Andros Townsend ha revelado que perdió £46,000 (cerca de 60 mil dólares) en una noche mientras luchaba con una adicción al juego.
El extremo del Crystal Palace, que tiene 13 partidos con la selección de Inglaterra, fue multado en junio de 2013 por la Asociación de Fútbol y suspendido por cuatro meses por violar las regulaciones de apuestas y resultó ser un punto de inflexión en su carrera.
Townsend ha explicado cómo una mezcla de personalidad adictiva y aburrimiento lo llevó a descargar una aplicación de apuestas durante uno de sus nueve períodos de préstamos lejos de Tottenham y que pronto se salió de control.
Townsend escribió en The Players Tribune:
No bebo. No consumo drogas. No creo haber estado en un club nocturno en mi vida. Y aun así, conseguí perder 46 mil libras con solo un toque en mi teléfono. Ni siquiera tuve que salir de mi habitación.
Probablemente soy el único muchacho en la historia en perder £46,000 acostado en la cama un miércoles por la noche en Blackpool. Esta no es una historia de un Golden Boy. Dejemos eso claro de inmediato.
No hiciste clic en un cuento de hadas, lamento decírtelo. No me gusta hablar demasiado sobre mí, así que no estoy contando esta historia para todo el mundo.
Lo digo para las personas que han sido golpeadas, para aquellos que han sido mal entendidos, deprimidos, perdidos y especialmente aquellos que han luchado contra la adicción.
Townsend tenía 10 años cuando su medio hermano Kurtis murió en un accidente automovilístico y admitió "el dolor ha estado conmigo toda mi vida" antes de resaltar la montaña rusa de emociones que tuvo en la primera parte de su carrera profesional.
El texto continuó diciendo:
Fui prestado a cinco clubes más antes de volver a casa con el Tottenham, y creo que ahí es donde realmente comenzaron los problemas.
Puedo recordar exactamente dónde estaba cuando tuve mi primera apuesta. Me aburrí en una habitación de hotel al entrar la noche antes de un partido, y vi un anuncio en la televisión para una aplicación con una apuesta gratis.
Descargué la aplicación y tuve una pequeña apuesta para pasar el tiempo. En unos pocos meses, estaba fuera de control. Seguí perdiendo. Seguí intentando salir del agujero. Luego, en un abrir y cerrar de ojos, era completamente adicto.
Recuerdo cuando estaba en Birmingham, fue la noche antes de nuestro juego de semifinales de play-off. Estaba acostado en la cama, tratando de descansar. Este fue el partido más importante de nuestra temporada, y no pude conciliar el sueño. Seguí revisando mi teléfono, haciendo más apuestas. Esa noche, perdí £46,000 en un solo partido.
Fui a buscar asesoramiento para mi adicción al juego. Y eso no solo salvó mi carrera futbolística, sino que probablemente también me salvó como ser humano .