BARCELONA -- Jordi Cruyff, cuyo contrato como entrenador del Chongqing Lifan chino concluye el 31 de diciembre, es contemplado por el presidente del FC Barcelona como candidato para convertirse en director deportivo del club azulgrana a partir del próximo año. Fuentes solventes consultadas por ESPN Deportes admitieron que Bartomeu sigue “estudiando” la reorganización del área deportiva y que Jordi cumple el perfil considerado por el mandatario.
La figura del holandés, hijo del legendario Johan, ni es desconocida en el Camp Nou ni, tampoco, es una novedad que sea valorada por Bartomeu, quien ya estudió su fichaje en el pasado y entiende, en presente, que siendo una figura de consenso frenaría en seco una sensación de crisis abierta que no comparte y que, además, frenaría los ímpetus de la oposición.
Sin ser Jordi el único nombre que valora el dirigente, en cuya carpeta tiene otros posibles candidatos entre quienes destaca Carles Puyol, sí le observa por encima atendiendo a su buen desempeño desde que en 2010 se estrenó como director deportivo del AEK Larnaca de Chipre, a partir de donde ha desarrollado una carrera ascendente.
Bartomeu dejará, por ahora, el mando en manos de Eric Abidal, tanto por considerar que no es momento de seguir agitando al club en un asunto que ni le beneficia a ojos de la opinión pública ni ofrece mejores alternativas o soluciones en pleno periodo de mercado pero, de puertas adentro, mantiene abierta la opción de nombrar un sustituto para Pep Segura; una figura que “no despierte discusión” en el entorno del club.
El presidente, en cuanto dimitió Jordi Mestre como vicepresidente deportivo y cuando ya contemplaba sin vuelta atrás la salida del manager general, proclamó ante los medios su intención de tomarse “unos días para estudiar, hablar con las personas responsables de las áreas correspondientes y hacer una reflexión antes de tomar decisiones”.
La reflexión, concluyen las fuentes consultadas, es que Bartomeu, en su intención de profesionalizar todas las áreas del club, quiere ofrecer máxima visibilidad y capacidad de decisión deportiva a una personalidad contrastada, conocida y valorada en todos los ámbitos.
Jordi Cruyff, en este sentido, cumple esos requisitos después de haber desarrollado un auténtico master deportivo en Israel, donde lideró el ascenso a la cima del Maccabi Tel Aviv desde los despachos, confiando el cargo de entrenador, con evidente éxito, a Òscar García, Pako Ayestarán, Slavisa Jokanovic y Peter Bosz consecutivamente en un plan, innegociable, de trasladar la filosofía de juego azulgrana al equipo israelí.
“En el Barça no solo sirve ganar, sino que debe hacerse de una manera en concreto: jugando bien, siendo ofensivo y llevando la pelota” concretó el propio Jordi en una entrevista a ESPN Deportes, en la que concretó la necesidad de “imponer ADN Barça en el primer equipo, poner canteranos que le den esa personalidad, aunque no sea fácil”, un dato de evidente peso en el pensamiento de Bartomeu.