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Hirving Lozano empieza de cero tras salida de Ancelotti del Napoli

El mexicano Hirving Lozano llegó al Napoli el verano pasado como la gran estrella que necesitaba el club para volver a pelear el título de la Serie A a la Juventus y, sobre todo, para dejar su huella en Europa con los partenopei.

Cuando todavía no se han cumplido cuatro meses del arranque del curso, es más que factible decir que esos objetivos están bastante lejanos. El cuadro azulón se ha descolgado en el campeonato local, pues se encuentra fuera de los puestos que dan acceso a competiciones europeas, con siete puntos de diferencia del impresionante Atalanta. Eso sí, han conseguido la clasificación a la segunda ronda de la Champions League, pero eso no ha sido suficiente para que Carlo Ancelotti mantuviera su puesto como técnico.

El club anunció su salida tras vencer 4-0 al Genk esta semana y amarrar ese puesto en el bombo del sorteo del lunes que viene, y horas después se confirmó la llegada al banquillo del equipo de uno de los discípulos de Carletto, Gennaro Gattuso.

El cambio de guardia en el banquillo significa una oportunidad de redirigir su temporada para “El Chucky” Lozano. El mexicano, que le costó 40 millones de euros al conjunto italiano, no ha tenido el aterrizaje deseado en el fútbol europeo de primer nivel.

No sólo no ha conseguido el ex atacante del PSV asentarse en su nuevo club como titular indiscutible, es que ni siquiera sus números dan motivo para creer que pudiera llegar a conseguirlo.

Cuando prácticamente se ha consumido la mitad de la temporada, el internacional mexicano sólo ha sido capaz de anotar tres goles con su nueva camiseta. Dos de ellos han sido en partidos importantes --en su debut contra la Juventus y otro contra el AC Milan; el otro fue en Champions ante el Red Bull Salzburg--, pero sus cifras están muy por debajo de las que alcanzó en Holanda. Sin ir más lejos, el año pasado lo cerró con 40 apariciones y 21 goles en el PSV. Esta temporada, si no es capaz de aumentar su promedio goleador drásticamente, será difícil que llegue a rebasar la barrera de los 10 goles.

Por eso este cambio de entrenador debería servir como un empujón anímico para lograr alcanzar el nivel deseado en el Napoli. Lozano no guarda ningún rencor a Ancelotti, como se evidencia en la sentida despedida que le envió a través de redes sociales a quien fue, hasta hace unos días, su entrenador. Sin embargo, no es menos cierto que el técnico transalpino tal vez no utilizó al “Chucky” en su mejor posición dentro del campo, lo que obviamente afectó su rendimiento.

El mexicano es un hombre de banda, un jugador rápido y que tiene en su facilidad para el desborde su mejor arma. Fue en las posiciones de extremo, ya sea por derecha o por izquierda, donde el jugador mejores réditos dio tanto en Pachuca, como en el PSV y con la selección. Ancelotti, sin embargo, estaba empecinado en plantar al Napoli con un 4-4-2 en la cancha, con Lozano como segunda punta.

Centrar tanto su posición acabó por ahogar muchas de las virtudes del mexicano, y aunque quizás con el tiempo hubiera sido posible su aclimatación a esa demarcación, lo cierto es que en estos meses la realidad ha sido bien distinta. Lozano no ha podido desplegar todo su fútbol y las críticas han arreciado contra él.

Gattuso, como ya hizo en su etapa en el AC Milan, impondrá un 4-3-3 en el Napoli, donde --a buen seguro-- el “Chucky” ocupará una de las posiciones de banda. Será este un examen interesante que nos resuelva la duda de si el mexicano ha tenido una pobre campaña por falta de costumbre al fútbol italiano o si ha sido un problema que más tenía que ver con jugar en la posición equivocada.

Lozano tiene ante si una oportunidad única de reinventarse, de volver a empezar, y dejar estos últimos meses un tanto en el olvido, para así intentar acabar su primer año en el Napoli como la verdadera estrella que es.