Fútbol Americano
Miguel Ángel Briseño 3y

La única vacuna para Cruz Azul

La vacuna para Cruz Azul está a 6 partidos de distancia, el único camino para curar un mal que ha durado 23 años

Cuando se trata de Cruz Azul, la solución solo es una: ganar la Liga. Nada, absolutamente nada más importa ni sirve.

No importa si fue Superlíder u octavo. No importa si la mejor ofensiva o la peor defensa. No importa si juegan bien o mal, si su técnico presume su condición de favoritos o si saltan como víctimas, no importa si es invierno o verano, de noche o de día, si los jugadores van o no con el psicólogo, si juegan en ayunas o empachados, o si sacaron uniformes lindos, feos o espantosos para esta temporada.

Solo. Importa. Ganar. La Liga.

Y es que uno pasa leyendo comentarios de si Cruz Azul llega en buen momento o no a la Liguilla, en su mayoría, en tono negativo. Es cierto, la Máquina no clasifica como un equipo embalado o incontenible. Pumas le arranca el triunfo y luego el empate en el Azteca en su último partido, con un campeón goleador en Jonathan Rodríguez que no lució lo que él quisiera porque falló un penal que hubiera asegurado el partido.

Entonces vienen los augurios de las 'cruzazuleadas' y una letanía de lugares comunes que la afición celeste ya está acostumbrada a escuchar. De hecho, son los mismos seguidores cementeros los que a veces maldicen con estas derrotas. Sin embargo, todo esto quedará en el olvido si Robert Dante Siboldi lleva a este equipo al título de Liga. Es, literalmente, la vacuna contra ese virus que por casi 23 años ha perseguido a La Máquina Celeste. Cura solo hay una, y cualquier otro trofeo no hará ningún efecto.

Ahora Cruz Azul tiene enfrente a los Tigres, que llegan después de eliminar al Toluca en la Repesca a pesar de sufrir bastante y con cierta polémica arbitral. Los azules cierran como locales contra el que a mi parecer era el peor rival posible. Gignac trae de cliente a la Máquina, y el equipo del 'Tuca' en modo Liguilla es muy peligroso.

Sin embargo, las circunstancias son relativas. En el Invierno 97, el último título cementero, Cruz Azul tampoco cerró de la mejor manera, después de perder en la última jornada del torneo regular ante el América con un gol de Leo Rodríguez en el Estadio Azul. En aquel certamen, el León también fue líder de la competencia. Y en el horizonte es muy probable una Semifinal León-América, como aquel diciembre de 1997, previo a la Final entre la Fiera y la Máquina.

Quizá sea hacer castillos en el aire, pero en un año tan bizarro, lo más inesperado podría suceder. Digamos que es una ventana de oportunidad que podría aprovechar Cruz Azul.

En los meses más convulsos de nuestra era, la vacuna para Cruz Azul está a seis partidos de distancia. Es el único camino para curar un mal que ha durado 23 años.

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