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Euro 2020: Francia superó a Alemania con actuación de obrero. Esa y otras conclusiones de la primera fecha

¿Qué aprendimos de la primera fecha de partidos de la Euro 2020? Gab Marcotti nos brinda sus conclusiones sobre el torneo hasta ahora.

Las figuras de Francia hacen una exhibición de obreros contra Alemania

La selección de Francia es mucho más talentosa que el resto de la competición, al punto de que sólo existen dos formas de poder detenerlos: o el director técnico Didier Deschamps comete una equivocación absoluta, o demasiados titulares acusan un bajón de nivel durante el mismo partido.

A juzgar por la actuación contra el combinado de Alemania en el partido del martes que terminó en victoria 1-0, los jugadores galos no defraudarán a su equipo. Francia demostró una intensidad y diligencia que contagió a todo el plantel. Los jugadores se replegaron hondo, tal como lo hicieron frecuentemente en el Mundial de Rusia 2018; interrumpiendo la mayoría de las incursiones alemanas hacia el tercio final. Y quizás lo más impresionante fue el nivel de esfuerzo y concentración mostrado por sus jugadores estrella, que duró la totalidad de los 90 minutos de juego.

Ese esfuerzo no puede darse por sentado. Este martes, el estelar cuarteto ofensivo de Les Blues (el tridente a la delantera junto con Paul Pogba) aportó una actuación legítima y de obreros, corriendo constantemente y sacrificándose en pos del colectivo. Quizás estemos acostumbrado a ello en el caso de Karim Benzema; sin embargo, a Pogba, Antoine Griezmann y Kylian Mbappe sus clubes les piden frecuentemente que jueguen de otra forma, escatimándose un poco y permitiendo que otros hagan el trabajo pesado. Ese no fue el caso este martes. No contra Alemania en Múnich. Asumieron la labor dura, disfrutaron haciéndolo y a pesar de ello, lograron crear una importante cantidad de oportunidades en el otro extremo de la cancha.

Deschamps tiene sus debilidades como técnico; sin embargo, no hay dudas de que el seleccionador francés se destaca a la hora de transmitir a su plantilla la combinación exacta de seguridad, ética de trabajo, arrogancia, garra y espíritu de equipo. Así ganaron el Mundial, después de todo. Claro que es fácil indicar que no cuesta conseguir dicha motivación contra Alemania, en el partido de debut de un campeonato de Europa, aparte de preguntarse si volveremos a ver esos mismos niveles de desempeño contra Hungría, por ejemplo; aunque siendo sinceros, no necesitarán hacerlo contra Hungría. En ese caso, es probable que su talento baste y sobre.

Los defectos de Alemania se pueden corregir con el tiempo. El problema es que no tienen mucho

Después de la derrota contra Francia, el mediocampista del seleccionado de Alemania Ilkay Gundogan sugirió que el empate habría sido un resultado justo. Tranquilo, Ilkay. Una ventaja mínima, algunas oportunidades desperdiciadas frente al arco de Hugo Lloris y un promedio de goles esperado (xG) sumamente desigual (1.26 contra 0.29) no indican que estos dos equipos se encontraban nivelados. Francia dominó y pudo haberse impuesto por margen más abultado.

Dicho lo anterior, eso no significa que Alemania fue una oncena mediocre. Los germanos hicieron lo que pudieron dentro de un sistema que no les queda bien del todo, con clavijas cuadradas en hoyos redondos; sin embargo, al menos les permitió aprovechar sus jugadores al máximo sobre la cancha. Algunos achacarán la derrota a la formación 4-3-3 preferida por el técnico Joachim Low y dirán que dicho sistema sólo les ha funcionado realmente bien en una ocasión en sus últimos seis compromisos (contra Letonia, nada menos). Eso es cierto, aunque también lo son dos otros factores.

El primero es que Alemania realmente no avasallaba bajo el sistema antiguo. El segundo es que Low se enfrenta al dilema básico que tienen enfrente los seleccionadores nacionales a la hora de disputar un torneo: ¿Cómo conseguir el equilibrio correcto entre tu visión táctica y el talento disponible en tu plantilla? Quieres conseguir un sistema que funciona; sin embargo, también estás consciente de que cuentas con poco tiempo para trabajar en ello y, caso contrario al de los clubes, no puedes fichar jugadores para cubrir vacíos.

De la misma forma, deseas insertar con calzador todo el talento que puedas dentro de tu equipo. Eso fue lo que hizo Low al recuperar a los veteranos Mats Hummels y Thomas Muller. Alemania es mejor plantilla con ambos presentes, y probablemente también sea mejor equipo (aunque no se requiere mucho para ello); no obstante, el tema es que Muller se ve obligado a desempeñar un rol totalmente distinto al que tiene en el Bayern, donde opera usualmente detrás de un centrodelantero de alto nivel, con dos extremos por cada banda. Básicamente, la presencia de Hummels te obliga a jugar con una línea de tres a la zaga, no porque éste no pueda laborar en una línea de cuatro (como lo hace frecuentemente con el Borussia Dortmund); sino porque, caso contrario al fútbol de clubes, no cuenta con un volante defensivo delante de él.

Otro ejemplo de ello es la adaptación de Joshua Kimmich a la posición de lateral derecho, cuando se puede catalogar como el mejor volante central de la plantilla. Viendo el gran panorama, probablemente importa más que juegue fuera de su posición que la carencia de la selección de un centrodelantero genuino (Timo Werner, Kai Havertz y Muller pueden jugar todos allí, cada uno a su estilo), considerando que Alemania realmente no ha contado con uno en largo tiempo.

