El futuro de Chivas

Estos temas han aquejado al equipo desde hace mucho. Después de ser campeones con Matías Almeyda, una de las razones del bajón de rendimiento fue precisamente la fiesta

En el futbol profesional, en el futbol corporativo, operativo, en la cancha y fuera de ella, de lo que se trata es de generar círculos virtuosos.

Buenos jugadores, bien gestionados, en instituciones fuertes, solventes, de la mano de planes, programas, procedimientos, alineación de objetivos, capacitación, actualización, networking, planeación estratégica, modelo de ingreso sólido, mejora continua, entre muchos otros rubros, llevan a ganar partidos en el terreno de juego y fuera de este.

Así se crean los círculos virtuosos, con buenas decisiones, con títulos, con venta de jugadores, con compra y formación de talento.

En el mundo del deporte, en el mundo del futbol, la incertidumbre del resultado está latente todo el tiempo, y por esta simple razón, la administración y operación de los clubes debe ser de excelencia.

De esto carecen muchos equipos, pero en esta ocasión me centraré en Chivas.

Desde que Jorge Vergara (qepd) compró el equipo, le resultó complicado llevar a buen puerto al Guadalajara, teniendo más años malos que buenos; siendo muchas veces él, el centro de la polémica, debido a su personalidad, a sus decisiones, a su protagonismo, teniendo uno de sus principales pecados, el cambiar mucho de técnico y jugadores, muchas veces, debido a los goles que le metieron asesores y promotores; otras veces por falta de experiencia y conocimientos.

Pero no todo fue negativo. La construcción de un nuevo estadio me pareció una gran decisión para poder detonar muchos aspectos del negocio, más allá del dolor que significó para muchos aficionados, no ver más a sus Chivas en el Jalisco.

Pero no todo fue negativo. Logró ser campeón de liga un par de veces, tener a varios de los mejores jugadores de la liga, revolucionó el marketing a través de sus innovadores desplegados.

Pero atención. Cambió también mucho de director deportivo, de director general. Confió poco en algunos que valían la pena, y mucho en varios que no merecían tal distinción.

Por momentos se alejaba mucho del equipo por sus compromisos empresariales. El fútbol actual requiere de operadores, de administradores, de liderazgos de tiempo completo.

No pudo, entonces, generar círculos virtuosos, y sí muchas veces, círculos negativos.

En el último año y medio, ha sido su hijo Amaury Vergara el encargado de llevar la presidencia del club.

En una ocasión conocí al joven heredero, al joven empresario. Me parece un muchacho inteligente, emprendedor, aunque sin muchos conocimientos de lo que es llevar un equipo de futbol. Habrá quien piense, para eso lleva expertos. Sin embargo por experiencia dentro del futbol profesional, me queda claro que debido a esto, muchas veces los engañan, no tienen una opinión de contrapeso real, por esa falta de conocimiento y experiencia.

Si le sumamos las llamadas que deben recibir de mucha gente, particularmente de “asesores” externos, la cosa se complica aún más. La mayor parte de estos personajes trabajan sólo para ellos, no son institucionales, y si pueden engañarte, lo harán.

En mi único encuentro con Amaury Vergara, noté entusiasmo, noté ganas y compromiso para con el equipo. Lo sentí conectado con un servidor en cuanto a lo que debe de ser este equipo, sus alcances, los proyectos que debe desarrollar, desde los urgentes hasta los necesarios.

Ha pasado más de un año de aquel encuentro, y sin conocer el día a día del club, veo que no ha podido encarrilar los proyectos.

Mientras siga el bajo rendimiento, los escándalos de futbolistas, la falta de compromiso, las actos y situaciones con acento negativo, difícilmente se hablará de otra cosa dentro y fuera del club, difícilmente se pondrá atención a otra cosa, a otros áreas, a otros proyectos, a otras actividades.

Estos temas han aquejado al equipo desde hace mucho. De hecho cuando salieron campeones por última ocasión de la mano de Matías Almeyda, una de las razones del bajón de rendimiento en los siguientes torneos, fue precisamente la fiesta.

Lo que pasa dentro de la cancha, los resultados, son muy importantes, que suelen desgastar mucho, obligando hacer a un lado todo lo demás. Esto no debe suceder. Siempre tiene que haber gente pensando y trabajando en el futuro.

Amaury debe meterse a fondo a la reingeniería del equipo, a buscar-quizá con Head hunter- verdaderos profesionales especialistas en todas las áreas; modificar estructuras, aparecer en medios sólo cuando sea necesario, evitar exponerse; poner operadores tan capaces como anti corrupción, recordando que donde hay dinero e intereses, hay amantes de lo ajeno.

Hablando de modificar estructuras, urge un área de inteligencia deportiva que le permita tener más y mejores profesionales, con los apoyos indicados, caso de personal especializado, de la mano de la tecnología, de una base de datos y video, para escauteo de altos vuelos, de ciencia aplicada al fútbol, de un intranet poderoso, para buscar y elegir futbolistas en territorio mexicano y en EUA.

En el área deportiva, Ricardo Peláez tiene mucha experiencia, pero una sola persona no puede ni debe cargar con tanto peso. Se requiere de un grupo de profesionales de apoyo, con metodologías y fundamentos científicos, aunque al final la decisión pase por pocas manos. La autoridad se delega, pero las responsabilidades se comparten.

Chivas vive de la cantera mexicana. Requiere de un centro de alto rendimiento a la altura de los mejores del mundo, con los mejores entrenadores de niños y jóvenes, que vengan a organizar, capacitar y actualizar a los técnicos y entrenadores mexicanos –hasta donde tengo entendido, los terrenos aledaños al estadio le pertenecen-.

Estas nuevas instalaciones deben de contar con tecnología de punta, personal altamente calificado, aulas para clases, oficinas inteligentes, y todos los apoyos tal y como sucede en los mejores equipos del mundo.

Chivas debe explotar de mejor manera su imagen en otros mercados, caso de los Estados Unidos.

Chivas requiere tener su propio networking internacional para promover a sus futbolistas en Europa y MLS, sin intermediarios, sin promotores de por medio.

Los vicios de muchos años llevará su tiempo erradicarlos. La buena voluntad es importante pero no alcanza. Hay que trabajar en muchos aspectos, fortalecer estructuras, áreas, personal; otra manera de ver el juego, el espectáculo, el negocio, que permita generar círculos virtuosos.