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Manchester United realmente necesita que Erik ten Hag sea quien finalmente triunfe donde muchos antes fracasaron

Erik ten Hag es la última tirada de dados de Manchester United y sus propietarios, la familia Glazer. El próximo mes de mayo se cumplirán 10 años desde que el club ganó por última vez el título de la Premier League, y si Ten Hag se convierte en el quinto entrenador permanente que no logra recrear los días de gloria que el club disfrutó bajo la dirección de Sir Alex Ferguson, United y los Glazer ya no tendrán adónde recurrir.

United y los Glazer apuestan por que Ten Hag sea el hombre adecuado, y a pocos días del inicio de su nueva temporada de Premier League con un partido local contra Brighton & Hove Albion el domingo, estamos a punto de descubrir si está a la altura, o si se trata de otro nombramiento exagerado que sufrirá el mismo destino infeliz que sus predecesores.

Fuentes le informaron a ESPN que, tras haber entrevistado al entrenador de Ajax, Ten Hag, y al entonces DT de Paris Saint-Germain, Mauricio Pochettino, como los últimos dos candidatos al puesto a principios de este año, la sensación de que Ten Hag tenía cierta "vibra" y parecía ser un hombre en ascenso convenció a los Glazer de contratar al técnico de 52 años.

Y una vez tomada la decisión, los Glazer y el director ejecutivo Richard Arnold le dieron luz verde a Ten Hag para que hiciera borrón y cuenta nueva mientras United, una vez más, intenta reiniciar la maquinaria de Old Trafford.

Le permitieron perseguir sus objetivos en el mercado por delante de los jugadores que se encuentran más arriba en la lista de posibles fichajes del club -- el lateral izquierdo de Feyenoord, Tyrell Malacia, y el defensor de Ajax, Lisandro Martínez, estaban en el radar de United, pero no eran objetivos hasta la llegada de Ten Hag. Y el nuevo entrenador ganó rápidamente su batalla para sumar al cuerpo técnico al ex asistente de Ferguson, y más tarde seleccionador de Inglaterra, Steve McClaren, a pesar de la resistencia de algunos miembros de la dirigencia.

Ten Hag también ha sido respaldado en su decisión de inculcar un mayor sentido de disciplina en el plantel de jugadores, y sus comentarios francos sobre la "inaceptable" decisión de Cristiano Ronaldo de abandonar Old Trafford antes del final del amistoso del domingo pasado contra Rayo Vallecano indican que el neerlandés ha recibido la autoridad de sus jefes para ser duro con cualquier jugador que no cumpla con sus exigentes normas.

Pero ya hemos visto y oído todo esto antes de United en la era post-Ferguson. Todos los nuevos DTs fueron presentados como salvadores, sólo para acabar quemados por la experiencia de dirigir el club.

United ha intentado todos los caminos posibles para volver a la cima desde que Ferguson se retiró después de ganar su 13º título, y el 20º del club, al final de la temporada 2012-13, pero una combinación de malas decisiones, un pésimo desempeño en las contrataciones y falta de experiencia y visión en la dirigencia conspiraron para dejarlos en la situación en la que se encuentran ahora, de desear desesperadamente que Ten Hag realmente sea el nombramiento correcto.

David Moyes, el sucesor de Ferguson, era el candidato de la continuidad; el escocés estaba cortado con la misma tijera que Ferguson y tenía la reputación de construir equipos en Everton. Pero Moyes, apodado "El Elegido", nunca había ganado un trofeo importante ni había trabajado para un club de la talla de United, y pronto lució más como "El Congelado" antes de ser despedido tras menos de una temporada, en la que el equipo pasó de ser campeón a terminar séptimo.

Louis van Gaal fue contratado en 2014, a pesar de no haber estado al mando de un club desde su despido de Bayern Munich en 2011, y fue considerado el hombre que iba a aportar autoridad, liderazgo y mentalidad ganadora al equipo. Pero United, manejado por el vicepresidente ejecutivo, Ed Woodward, le dio a Van Gaal rienda suelta en el mercado de pases, y una serie de fichajes desastrosos que incluyeron a Bastian Schweinsteiger, Ángel Di María y Memphis Depay, definieron tu tiempo al mando, que terminó dos años después con los jugadores y los fans quejándose por su fútbol aburrido y desactualizado.

El ganador serial, José Mourinho, iba a ser el catalizador para el renacimiento de United en 2016, pero tras ser despedido por Chelsea y Real Madrid en sus trabajos anteriores, no contó con el carisma y el aura de los inicios de su carrera y, después de invertir cuantiosas sumas de dinero en jugadores como Paul Pogba y Romelu Lukaku, además del fiasco del pase libre de Alexis Sánchez, se marchó en diciembre de 2018 con el plantel habiendo perdido toda la fe en quien alguna vez había sido considerado "The Special One".

Ole Gunnar Solskjaer, quien fue definido como el "antídoto" de Mourinho por una fuente de United a ESPN, no cumplió con las expectativas como entrenador, habiendo sido despedido anteriormente por Cardiff City tras el descenso de la Premier League, pero su status como leyenda de United le aseguró un respeto instantáneo por parte de los fans y su actitud amigable hizo que se pueda ganar la aprobación de los jugadores de inmediato.

Pero Solskjaer no logró estar a la altura, le faltó visión táctica o personalidad para poder llevar a United a la cima nuevamente, y fue despedido el pasado noviembre tras una seguidilla de resultados humillantes que incluyeron una derrota por 5-0 en casa contra Liverpool.

Moyes, Van Gaal, Mourinho y Solskjaer – todos tenían signos de interrogación sobrevolando por encima de ellos cuando fueron contratados, pero United los contrató de todas maneras.

Ten Hag tiene respuestas que responder. ¿Está listo para soportar la presión que viene acompañada del hecho de ser el entrenador del club más grande en la liga de más alto perfil en el mundo? ¿El éxito con Ajax en la Eredivisie podrá convencer a su actual plantel que él cuenta con las cualidades tácticas que harán que el equipo y los jugadores puedan mejorar lo suficiente como para desafiar a Manchester City y Liverpool?

Las señales iniciales en la pretemporada han sido prometedoras. Ten Hag parece haber impuesto su autoridad rápidamente y se ha ganado a sus detractores gracias a la claridad de sus demandas sobre el equipo y, sobre todo, tiene a los seguidores de su lado. Pero la pretemporada siempre ha sido una guía poco confiable para lo que los espera más adelante. Van Gaal ganó los cinco partidos de pretemporada, pero luego perdió el primer partido de la Premier League en casa contra Swansea y tuvo dificultades para recuperar el impulso.

Ten Hag no se puede dar el lujo de repetir el mismo paso en falso este fin de semana. El humor y el impulso son realmente importantes en un juego que ha pasado a estar dominado por la reacción en las redes sociales, y una derrota dará lugar a una catarata de críticas. Pero ese es el precio que tienes que pagar como entrador de Manchester United. Es un trabajo que no perdona, pero Ferguson también ha demostrado que las recompensas pueden ser inmensas.

Ten Hag simplemente necesita ser todo lo que Moyes, Van Gaal, Mourinho y Solskjaer deberían haber sido, pero no lo lograron – un entrenador capaz de dominar el vestuario y la sala de conferencias. Pero lo más importante es que necesita demostrar que es un ganador.