Fútbol Americano
Graciela Reséndiz 4y

Fernando Quirarte reveló que incluso sus nietos lo llaman 'Sheriff'

El exfutbolista Fernando Quirarte señaló que su sobrenombre 'Sheriff' ha sobrevivido casi 40 años y ahorra hasta sus nietos los llaman de esa manera.

“Tengo tres nietos, hijos de mi hija mayor, y a veces me dicen ‘Sheriff’ y me da una risa, pues sus papas les cuentan. ‘Oye, Sheriff’, en vez de decirme ‘yeyo’ que es como abuelo”, afirmó a ESPN.

El mundialista en México '86 dice que el apodo se lo pusieron dos comentaristas de televisión cuando atravesaba su mejor momento, jugando para Chivas en los años 80.

“Me lo pusieron en una transmisión Gerardo Peña y el Enrique Bermúdez; luego le pregunté al ‘Perro' por qué el ‘Sheriff’ y me dijo que por ser el ‘Sheriff del área’, que porque un sheriff en un condado es el que impone la ley y que yo imponía la ley en la defensa”, agregó el ahora analista de futbol desde su hogar en Guadalajara.

“Yo empecé a jugar en Chivas en 1975; poco a poco fue creciendo como jugador y hasta la siguiente década es cuando me fue mejor, fui campeón (86-87) y me pusieron ‘Sheriff’ en la televisión, previo al Mundial del 86; luego la gente me llamaba así y en las entrevistas, mis amigos, mis compañeros de equipo.

Fernando Quirarte recuerda que tuvo otro sobrenombre que le puso el exnarrador Ángel Fernández.

"Don Ángel me regaló unas transmisiones que todavía guardo con mucho cariño y me decía el ‘káiser’; ese apodo me gustaba muchísimo también, pero se me quedó el otro”.

Estaba arreglado con el Metz de Francia

El ‘Sheriff’ fue dirigido en la Selección Mexicana por Bora Milutinovic en esa única Copa del Mundo que disputó el exzaguero tapatío de 63 años. Su desempeño, con dos tantos que le mantuvieron durante muchos años como el goleador del Tricolor en Mundiales, le valió para que ojos del extranjero se fijaran en él. El equipo Metz de Francia quiso llevárselo a Europa a la edad de 30 años.

“Desgraciadamente, el Metz no llegó a un acuerdo con la directiva de Chivas (el presidente era Marcelino García Paniagua). Ya me había arreglado con el equipo; vinieron los promotores que llevaban la negociación. Yo ya había firmado y tenía prácticamente arreglado departamento, coche, sueldo y todo; pero al final de cuentas no se hizo. Por lo que me dijeron, mi directiva un día les pedían 10 pesos y al día siguiente 20. Mi directiva no se decidía y eso me afectó para no poder irme a Francia”, aseguró.

Además afirmó que le dio mucha tristeza que no se hiciera la negociación, porque el objetivo que tenía de emigrar no se le cumplía.

“Me quedaban como tres, cuatro años para seguir jugando y hubiera sido bonito jugar en el extranjero. En aquel entonces eran muy pocos los jugadores mexicanos que salían, creo que solo Hugo Sánchez. Me quedé y fui campeón con Chivas, aunque ahí quedó la espinita clavada”, concluyó.

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