Sin ningún equipo en los cuartos de final de la Liga de Campeones y con el Roma como único representante entre los mejores ocho de la Liga Europa, el fútbol italiano sigue atragantándose con las copas europeas y reflexiona sobre sus límites comparados con el nivel de sus rivales internacionales
Ya han pasado quince años desde que la selección italiana se coronara como campeona del mundo en el Mundial de Alemania 2006 y el último título europeo a nivel de club se remonta a 2010, cuando el Inter de Milán ganó la Champions en el Santiago Bernabéu. Desde entonces, el fútbol italiano no ha vuelto a llenar sus vitrinas con trofeos internacionales.
Los mejores resultados han sido cuatro finales, todas perdidas. La primera la disputó la selección italiana en la Eurocopa de 2012, cuando cayó con un rotundo 0-4 contra España y en los años siguientes el Juventus, dos veces, y el Inter, una vez, llegaron a jugarse las finales de la Liga de Campeones y de la Liga Europa, respectivamente, sin éxito.
El Juventus, que en su historia perdió siete de las nueve finales de la Copa de Europa disputadas, cayó en 2015 contra el Barcelona (1-3) y en 2017 contra el Real Madrid (1-4). El Inter alcanzó la final de la Liga Europa el curso pasado, pero cayó contra el Sevilla (1-2).
LOS NÚMEROS DE ESTA TEMPORADA
Y es que este año está siendo aún más negativo para el fútbol italiano, que registró una serie de resultados extremadamente decepcionantes en Europa.
El primero en despedirse fue el Inter de Milán, colista en la fase de grupos de la Liga de Campeones detrás del Real Madrid, el Borussia Monchengladbach y el Shakhtar Donetsk.
Y eso que los hombres de Antonio Conte están dominando la Serie A italiana con nueve puntos de ventaja sobre el Milan, segundo clasificado.
Tres de los cuatro participantes italianos en la Liga de Campeones, el Juventus, el Atalanta y el Lazio, lograron clasificarse para los octavos de final, pero todos acabaron en esa ronda su camino.
El Juventus, que en 2018 batió todo récord de gasto para reforzarse con el portugués Cristiano Ronaldo, se estrelló contra el Oporto pese a salir como claro favorito. Menos remordimientos tienen el Atalanta, eliminado por el Real Madrid, y el Lazio, que se rindió ante el todopoderoso Bayern Múnich.
En la Liga Europa, el Nápoles de Gennaro Gattuso se despidió en los dieciseisavos de final contra el Granada mientras que el Milan, el club como palmarés más internacional de Italia con sus siete Copas de Europa, acabó su camino en los octavos de final contra el Manchester United.
EL ROMA, ÚLTIMO BALUARTE
El último baluarte del fútbol italiano en las copas europeas de este curso es el Roma, el club de alma más española de Italia con hasta cinco integrantes: Borja Mayoral, Pedro Rodríguez, Pau López, Gonzalo Villar y Carles Pérez.
El cuadro entrenado por el portugués Paulo Fonseca eliminó al Braga en los dieciseisavos de final y pasó con autoridad los octavos de final al ganar ida (3-0) y vuelta (2-1) contra el Shakhtar Donetsk.
Lo hizo con un juego ofensivo, atractivo y con un Borja Mayoral que, con el doblete de este jueves, se convirtió en el máximo goleador de la competición con siete goles, empatado con el portugués Luís Miguel Afonso Fernandes "Pizzi", del Benfica, y el turco Yusuf Yazici, del Lille, ambos ya eliminados.
Pasan por el equipo de la capital las ambiciones italianas de dejar una huella en esta campaña europea.
Tocará a continuación a la selección italiana de Roberto Mancini volver a pisar una gran vitrina internacional el próximo junio en la Eurocopa, después de que los "azzurri" fallaran en 2017 la clasificación al Mundial de Rusia 2018, algo que no había pasado en los anteriores sesenta años.