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La barata de boletos al repechaje

De todos es sabido que el Covid-19 sacudió todos los ámbitos este 2020, en México pareció ser el pretexto para ejecutar planes que se traían en mente hace rato

Solo quedan dos fechas de fase regular en el actual torneo de Liga MX, y el último lugar de la tabla general aún podría clasificarse para repechaje. Así es, por increíble que lo parezca, el Atlético de San Luis, que de momento ocupa el décimo octavo puesto, en 15 fechas disputadas ha tenido una cosecha sumamente pobre de puntos con solo once unidades, pero de ganar los seis que están en juego y obviamente necesitando otras combinaciones de resultados, podría estar dentro de zona de repesca. ¡Bendito Guardianes 2020 y todas sus facilidades!

Al mismo tiempo no dejo de pensar en lo injusto que resulta para los equipos que entregan buen fútbol desde el arranque del torneo y que se esfuerzan por nunca salir de los primeros lugares de la tabla (nótese el caso del León), que, si bien tendrán ya su lugar asegurado a Liguilla, habrán de parar el ritmo cuando los otros ocho que están por debajo, se disputen los cuatro lugares restantes.

A estas alturas aún quedan tres boletos disponibles para repesca y 9 equipos con posibilidades. Este es el formato elegido desde el pasado mes de julio tras la Asamblea Ordinaria de Dueños, con el fin de recuperarse económicamente de las pérdidas generadas por la pandemia, a costa claro, del nivel de competencia. Eso sí, supuestamente, con el afán de hacer de esta repesca algo “atractivo” al público, serán llaves a un solo partido, pero considerando que acceden del lugar 5 al 12 de la tabla, entonces, ¿Dónde queda el atractivo?

Además, estamos hablando de casi el 70% de los equipos de primera división que entran a la “Fiesta Grande”. Y según lo dicho por el propio presidente de la liga, Enrique Bonilla, este modelo de ‘competencia’ estará a prueba por dos o tres años y, dependiendo de los resultados, se decidirá si continúa.

Y es que, si bien el repechaje en el balompié azteca surgió en la temporada 91-92, con la intención de darle una segunda oportunidad a equipos que no lograban alcanzar puestos de Liguilla, fueron contadas las sorpresas que se dieron, y la última ocasión que se jugó en México ese formato, que entonces sí era de ida y vuelta por llave, fue en el Clausura 2008. No creíamos que volvería tal modalidad, pero la pandemia ha sido la justificación de moda para muchos en los últimos meses.

De todos es sabido que el Covid-19 sacudió todos los ámbitos este 2020, el fútbol a nivel mundial no fue la excepción. Pero también es cierto que al menos en México pareció ser el pretexto para ejecutar planes que se traían en mente hace rato, digamos que se aceleró el proceso y tuvieron el argumento perfecto, para cancelar torneo, inventarse otro, desaparecer equipos, aparecer otros, nuevas plazas, etc.

Abolir el descenso quizá fue el peor golpe al espíritu de competencia, fomenta la mediocridad, ningún equipo se preocupa por cuidar sus puntos (aun no peleando el torneo) porque tienen una plaza asegurada en el máximo circuito. Ya de por sí, los clubes mexicanos dejaron hace años de tener participación en torneos internacionales como la Copa Libertadores, que no solo era un buen escaparate para los equipos y jugadores, sino también era una prueba de calidad futbolística.

Se trata de sistemas de clasificación permisivos, inclusive para aquellos equipos que han firmado temporadas más que discretas, por decirlo de manera amable y respetuosa.

En un sistema donde 12 de 18 tienen posibilidades de acceder a ‘playoffs’ y coronarse como campeón, muestra que en definitiva el torneo regular es lo menos importante. Los equipos pueden tranquilamente activarse de la mitad del torneo en adelante, o solo par de últimas jornadas, dejando entonces, los primeros partidos de fase regular como si fueran de pretemporada.

Que oportuno que estas dos fechas pendientes para definir los boletos restantes sean celebración de día de muertos y arranque del buen fin, ¡pues andamos de barata!