamos que el futuro del ‘Chucky’ Lozano estaría junto a Carlo Ancelotti en Nápoles. Las siguientes páginas de esa historia ya las conocen todos, pero todo indica que aún faltan otras paginas por escribirse.

Parece que el destino puede volver a juntar a Lozano con Ancelotti, en la órbita del técnico italiano permanece el volante mexicano, y si los astros se alinean, tarde o temprano el ‘Chucky’ será el muñeco diabólico de la Casa Blanca.