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UNAM vive las dos caras de su afición en un lapso de 10 horas

MÉXICO -- La UNAM vivió dos Clásicos este sábado con la celebración del juego estudiantil de la ONEFA entre Pumas CU y Águilas Blancas, y el partido entre los Pumas y América correspondiente a la Liga BBVA MX. Encuentros que sacaron lo mejor y lo peor de los seguidores auriazules en un lapso de solo 10 horas.

Las inmediaciones del Estadio Ciudad Deportiva albergaron durante toda la mañana a las aficiones universitarias, las cuales tuvieron como únicas peleas las vividas a través de sus porras. Ante cada cántico lanzado del IPN, los adeptos a los Pumas CU respondían con más intensidad.

Las gradas lucieron con cerca de 18 mil aficionados y en estas resaltó el ambiente familiar y estudiantil al no dejar de apoyar a los hombres que estaban en el campo.

Al final del juego y de la victoria de 28-7 a favor de Pumas CU, su afición aplaudió a sus máximos rivales deportivos, su esfuerzo y dedicaron tres “Huelum”.

El ambiente tocó el momento más alto cuando todo el equipo se acercó y guiados por su capitán comenzaron a cantar el “pimpiririmpimpim”.

“A mí me gusta el pimpiririmpimpim de la Universidad parampampam, con el pimpiririmpimpim con el pampararampampam que viva siempre Pumas de Universidad, Universidad”, reza la letra del cántico universitario.

Por otro lado, el Estadio Azteca vivió horas de tensión con el mega operativo que requirió cerca de tres mil elementos de seguridad, los cuales tuvieron algunos altercados con aficionados azulcrema y felinos.

Una hora antes del inicio del encuentro un grupo de aficionados a la UNAM comenzaron a pelearse dentro de la explanada, lo que provocó que algunos elementos de la Secretaria de Seguridad reaccionaran.

Antes del encuentro se observó también como los elementos de seguridad sacaban a algunos de los seguidores que estaban en estado inconveniente.

Además, al minuto 25 realizaron su famoso “Goyazo”, mismo que fue acompañado de pancartas y bengalas de humo que emulaban los colores de la bandera mexicana, verde, blanco y rojo. Sin embargo, algunos aficionados lanzaron otras bengalas de humo a zonas de abajo del inmueble y donde se sientan familias.

Al finalizar el encuentro, otra batalla estalló en la zona de las gradas donde se ubicaban los visitantes, lo que propició que algunos, velando por su seguridad, prefirieran abandonar el Coloso de Santa Úrsula, contrastando por completo con lo ocurrido en la mañana cuando inclusive reconocer a su rival, algo que parece muy distante en el balompié.