¿Podrán Campos y Galtier desactivar semejante bomba de tiempo que se ha activado? Ya veremos.
Desde hace dos temporadas he relatado cada partido del París Saint Germain. Ha resultado una experiencia interesante por dos vertientes siempre vigentes: una que tiene que ver con lo deportivo y otra con lo extradeportivo. Debo confesar que la segunda le está ganando en interés a la primera, y más en la temporada actual en la que tal parece hay una bomba de tiempo que empezó a correr cuando le renovaron contrato a Kylian Mbappé hasta 2025.
Tres pesos completos son demasiados para un mismo vestidor. Leo Messi, Neymar y Mbappé no solo son cracks mundiales, son los buques insignia de las tres principales selecciones candidatas a ser campeonas del mundo en Qatar 2022, en el país que inyecta todos los recursos al PSG.
La renovación de contrato que le dieron a Kylian Mbappé para que no se fuera al Real Madrid lo convirtió en el jugador mejor pagado del planeta, ¡y tal parece que lo mandó lejos del mismo! No solo iba involucrado un dineral, también una serie de condiciones que le dieron más poder en el equipo para no vivir a la sombra de Neymar y Messi.
La realidad es que Mbappé ejercía su poder en la cancha con su rendimiento, sin necesidad de cláusulas especiales. ¡Hombre, lleva cuatro títulos de goleo consecutivos! Su regularidad no se debate. Pero tal parece que el protagonismo, el ego, se está convirtiendo en un agregado que no había aflorado en Mbappé.
De otra forma no se explican los desplantes que tuvo contra el Montpellier apenas en la jornada dos de la Ligue 1. Falló un penal y el siguiente Neymar no le permitió cobrarlo, y también hay una jugada en que renunció a seguir con una carrera de medio campo cuando no le pasaron el balón. Esas rabietas eran propias del Neymar más desubicado y no de Mbappé. ¿Qué pasó en el camino? “Si quieres conocer a una persona, dale poder”, frase célebre que nos da una pista muy certera.
Vayan ustedes a saber qué tantas concesiones le dieron en su renovación de contrato. Medios locales aseguran que él mismo autorizó la elección de Luis Campos como director deportivo, con quien fue campeón en el Mónaco. Campos a su vez contrató al entrenador, Christophe Galtier, tipo serio y profesional. De ser así, ¿qué tanta autoridad tendrían con el niño mimado de París?
Tres egos muy grandes se juntaron en la Ciudad Luz. Les anticipo, no les va a penalizar en la Ligue 1. ¿Por qué? Porque tienen en su plantilla a 14 de los 15 futbolistas mejor pagados de Francia; aun jugando mal ganan los partidos por golpes de calidad; es mucha la diferencia. Pero en Europa la factura puede ser muy pesada. Ante los Liverpool, Manchester City, Real Madrid, Bayern Munich es muy difícil ganar y más si tienes división en el vestidor. ¿Podrán Campos y Galtier desactivar semejante bomba de tiempo que se ha activado? Ya veremos. Además, en el camino se atraviesa el Mundial.