Tanto el equipo del Manchester United como su estrella Paul Pogba sufren de una bipolaridad en los dos torneos
Cuando Paul Pogba se acercó a la zona de entrevistas en Old Trafford sólo 15 minutos después de la derrota del domingo por 1-0 contra el Arsenal, se podía ver la frustración, la rabia y la decepción en su cara. Una pequeña broma apenas le hizo sonreír. Estaba en directo en la televisión francesa, y tenía un mensaje que enviar.
El tema más desconcertante para él era quizás el contraste entre la forma que el Manchester United ha mostrado en Europa -dominando al PSG (2-1) y al RB Leipzig (5-0) en las últimas dos semanas- y sus resultados en la Premier League, donde sólo ha ganado dos veces (Brighton y Newcastle) y está en el 15º lugar de la tabla.
"Es tan extraño. No puedo explicarlo. Ojalá tuviera la respuesta", dijo.
El contraste entre la versión del Manchester United en la Premier League y la versión europea también es válido para el propio francés de 27 años. Estuvo muy bien contra el Leipzig, dando una magnífica asistencia a Mason Greenwood, jugando con el delantero en el mediocampo de diamante montado por Ole Gunnar Solskjaer. Estaba a la izquierda de ese diamante, que siempre ha sido su mejor posición.
Contra el Arsenal el domingo, fue muy decepcionante. Perdió el balón 15 veces, ganó sólo cuatro de los 16 duelos y sólo tuvo un pase clave. No pudo escapar del marcaje de Thomas Partey, lo que le impidió influir en el juego de forma positiva.
Pogba sabe que no estuvo bien. La gente que cree que está contento con la situación está equivocada; salió públicamente después del juego precisamente para demostrar lo mucho que le importa.
El debate sobre Pogba -sus actuaciones, su consistencia, su futuro en el Man United- ha estado en marcha desde que regresó a Old Trafford en julio de 2016. Él es, por puro talento, uno de los mejores mediocampistas del mundo. No hay nada que no pueda hacer. Sin embargo, han sido cuatro años de altibajos para él a nivel de club... algunos dirán que también han sido más bajos que altos. Para obtener lo mejor de él, necesitas una estructura alrededor de él. Necesitas jugar con un plan, como el United hizo contra el Leipzig y contra el PSG cuando él entró.
Contra el Arsenal, no había nada. Ningún movimiento, ninguna táctica y ninguna reacción, incluso después de que quedara bastante claro lo dominantes que eran los Gunners en el mediocampo. Pogba pasó su segundo tiempo en el lado izquierdo en la formación 4-2-3-1 que jugó Solskjaer. Contra el Chelsea una semana antes, Pogba entró casi como segundo delantero, justo detrás de Edinson Cavani. Estas no son sus mejores posiciones. Es cierto que su talento debería significar que puede jugar bien independientemente de donde juegue. Pero en un equipo que ha sido bastante disfuncional a veces y sin una verdadera fuerza colectiva, no es fácil.
Más allá de su confusión por la forma inconsistente del United, también asumió toda la responsabilidad por la derrota. Cometió "un gran error" al regalar el penal decisivo cuando llegó tarde al balón contra Héctor Bellerin. Hay que valorar el hecho de que reconoció su error y habló de ello. Podría haberse quedado en el vestuario y no haber dicho nada, pero es uno de los líderes del Manchester United y quiere actuar como tal. Así que salió.
Pogba también habló sobre las complicaciones del United en Old Trafford.
"El plan del Arsenal era claramente bloquearnos a Bruno y a mí. Deberíamos haber encontrado una forma de lidiar mejor con ello. Deberíamos haber encontrado soluciones para poder tener más espacio. Lo sabíamos, pero no podíamos impactar el juego como queríamos", dijo. "Esto no es suficiente. Tengo que hacer más, lo sé. Tenemos que hacerlo como equipo también.
"No podemos aspirar a la cima cuando no ganamos en casa en la liga".
También hay un problema de salud. Para explicar (o intentarlo) su falta sobre Bellerin, Pogba dijo a la BBC Sport que estaba sin aliento y le faltaba claridad de pensamiento cuando intentó conseguir el balón antes que el español y falló. No olvidemos que pasó casi 10 meses fuera la temporada pasada debido a las lesiones, que no tuvo una verdadera pretemporada e incluso que dio positivo en COVID-19 en septiembre y tuvo que aislarse durante dos semanas, obligado a entrenar por su cuenta en su jardín. Considerando su tamaño y su estilo de juego, Pogba tiene que estar en su mejor forma física para poder jugar al máximo.
Obviamente las preguntas sobre su futuro inevitablemente regresarán. Está bajo contrato hasta junio de 2022 y ahora mismo, su futuro es la menor de sus preocupaciones. Lo que más quiere es arreglar las cosas en el campo con el Manchester United. Los próximos dos partidos, ante el Estambul Basaksehir en la Liga de Campeones y ante el Everton en la Premier League, serán cruciales para acallar sus críticas.