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Los gigantes dormidos

El gigante ha despertado, después de muchos, muchos años. Es el mejor partido que le he visto a estos chicos del Atlas.

En mi libro, "Desde la Cancha" por Mario Carrillo y Zamudio, hay un capítulo que se llama "Los Espacios de recepción". Viendo el América vs Pachuca, es agradable ver a los Tuzos jugar con dos extremos bien abiertos y encaradores como Avilés Hurtado e Ibarra; y un centro delantero como Nico Ibáñez.

En el mediocampo tiene a Sánchez, Guzmán y por supuesto a Chávez, un agradable el mediocampo; atrás cuentan Kevin Álvarez, Tapias, Acevedo y Cabral. Simplemente quiero mencionar, que es un equipo muy vertical. Pero cuando otro equipo les juega de una manera horizontal, como el América, que tiene a un jugador como Zendejas que siempre les va a ganar en diagonal, a Roger Martínez que siempre va a ganar la diagonal y las espaldas, y ni hablar las espaldas de Federico Viñas.

Si pasa Fidalgo con dos pasos a uno de los volantes, ya está encarando solo a los centrales, éstos regalan las espaldas y regalan la parte frontal. Pachuca ataca bien, pero es el equipo que peor se defiende en el futbol mexicano. Cayó el gol de Diego Valdés, ya llevaba una oportunidad, igual que Viñas.

Al margen del resultado del América vs Pachuca en el Estadio Azteca, es un equipo tan vertical, ataca bien, pero se defiende mal.

¡Este gigante sigue dormido!

Por su parte, los rojinegros dieron cátedra de lo que es la ofensiva y la defensiva. Sus dos mejores jugadores, tanto Julio Furch y Quiñones, ayudaban en que cada despeje defensivo del Atlas, ellos eran los primeros que anticipaban a los defensas de los Tigres, recibían de espaldas y jugaban entre ellos dos.

¡Qué manera de desprenderse por fuera de Chalá! Nunca lograron alcanzarlo. En una triangulación en largo, a un despeje, a una peinada de Furch, la agarra Quiñones, se la manda a la espalda a Chalá, y por supuesto, la falta de Nahuel Guzmán.

Después vimos en un córner en contra su rechace, primero va a un defensa, después se la manda profunda a Quiñones y él, a máxima velocidad, se lleva con una facilidad a Lichnovsky. Lo dejó respirar, caminar, reír, inesperadamente tiró de media distancia, que no vio el arquero de Tigres.

Hoy, el mejor equipo, el que maneja la ofensiva y defensiva, el gran espíritu de contraataque, la recuperación de la pelota y volver a iniciar un contragolpe, ¡solo el Atlas!

Hoy, el gigante ha despertado, después de muchos, muchos años. Es el mejor partido que le he visto a estos chicos del Atlas, a su entrenador Diego Cocca, esta ida de semifinal ante Tigres.

¡Despertaron los Rojinegros del Atlas!

Esto es, Desde la Cancha, para ESPN.