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Memo Ochoa: Héroe bajo los postes... Desastre fuera de ellos

Con cuatro mundiales a cuestas —dos como titular—, experiencia en tres ligas europeas, y referente del América, la calidad de Guillermo Ochoa resulta inobjetable.

Es un portero que gana partidos, por lo general una garantía; sin embargo, cuando su carrera está en la recta final a sus casi 37 años, puede afirmarse que nunca fue capaz de superar sus principales debilidades: las salidas y el juego con los pies.

De nueva cuenta una ola de elogios se desbordó hacia el capitán de las Águilas luego de su actuación frente al Pachuca por un par de atajadas (otras dos no contaron, más allá de la calidad de las mismas), y se le catalogó como “el salvador” y responsable de mantener con vida a su equipo en la búsqueda de la Final.

Poco o nada se repara en que en la jugada en la que se señala el penalti a favor de los Tuzos por el toque de Jorge Sánchez sobre Avilés Hurtado, Ochoa lleva una buena dosis de responsabilidad.

Fiel a su estilo de juego, el guardameta no arriesga ni por error al jugar adelantado para tratar de leer y anticiparse a una posible jugada, y en la mencionada acción del penalti, pese a que el atacante colombiano se adelanta mucho el balón para entrar al área, Memo no queda ni cerca de cortar y es rebasado con facilidad.

Se afirma —con alta dosis de razón— que bajo los tres postre no hay otro como Ochoa en México; sin embargo, no existe la misma certeza cuando se habla de las salidas por alto o para cortar una acción de peligro —la de Avilés, por ejemplo—, y ya ni qué decir del juego con los pies bastante limitado del arquero tricolor.

¿Otro dato? Suma 28 penaltis sin atajar en la Liga MX, con todo y que ante los Tuzos le habrían dicho desde la banca que se tirara a la derecha e ignoró el consejo para ser engañado por Nico Ibáñez.

No se trata de cuestionar o lanzar una crítica sin sentido, pero sí de buscar un equilibrio, porque cada que Memo se lanza hay una evocación a la atajada a Neymar en Brasil 2014 y se empieza con el despropósito de que es el mejor guardameta en la historia del país, etcétera, etcétera.

Y sí, en una discusión de ese tipo nunca existirá acuerdo e influyen muchísimos factores para que cada quien afirme si es o no el más trascendente, pero valga recordar que con todo y los cinco mundiales que sumará en seis meses y su paso por Francia, España y Bélgica, Memo no se convirtió en un guardameta completo al que difícilmente se le encuentren debilidades.

Sus carencias hoy son las mismas de toda su carrera: las salidas y el juego con los pies…

Una garantía bajo los postes, sí; y un desastre fuera de ellos, también.

Mi Twitter: @montesdeoca11