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¿Proyecto? Sólo América, Cruz Azul, Pachuca, Tigres y Toluca

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Chivas eliminado: ¿Es el último partido de Gerardo Espinoza y de Javier Hernández? (5:14)

La mesa de Fútbol Picante debate sobre el último partido de las Chivas en la Liga MX, tras el empate ante Atlas. (5:14)

En el futbol mexicano es habitual que se utilice a la ligera la palabra “proyecto”, pero son pocos los clubes que verdaderamente lo tienen.


LOS ÁNGELES -- Proyecto. El término más manoseado, vejado y devaluado en el futbol mexicano.

Proyecto. Uso indiscriminado de la palabra. Ocurre desde la aberrante clandestinidad de la Multipropiedad, hasta equipos acaudalados. Pocos, poquísimos, lo cumplen a cabalidad.

En Querétaro y Xolos hablan de proyecto. Puede ser, si, y solo si, al igual que Mazatlán y Puebla, el proyecto sea el fracaso y la decadencia. El proyecto… o chiripazo en el Atlas le dio un Bicampeonato, pero ahora naufraga en la podredumbre, al igual que su hermano desahuciado, el Santos.

Se habla de proyecto en Monterrey. En dos años y medio suma cuatro entrenadores (Javier Aguirre, Víctor Manuel Vucetich, Fernando Ortiz y Martín Demichelis), y una veintena de refuerzos, más de trascendencia mediática que futbolera. ¿Su más reciente título? La Concachampions en 2021. ¿Proyecto? Cuando Demichelis ha salvado el pellejo entre conflictos en el vestidor, tal y como dinamitó a su paso por River Plate.

¿Que Rayados acumula gran cantidad de puntos torneo a torneo? Ciertísimo, pero más por un impulso desesperado de su costosa plantilla, que por el seguimiento puntual y exitoso de una planeación.

¿Proyectos? Por ejemplo, en las cíclicas y habituales encíclicas del fracaso por parte de Chivas, se evoca el término de proyecto. Este año, ni siquiera se arrimó al asilo de los menesterosos, el Play-In. ¿Proyecto? Veljko Paunovic, Fernando Hierro y Fernando Gago abandonan al Rebaño porque entienden que lo menos existe es un proyecto serio en el cacumen disperso de sus dueños, porque, además, los dos Fernandos, aunque lo nieguen, fueron a ofrecer sus servicios al Al-Nassr y a Boca Juniors.

¿Será que el proyecto final de Chivas es el exterminio, la eutanasia? De ser así, eligió el proceso más doloroso. En el mismo lapso que Rayados, suma siete entrenados, el octavo está por venir, y su consuelo es una Final que perdió por una batahola que al medio tiempo propició El Pollo Briseño.

¿Quiénes tienen proyecto? América, Pachuca y recientemente, así parece, Cruz Azul y Toluca. Y en Tigres, el proyecto, es una herencia que no caduca.

Hasta Necaxa tiene un proyecto, con objetivos finales más comerciales que competitivos: comprar barato, generar barato y vender caro. La cláusula de rescisión de Nicolás Larcamón y la venta de José Antonio Paradela y Agustín Palavecino, le generarán ingresos millonarios.

Necaxa pagó por Paradela 1.5 millones de dólares por el 65 por ciento de su carta. Para la ventana de pases, lo cotizará en seis millones de dólares. Y lo mismo espera recibir por Palavecino, por el que pagó 3.5 mdd por el total de su carta. En tanto, la cláusula de rescisión de Larcamón es de 3mdd.

Seguramente no habrá nunca vuelta olímpica en el Estadio Victoria, pero se convierte en un club autosuficiente y con márgenes de negocio, lo cual satisface a sus socios del NX Football USA.

PACIENCIA EN EL NIDO…

El referente puntual del término “proyecto” es el América. El Tricampeonato es el mejor aval. Un proceso que se interrumpió con la abrupta –otra vez—salida de Miguel Herrera y en la que se contrataron petardos como Sergio Díaz, y se cargó con lastres tóxicos como Roger Martínez y Nico Benedetti, por citar algunos.

Mientras el nombre de Santiago Baños era trepado al patíbulo de manera consistente, se corrieron riesgos y se sentaron bases con Santiago El Indiecito Solari, se hizo una apuesta audaz con Fernando Ortiz, hasta la llegada de André Jardine y la búsqueda hoy del Tetracampeonato, sin soslayar –por supuesto-- el fracaso innegable y ominoso en la Concachampions ante Cruz Azul.

Se armó un plantel base y se hicieron las incorporaciones correctas; con Alejandro Zendejas, Álvaro Fidalgo y el resurgimiento de Henry Martín, cuando estuvo a punto de pasar a Chivas. Luis Ángel Malagón se consolida en ese lapso, a pesar de su irregularidad reciente.

