<
>

FMF sepulta a la Liga de Expansión; la MLS consolida su proyecto

play
La Liga MX sigue siendo superior a la MLS (2:47)

En Es Así y Punto, José Del Valle analiza qué liga es la gigante de Concacaf. (2:47)

Un proyecto semejante no existe en el futbol mexicano. Y los clubes mexicanos, en general, carecen de un esquema de fuerzas básicas


LOS ÁNGELES -- ¿Es más realista el 5-0 de Cruz Azul a Vancouver Whitecaps que el 2-1 del LAFC al América para medir diferencias entre la MLS y la Liga MX? La respuesta sigue siendo un “sí” contundente.

Sin embargo no es un reflejo del escenario global de ambas Ligas. De hecho oculta la decrepitud de una y la pujanza de otra. Sí, la primera es la Liga MX y la segunda es la MLS.

Cuando se encuartelaron entre fantasías, perversidad y excentricidades demenciales, Decio de María y Alejandro Irarragorri, para determinar que se abolía el ascenso y descenso, y que se engendraba, como un esperpento, como un mamotreto, la Liga de Expansión, se hizo un daño brutal al futbol mexicano.

Ellos, ambos, Decio e Irarragorri, narcotizados por los vapores ególatras de sus geniales ideotas, hablaban de progreso, cuando sólo consolidaban la regresión, la decadencia del futbol mexicano.

La Liga de Expansión, inicialmente, iba a tener un límite estricto de edad, de extranjeros, con una inversión respaldada por la Liga MX, e incluso contratos televisivos decentes para todos. Nada de eso existe.

Son, los clubes de la Liga de Expansión, unos parias, unos muertos de hambre en su mayoría. Es tan lastimosa y lastimera su condición que algunos deben sobrevivir de subsidios oficiales. No sólo es culpa de ellos, sino de la desidia y desprecio de la Liga MX y el contubernio en general de la Federación Mexicana de Futbol.

¿Y en dónde entra la MLS y su supuesta pujanza y vigor en ciernes? Paciencia.

Y así, mientras ya recularon, mientras ya se acobardaron, tres de los diez clubes de a Liga de Expansión que se alebrestaron para Ir a pedir justicia y el regreso del Ascenso y Descenso ante el TAS, los otros siete que firmaron el documento quedaron abandonados y desamparados. ¿Quiénes fueron los traidores, los Judas, los desertores de esa búsqueda de justicia? Fácil: Atlante, Tampico y Alebrijes.

Apareció uno de tantos e ínfimos directores de departamento de la FMF, Íñigo Riestra, a leer un comunicado cargado de amenazas e incongruencias, para advertir a los disidentes que sus 20 millones de pesos anuales no los van a recibir.

¿Coacción? ¿Extorsión? ¿Intimidación? Una práctica recurrente desde tiempo inmemorial en la Federación Mexicana de Futbol.

Tal vez, la primera vez en que el látigo de la represión se hizo estallar, fue después del Mundial de 1986. Billy Álvarez y Marcelino García Paniagua (Dios los hace y ellos se juntan) se unieron para lanzar al primero como candidato a la presidencia de la FMF.

Rafael del Castillo, doctor en Derecho y doctorado en cachirules que dejaron a México fuera de Italia’90, el mismo día de la Asamblea fue tajante: “Antes de que voten (por el futuro presidente de la FMF), les pregunto si las ganancias del Mundial (México ‘86) las quieren recibir al terminar esta junta, o de otra manera, con un nuevo presidente no se sabría cuándo”. La votación terminó 18 a 2. Billy y Marcelino, humillados.

Todos los equipos, incluso, claro, Cruz Azul y Chivas, recibieron su chequesote al terminar la sesión. ¿Extorsión? ¿Coacción? ¿Intimidación?

Obvio, para el TAS, una protesta que empieza con diez clubes y después ve cómo se retiran algunos de los rijosos, pierde todo respeto, personalidad y seriedad. Lo otros siete valientes –de momento--, estoicos, pero 20 millones más pobres.

Ahora sí, ¿Y la MLS qué pitos toca en todo esto?

La amenaza llegó desde que en 2020 se anunció la creación de la MLS Next (103 clubes con seis grupos de diferentes edades), un torneo, una liga, una división para captar y formar jugadores, que después vivió una transición complementaria con la formación de la MLS NEXT Pro, que hoy cuenta con 29 clubes, que son el puente a la MLS.

¿Se ve el contraste? Mientras que la Liga de Expansión es una especie de Jurassic Park en extinción, la MLS crea dos canales de búsqueda y recepción de talentos, con filtros específicos en cada uno de ellos, no sólo en Estados Unidos, sino en el extranjero.

Claro, no todos los que llegan a la MLS Next progresan hasta la MLS Next Pro ni todos los que clasifican a esta instancia pisan los pastizales de la MLS.

Pero al menos hay un proyecto de búsqueda y reclutamiento global, acompañados de los filtros necesarios, y una verdadera posibilidad para los jóvenes con talento, no sólo en Estados Unidos, sino en otras partes del mundo.

Un proyecto semejante no existe en el futbol mexicano. Y los clubes mexicanos, en general, carecen de un esquema genuino, legítimo, verosímil, de fuerzas básicas.

Desde 2022, 162 jugadores de diferentes etnias y nacionalidades, militantes de la MLS Next Pro han sido transferidos a los clubes de la MLS. Y simplemente en enero de 2025, 28 jugadores dieron ese salto, muchos de ellos de origen latino, principalmente descendientes de mexicanos, entre ellos, Diego Pepi, hermano de Ricardo Pepi, seleccionado estadounidense y goleador con el PSV Eindhoven en la Eredivisie.

Además, varios de esos egresados de diversas etnias y nacionalidades, ya están en el futbol de Europa, formándose en ligas menores. Por citar ejemplos: Nicholas Pechenyi (JKS 1909), delantero de 22 años. Idan Toklomati (Macabbi Petah), delantero de 20 años. Terron Williams (Olimpia, Rumania) lateral izquierdo de 20 años, etc.

De acuerdo a Transfer Market, entre los futbolistas cotizados y cotizables para Europa, en este momento, aparecen Darren Yapi (Costa de Marfil, delantero, 20 años, 1.7 mdd), Claudio Cassano (Italia, volante 21 años, 1.4 mdd), Andy Rojas (Costa Rica, 1.2 mdd), cedido por el Herediano al New York Red Buls II.

Estas son simples referencias. Pero, marcan los contrastes.

1.- La Liga de Expansión, entre amenazas, extorsiones y traiciones, se debate entre la vida y la muerte.

2.- Su equivalente en la MLS, un proyecto con dos divisiones, un total de 132 equipos, detecta y recluta jugadores de cualquier nacionalidad y etnia, la mayoría en selecciones menores.

Y no es sólo culpa de Decio de María y Alejandro Irarragorri, sino de quienes les permitieron y han permitido este proceso de decrepitud para el futbol mexicano.