ESTAMBUL -- La árbitro francesa Stéphanie Frappart se llevó los reflectores en la final de la Supercopa de Europa entre Liverpool y Chelsea, pues la silbante de 35 años invalidó dos goles a los Blues y le concedió un penal al conjunto dirigido por Frank Lampard dentro del duelo que se fue hasta la tanda de penaltis para definir al mejor club de Europa.
Desde el silbatazo inicial, Frappart lució segura en sus decisiones y controló el juego de buena manera. Pese a estar en comunicación permanente con los árbitros del VAR, la francesa no titubeó al momento de confiar en sus asistentes, pues también mostraron seguridad con las banderas en las líneas de banda.
La primera polémica llegó al minuto cuatro con una posible mano de Christensen en el área. El zaguero del Chelsea recibió un golpe con el esférico en los brazos, pero Frappart dejó correr la jugada, pues no consideró la intervención para penal.
Luego, al 40’, Pulisic recibió un pase a profundidad y definió de buena forma para vencer a Adrián y poner el 0-2 momentáneo, aunque la asistente dos levantó la bandera y Frappart reiteró el fuera de juego. En tanto que al 83’, Mount también quedó en fuera de juego para que la silbante les anulara su segundo tanto de la noche.
En los tiempos extras y con la ventaja para Liverpool, Frappart concendió un penal que sirvió para que el Chelsea igualara el marcador. Tras la pena máxima, el duelo ya no sufrió incidencias en las que la francesa tuviera que tomar una decisión arriesgada.
Frappart pasó a la historia por ser la primera mujer en comandar una final varonil de UEFA. Anteriormente, la francesa fue quien dirigió la final del Mundial Femenil el pasado julio en Francia.