No volverán a jugar con un seleccionado tan talentoso como el francés, a menos que vuelvan a toparse con ellos en rondas de eliminación, y la impresión que dejaron es que resolverán sus problemas con el tiempo, a medida que pasen mayor tiempo juntos. La pregunta es si lograrán conseguirlo. Un tropiezo contra Cristiano Ronaldo y la selección de Portugal (ambos equipos se verán las caras el 19 de junio en Múnich) y Alemania ya no controlará su destino.

Difícil imaginarse una actuación distinta de la UEFA en el caso Eriksen

Christian Eriksen, figura de la selección de Dinamarca y el Inter Milan debería recibir el alta del hospital durante las próximas 48 horas. Las imágenes que lo muestran sonriendo y saludando desde su lecho de enfermo animaron a todos. En estos momentos, lo único que importa es su salud.

La UEFA ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores al haber dejado a las federaciones danesa y finlandesa la decisión de reanudar el encuentro el mismo sábado o aplazarlo para el domingo. Da la sensación de que se fustiga a los organizadores del torneo porque sí.

No creo que podamos culpar a la UEFA por involucrar a ambas federaciones en la toma de decisiones. Por cierto, fueron esas dos federaciones las que tuvieron la última palabra, no los jugadores por cuenta propia. Ellas conocían el estado mental de sus jugadores mejor que nadie; contaban con profesionales de la medicina y psicología sumamente calificados y capaces de diagnosticar la situación. Habría sido un error no haber consultado a las federaciones.

La situación habría sido distinta si Eriksen no se hubiera recuperado, o si hubiera dudas con respecto a su evolución. Afortunadamente, el volante danés se encontraba fuera de peligro inmediato a la hora de tomar la decisión.

El protocolo fue el mismo que se habría seguido en caso de enfrentar condiciones climatológicas adversas, daños por inundación, problemas con los hinchas, etcétera: terminar el partido el mismo día o al día siguiente.

¿Podían haber salido de la norma y cancelar el partido con resultado 0-0, o intentar encajarlo entre el final de la fase de grupos y el inicio de las rondas de eliminación? En teoría sí, pero esto habría impuesto un precedente y planteado una serie de problemas adicionales. El primer supuesto habría perjudicado la integridad del torneo. Al igual que el segundo, con el problema agregado de obligar a los futbolistas a jugar dos encuentros en un lapso de tres días. Y lo más importante, ninguna de las federaciones lo pidió.

Al final, las partes involucradas trataron el caso como habrían tratado una lesión grave sufrida por un jugador estrella. Fue un caso muy lejos de lo ideal, y los jugadores habrían cargado con las cicatrices de lo presenciado por ellos. Pero nada era ideal en dicha situación.

Los críticos de Luis Enrique no ven el panorama y aumentan la presión sobre España

Tal como lo redacté en su momento, no creo que España haya tenido una actuación mediocre en su encuentro contra Suecia. A veces, los partidos simplemente se desarrollan así. Eso no ha evitado que el seleccionador Luis Enrique sea objeto de una tonelada de críticas en su país tras el empate 0-0, con muchos de ellos imitando a Chicken Little, gritando que el cielo está a punto de caer.

Algunos querrán repasar la historia y ver la forma en la que España se impuso en el Mundial de Sudáfrica 2010, torneo en el cual perdieron en su debut y vencieron en todos los encuentros de eliminación por marcador idéntico (1-0). Otros querrán tomar en cuenta que esta plantilla sólo necesita algunos ajustes; por ejemplo, más Gerard Moreno en la delantera y una pizca de Thiago Alcantara en el mediocampo, en vez de una remodelación completa.

Esta selección tiene sus límites (claro que los tiene) y Alvaro Morata seguirá siendo inconsistente (si mantiene la titularidad, algo que no podemos asegurar en ningún aspecto). Sin embargo, me parece que La Roja se encuentra en el camino correcto.

Southgate se deslinda de seleccionadores de Inglaterra del pasado

Quienes han seguido de cerca al combinado de Inglaterra por largo tiempo saben bien que, los técnicos a cargo de los “Tres Leones” en tiempos pasados solían gestionar mediante consensos. Por eso, muchas selecciones inglesas parecían ser una colcha de retazos, conformada por los 11 mejores jugadores, con la finalidad de complacer el sentimiento nacional y una prensa local con influencia desproporcionada.

No es el caso de Gareth Southgate. Contra Croacia, desplegó por la izquierda a Kieran Treppier, lateral derecho de oficio; eligiéndole sobre Luke Shaw y Ben Chilwell. Raheem Sterling fue titular en el cuarteto de delanteros, preferido sobre jugadores de la talla de Marcus Rashford y Jadon Sancho (quien podría considerarse como el futbolista más talentoso con el que cuenta Inglaterra). Kalvin Phillips, quien probablemente habría terminado viendo la Eurocopa por televisión si el torneo se hubiese disputado el pasado verano, no sólo fue titular, sino que lo hizo en una posición distinta, más a la delantera, a la que suele desempeñar con el Leeds United a nivel de clubes. Southgate dista de ser perfecto y, a pesar de la victoria 1-0, podemos ver fallas en esta actuación. Sin embargo, el seleccionador inglés ha pasado suficiente tiempo en su puesto como para saber que el XI titular no es un concurso de popularidad, y que a veces, el todo es mayor a la suma de sus partes.