Y el ADN de Coapa ayudó. Impregnó a jugadores y entorno en una apuesta colectiva, porque incluso ha sobrevivido a malas apuestas en diferentes posiciones como un inestable Diego Valdés, un Richard Sánchez que de la banca sale a resolver partidos de Campeonato, y contrataciones que no se consolidan aún como Kevin Álvarez, Chicote Calderón o Christian Borja. Y sin embargo, los títulos llegan, y para su fortuna, Erick Chiquito Sánchez ya retomó la mejor forma de Pachuca.

Casos especiales como el de Brian Rodríguez o Rodrigo Aguirre que en momentos clave, se manifiestan, mientras que Javairo vive sus últimos partidos, más allá de una relevante exhibición, pero, estrictamente, bajo las facilidades obscenas del Puebla.

Porque un proyecto necesita, sin duda, la solidez emocional de todo un plantel, como cuando se hablaba de un vestidor partido, y la manzana de la discordia de apellido Valdés, fue sometida a la disciplina de Jardine, sin herir al grupo. Solidez sin solidaridad, no existe.

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1:50
Paco Gabriel de Anda: "Yo ya respaldaba a Vicente Sánchez"

Vicente Sánchez dirigió su primera semifinal con Cruz Azul

LA APUESTA EN LA NORIA

El recambio en Cruz Azul se dio bajo el escándalo. La llegada de Iván Alonso, con una camarilla de promotores a sus espaldas, ensuciaba las intenciones de La Máquina.

Sin duda, la fiscalización mediática, la auscultación diaria que vivía el equipo, desde la llegada del desconocido Martín Anselmi hasta la imposición de jugadores de la cartera de los representantes vinculados (Bragarnik, Pérez, Pavón, Merino), terminó por colocar el proceso en una casa de cristal.

Y fue un desarrollo fascinante. Anselmi, con sus peripecias tácticas, la mayoría tan eficientes como sorprendentes, le permitieron a Cruz Azul llegar a una Final que pierde ante América, y después a una Semifinal, para caer nuevamente ante su #ÓdiameMás.

Pero, la base se mantuvo, con jugadores clave como Rivero, Rotondi, Faravelli, Mier, Ditta, y los resurgimientos de Lira y Charly, atravesando por lesiones graves como la del Toro Fernández, la irregularidad de Giakoumakis, y agregó a jugadores como Bogusz y Chiquete.

Y cuando llegó la tormenta, por la salida violenta de Martín Anselmi hacia el Porto, la directiva elige, incluso a espaldas de Iván Alonso, jugar un albur con Vicente Sánchez, muy lejos de la baraja táctica de su antecesor, pero con mayor firmeza en el trabajo emocional y el compromiso.

¿Seguirá Vicente al mando a pesar de las rencillas con Alonso? Tan empleado es el uno como el otro. Pero, La Máquina, hoy goza de cabal salud hacia la Liguilla, y en la Concachampions aspira a la Final tras el 1-1 de visitante ante Tigres.

Los proyectos, quede claro, se mantienen a pesar de los hombres. En América el matrimonio entre directiva y Jardine, fortaleció al plantel. En Cruz Azul, la solidaridad del plantel, termina fortaleciendo las decisiones de la directiva y la llegada del nuevo técnico.

Por eso, en equipos donde hay un divorcio consistente entre plantel, cuerpo técnico y directiva, el fracaso es seguro, y las inversiones terminan siendo despilfarros.

LA REBELIÓN DE TIGRES…

Ricardo Ferretti cumplió su ciclo, pero dejó una plataforma sólida, que decidió reventar a Miguel Herrera por llamarles “GeriaTigres”; que no tuvo oportunidad de calibrar a Diego Cocca; que se jugó la vida con Dante Siboldi y consiguió el título, hasta que, nuevamente el grupo, el clan que dejó el Tuca controlando a Tigres, decidió echar a Veljko Paunovic “por un maltrato funcional”.

Y es un ejemplo claro de cómo un proyecto que parecía anquilosado puede rescatarse y convertirse en saludable, a pesar de ir contra un fundamento clave: el cuerpo técnico y la directiva.

Hoy, más allá de lo que digan Mauricio Culebro y Mauricio Doehner, hoy, este Tigres que está vivo en Liguilla y Concachampions, le pertenece a los jugadores. Lo manejan o lo manipulan, pero sin manosearlo, los jugadores. Y no puede haber una estructura mejor consolidada que la solidaridad de un plantel.

Curioso pues, sin proyecto claro entre directiva (Culebro-Doehner-Torrado) los Tigres son los vestigios con réditos aún del proyecto exitoso, poco vistoso, cierto, que armó Tuca, y que hoy, incluso, no necesita del Tuca.

