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Trío belga que vale 300 millones, Chelsea lo ignoró; ahora lo necesita

LONDRES - En la derrota del pasado miércoles por 3-0, en casa contra Bournemouth por la Premier League, muchos aficionados del Chelsea sintieron la falta de un atacante matador e incluso de una media infalible en las asistencias.

Pues saben que ya estaban ahí, pero fueron completamente ignorados por Roman Abramovich y los técnicos que trabajaron en Stamford Bridge.

El trío Kevin De Bruyne, Romelu Lukaku y Michy Batshuayi, curiosamente integrantes de la llamada "gran generación belga", estaba formado por tres de las grandes promesas de los Blues, pero por su poca participación o por no cumplir con el nivel deseado fueron liberados.

Hoy, juntos, valen 198 millones de libras esterlinas (280 millones 475 mil dólares) según informaciones del sitio especializado Transfermarkt.

ROMELU LUKAKU

El enorme atacante zurdo llamó mucha la atención tras destacarse actuando militaba en el Anderlecht de Bélgica entre 2008 y 2011. Aún muy joven y considerado uno de los talentos más prometedores, fue comprado por 13,5 millones de libras (19 millones 100 mil dólares), pero nunca logró demostrar el fútbol que esperaban de él.

Lukaku, entonces, duró sólo un año y en agosto de 2012 acabó prestado al modesto West Bromwich, donde podía actuar con más frecuencia. Por el equipo de los Hawthorns jugó 38 partidos en total, con 17 goles marcados, pero nada que entusiasmara a la comisión técnica del Chelsea.

Después, fue a préstamo al club que tal vez más lo necesitaba: el Everton. En la "Tierra de los Beatles", el delantero se convirtió en ídolo, acumulando en sus dos pasajes, una por préstamo, otra en definitiva, 87 goles en 166 partidos.

En julio del 2017, Lukaku, ya lejos de la vista de los Blues, fue contratado por un valor estratosférico por el Manchester United: fueron 76,2 millones de libras (107 millones 769 mil dólares) pagadas por los Red Devils, donde infló las redes 18 veces en 35 duelos - promedio de más de 0,5 gol/juego - y se convirtió en uno de los atacantes más letales del fútbol mundial.

KEVIN DE BRUYNE

El que vea al mediocampista De Bruyne como uno de los mejores jugadores de Europa, principal asistente de la Premier League actual y pieza fundamental en el esquema de Pep Guardiola en el Manchester City, puede no recordar, pero es verdad: De Bruyne fue jugador del Chelsea.

El crack llegó a Stamford Bridge el último día de la ventana de enero de 2012 por 7,2 millones de libras (10 millones 182 mil dólares) del Genk de Bélgica. En el contrato estaba estipulado que él seguiría hasta el final de aquella temporada en el club que lo había debutado y, después, más experimentado, regresaría a Inglaterra.

Esto, sin embargo, no se produjo, ya que en la mitad de la temporada 2013-14 De Bruyne se fue a préstamo, esta vez al Werder Bremen de Alemania. Con 34 partidos, diez goles y diez asistencias, le dieron para otra transferencia a otro club germano, el Wolfsburgo, por 19,8 millones de libras (28 millones de dólares).

Su éxito fue tal que el City no dudó en pagar aún más por él, un año y medio después: 66,6 millones de libras (94 millones 192 mil dólares), convirtiéndolo en la mayor contratación de la historia de los Citizens.

MICHY BATSHUAYI

En el caso de Batshuayi, ni los dos goles marcados en el partido de la Copa de Inglaterra contra el Newcastle la semana pasada fueron suficientes para que Antonio Conte se quedara satisfecho con el delantero de 24 años.

Tanto es que en el último día de la ventana de transferencias del invierno, decidió aceptar la compra del francés Olivier Giroud y ceder Batshuayi por una tasa de 1,3 millones de libras (1 millón 838 mil dólares) al Borussia Dortmund, en un préstamo hasta la próxima temporada.

Contratado del Olympique de Marsella, en 2016, era uno más de aquellos que mucho se esperaba con la camisa de los Blues. Sin embargo, fueron 53 partidos y 19 goles marcados.

Actualmente, es el sustituto de Pierre-Emerick Aubameyang en el Dortmund, que se trasladó al Arsenal.