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Layún, a 10 años de remontada ante Cruz Azul: Veo a mi niño interior y digo "lo logramos cab..."

El lateral del América considera que estar en un cántico de las porras es más importante que el dinero o fama que ha alcanzado como futbolista

El 26 de mayo del 2013 quedó grabado para siempre en la memoria de Miguel Layún con el título de liga que América ganó a Cruz Azul. El lateral convirtió el penal para obtener el trofeo y pasó de ser uno de los jugadores más abucheados a convertirse en uno de los más aplaudidos y ver su nombre incluido en una porra que se sigue escuchando en las gradas del Estadio Azteca 10 años después.

“...Aquivaldo lo empezó, el portero lo empato y Layún con un penal nos coronó…” es parte de la letra que cantan los grupos de animación azulcrema cada vez que se enfrentan a Cruz Azul y de la que el futbolista se siente satisfecho al formar parte de la historia del equipo emplumado.

Layún logró su primer título con los emplumados aquella noche lluviosa en el Coloso de Santa Úrsula, pero también logró el sueño de su niño interno que es “quedar en el corazón de la gente” y decirle “Cab..., lo logramos”.

Para Layún “estar en ese cántico representa eso”, lo que considera que es más importante que el dinero o la fama que puede alcanzar como jugador profesional.

“No puedo negar que es muy emotivo para mí. Creo que si le preguntas a cualquier niño que quiere ser futbolista no habla de dinero, ni fama. Cuando me lo envían y comparten es como ´buah...’. Me voy dentro de mí y le digo a mi niño dentro de mí “cab..., lo logramos”. Me llena de sentimientos, emociones y pasamos lo más difícil. Que la gente cante tu nombre no hay dinero, ni reconocimiento más grande”, aseveró el futbolista.

Layún recuerda que durante su andar desde el mediocampo hasta el manchón penal se bloqueó a todo lo que sucedía alrededor y “no tengo la menor idea” de lo que sucedía tanto en el campo, como en las gradas.

“Esa es la pregunta más común que tiene todo mundo ¿qué pensaba? porque cada uno tiene una historia de cuando me vio caminar. Nunca pensé en nada cuando iba caminando para tirar el penal. No sé si la gente me abucheaba, coreaba mi nombre, si estaban cantando o estaban en silencio. No tengo la menor idea, no sé".

"Mi único foco era la pelota y dónde la iba a patear y lo único que me pasaba por la cabeza. Cuando lo ves no pasa nada en tu entorno, estás solo tú. Solamente es pensar en patear cruzado y lo más fuerte posible”, recordó Layún sobre lo que vivió aquella final que se convirtió en un parteaguas, ya que posteriormente al título elevó su nivel.