Hoy Guido Pizarro, con un equipo que sin duda necesitará de una cirugía mayor para el próximo torneo, lo mantiene competitivo, y tal vez con la expresión táctica más agradable y vistosa en décadas en un equipo que terminaba siendo anodino de tan pragmático. Sí, el proyecto gremial de los jugadores rebasa la inapelable falta de proyecto de su directiva.

Cómo puede verse el proyecto ocurre a veces hasta en la accidentalidad de hechos. Decapitaron a Paunovic, montaron una democracia selectiva y se lo notificaron a sus directivos. Y nadie puede quejarse.

Pero, el próximo torneo, habrá que cortar vesículas que no han querido o no han sabido cuajar: Córdova, Láinez, Flores, etcétera. Será decisión del “Concejo y Consejo de Sabios”: Gignac, Nahuel, Carioca, Pizarro y Aquino.

LA ARISTOCRACIA DEL DIABLO…

Toluca es otro ejemplo de cómo el eje del proyecto termina siendo el estorbo del proyecto. Renato Paiva armó este Toluca. Porque los agregados que hizo Antonio Mohamed, apestan a capricho, empezando con un portero tan caro como endeble como el español Pau López, el inestable Pollo Briseño, el decadente Héctor Herrera, y sólo se salva Diego Barbosa.

¿Franco Romero? Lo representa Christian Bragarnik, promotor y amigo del Turco Mohamed, y el mediocampista sólo ha jugado tres partidos completos en el Clausura 2025.

Curioso lo del errático guardameta Pau López, pero es similar al movimiento de Mohamed en Monterrey, cuando también llevó al arquero Juan Pablo Carrizo, quien sólo participó en 28 partidos en sus dos años de contrato, pero sólo en la ya extinta –afortunadamente--, Copa Mx.

De cualquier manera, el proyecto armado por la directiva del Toluca en los tiempos de Pavia, prevalece. Hoy, sin duda, a pesar de las historias oscuras detrás del Turco (promotores, abandono de proyectos, etcétera), el equipo muestra más recursos ofensivos.

Se vuelve pues, al esquema práctico: jugadores comprometidos, con la directiva involucrada, y un técnico con experiencia en la Liga Mx, con tres títulos en la misma, y que de resolver el caos defensivo, en especial en la portería, puede acercarse al título.

Es un hecho que en la Liguilla, los Diablos Rojos con el Turco, no van a arredrar ante nadie, especialmente después del pánico evidente de algunos jugadores cuando el América los sentenció 3-0, y que por momentos, Toluca se vio superior. El Diablo se fortalecerá tras tragar la bilis de su miedo.

UNA RUTA CONOCIDA EN PACHIUCA…

Más allá de su delirio por sembrar vientos para cosechar tormentas, la irrupción de Jesús Martínez Patiño en Pachuca y en el futbol mexicano, mostró, al menos en la cancha y en el círculo de competencia, una manera exitosa de trabajar: títulos, épicas y formación de futbolistas.

Dejando de lado su amor por el conflicto político y los esqueletos fiscales y gubernamentales en el armario, Jesús Martínez ha conseguido una Copa Sudamericana, siete títulos de Liga Mx y seis de Concachampions, además de generar futbolistas con cierto protagonismo, aunque algunos, al abandonar la cuna, pierden el rumbo.

Pero, principalmente, más allá de las telenovelas que gusta armar con otros dueños de equipos, Jesús Martínez es el eje fundamental de un proyecto claro, que a veces se equivoca en la selección del técnico, pero a veces, demuestra cómo el mismo entrenador, satanizado en otros lados, puede tener nuevas oportunidades, como es el caso de Guillermo Almada, vilipendiado por Grupo Orlegi, además, a la postre, enemigo encarnizado de Grupo Pachuca.

Entre involucrarse y entrometerse, pero Martínez, y antes con Andrés Fassi, logra ser un respaldo absoluto para el trabajo del entrenador, y por ello con Almada se ha mostrado un Pachuca con espectacularidad, sin dejar de lado, la habilidad para saber escoger refuerzos extranjeros, como ocurre en este momento el veteranazo Salomón Rondón, la presentación de Kennedy y el explosivo Oussama Idrissi.

Proyecto. Sí, con hechos, y no como una palabra mal usada, ajada, maltratada, devaluada, como suele ocurrir con otros equipos.

¿Pueden hablar de proyectos genuinos, tangibles, ponderables, León, Chivas, Rayados, Querétaro, Puebla, Mazatlán, Xolos, Santos, San Luis, Atlas o hasta los mismos Pumas?

Hay, sin duda, más seriedad en lo que hoy pretende Juárez –finalmente—y lo ya explicado en el caso de Necaxa.