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Solskjaer y United arrancaron bien otra vez ante un Chelsea de Lampard que perdió por paliza

Ole Gunnar Solskjaer era reconocido por sus buenas definiciones como jugador, pero el DT de Manchester United ahora está desarrollando una reputación por sus impresionantes inicios.

Solskjaer ganó sus primeros ocho partidos como DT interino la temporada pasada tras el despido de José Mourinho, y a pesar de la preocupación de los fans porque United no habría hecho lo suficiente durante la ventana de pases para meterse entre los cuatro primeros, su equipo arrancó con todo la nueva campaña de la Premier League, propinándole una paliza de 4-0 a Chelsea en el primer partido de Frank Lampard como DT.

La promesa con la que arrancó la campaña pasada acabó por diluirse y terminó de la peor manera: United solamente ganó dos de sus últimos 12 partidos. Pero su sólido inicio fue suficiente para que lo nombraran DT permanente y para restablecer cierto positivismo en Old Trafford.

El ímpetu es una palabra importante en el deporte profesional, y Solskjaer acumuló mucho con este gran arranque, que podría llevar muy lejos a su joven equipo.

Por primera vez en meses, United jugó con brío, ambición y un despreocupado sentido de disfrute; hasta Paul Pogba, quien dejó en claro que estaba decidido a irse este verano, jugó como si estuviera contento de estar donde está, en lugar de mostrarse enfoscado para que lo envíen a otro lado.

Pero, mientras que Solskjaer creó un trampolín clave de cara al partido visitante contra Wolves el 19 de agosto, Lampard descubrirá que nadie quiere estar en la cara opuesta. Ningún DT de Chelsea ha tenido un peor debut desde que Danny Blanchflower sufrió una derrota por 7-2 ante Middlesbrough en diciembre de 1978. Lampard no tiene donde esconderse.

"Cometimos cuatro errores, y ellos capitalizaron", explicó. "Es un golpe de realidad para todos. Somos Chelsea. No queremos venir aquí y perder 4-0. No fue un partido de 4-0 durante largos períodos, pero tenemos que aceptarlo".

El próximo desafío de Chelsea es el partido de la Supercopa de Europa este miércoles contra Liverpool en Estambul, partido que ha cobrado importancia por la necesidad de frenar la dinámica negativa antes de la visita del ambicioso Leicester City de Brendan Rodgers a Stamford Bridge el próximo domingo.

Luego de pasar 13 años en el club jugando bajo la dirección de varios técnicos, Lampard conoce a Chelsea lo suficientemente bien como para comprender que puede ser difícil cambiar el rumbo de un gigante que se desplaza en la dirección equivocada. Debe encontrar la manera de ganar rápido, aunque Eden Hazard se haya ido a Real Madrid y N'Golo Kanté, Antonio Rudiger y Willian no estén en óptimas condiciones físicas.

Lampard simplemente tiene que salir a flote después de una mala experiencia en Old Trafford, donde ganó la temporada pasada con Derby en la Carabao Cup. Su segunda visita como entrenador ha sido una experiencia dura porque tuvo que enfrentar a un equipo local que jugó con ritmo, energía y sed de victoria.

Es cierto que Chelsea estuvo cerca de abrir el marcador cuando Tammy Abraham le pegó al poste y más tarde, cuando iban 1-0, vio a Emerson Palmieri pegarle al travesaño (demostrando que el lugar de United en la cima del ESPN Luck Index ha sido justificado), pero la historia de la performance ganadora de United tuvo dos caras, mientras que Solskjaer fue reivindicado por darles a los jugadores jóvenes una chance de impresionar y por trabajar duro en el estado físico del escuadrón en la pretemporada.

"Mientras mejor preparado estés físicamente, más cosas podrás hacer”, dijo. “Es tan simple como eso. Los muchachos han estado trabajando duro, pero apenas es el comienzo. Todavía tenemos que seguir trabajando duro”.

Parte de la alineación de United promedia una edad por debajo de los 24, y eso quedó en evidencia por momentos, con crudeza en el mediocampo y en el frente, donde la sociedad de Marcus Rashford y Anthony Martial ofreció más ritmo y movimiento que cualquier otra línea delantera que hubiese incluido a Romelu Lukaku, quien fue vendido a Inter la semana pasada.

No fue hasta el segundo tiempo, con Chelsea persiguiendo el partido, que las cualidades de Rashford, Martial y Pogba realmente salieron a la luz. Mientras tanto, la presencia en el fondo de Harry Maguire, el defensor más caro del mundo con un valor de £80 millones, hizo una gran diferencia ante la solidez de United, con el defensor Aaron Wan-Bissaka también mejorando el área defensiva.

Lo lindo del impulso es que cuando está a tu favor cosas buenas suceden, la confianza fluye y los jugadores juegan a la altura de lo que sugiere su talento. Por ejemplo, el pase de largo alcance de Pogba a Rashford para dar lugar al tercer gol de United -- unos 95 segundos después de que Martial había puesto el partido 2-0 – mostró al mediocampista francés en su mejor versión.

Y con nueve minutos restantes, Pogba mostro su calidad una vez más mientras que avanzó antes de liberar al sustituto Daniel James para anotar. El gol del debutante, como los que le precedieron, fue celebrado por todos los jugadores tanto dentro como fuera de la cancha como un grupo. Para coronar, el portero David De Gea logró que nadie convierta en su arco en la liga por primera vez desde febrero.

Este era el primer partido para ambos escuadrones, y es cierto que el marcador dejó contento a United y fue duro con Chelsea, pero Solskjaer está en medio de un buen impulso, que tiene que ser aprovechado para asegurar que no se repita la historia del año pasado. ¿En cuanto a Lampard? Ha podido vislumbrar el tamaño de la tarea que tiene por delante esta campaña.