MÉXICO -- Ignacio Ambriz, técnico de León, abandonó el Estadio Azteca feliz por el triunfo de su equipo y señaló que no tomó la victoria como una revancha después de su paso como estratega del América.
“Revanchas nunca las tengo. Esas las tenía cuando era jugador cuando un jugador me pegaba y yo a él. Hoy simplemente trato de ser lo más profesional que puedo y respeto mucho a este club que me dio la oportunidad de trabajar. Hoy preparé bien al equipo y sabíamos que les podíamos hacer daño”.
De la misma forma, Nacho confesó que tras la victoria en la Copa MX ante Cruz Azul, a media semana, platicó con sus jugadores para ver cómo se querían plantear el juego ante las Águilas.
“Cuando hablé con los jugadores después del juego de Copa ante Cruz Azul, les pregunté qué opinaban del partido que viene. Dijeron que jugar al tú por tú. Renato es muy peligroso y habilidoso. La función de los volantes era ayudar a los laterales. Hay veces que salen y aplaudo a mis jugadores por el esfuerzo”.
Ambriz consideró que este equipo tiene mucha personalidad y fue lo que volvió a inculcar en el seno del vestidor esmeralda.
“El equipo tiene hambre. Este equipo lleva un año sin clasificar. Es mucho lujo quedarse en la liguilla. Les pedí que tuviéramos hambre y volviéramos a competir. He buscado un equipo dinámico y hoy hemos encontrado piezas que permite defendernos bien y atacar muy bien. El equipo tiene hambre. Esto apenas empieza”.
Sobre el doblete de Ángel Mena, el timonel del conjunto del Bajío manifestó que le pidió se sintiera libre y con confianza.
“Cuando hablé con él (Mena) era que diafrutara el futbol y sacara su mejor versión. Estoy feliz con él y gente joven como Macías y Guerrero”, concluyó.