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Guard1anes Clausura 2021: Corte de caja

Jesús Humberto López ESPN

Por ahora, la tonalidad del campeonato se constriñe a dos colores: el azul celeste primero y después el amarillo.

Se viene la recta final del Guardianes Clausura 2021 de la Liga MX. Como es habitual, a aquellos que siguen el fútbol mexicano con especial fervor, y en muchos casos con religiosa devoción, les atrae enormemente juzgar lo que ha hecho o ha dejado de hacer particularmente su equipo favorito. Gustan de elucubrar con el futuro, con imaginarse todo aquello que podría ocurrir y hasta se atreven a predecir lo que sucederá al final del torneo.

Este ejercicio se generaliza con todos los equipos involucrados. Con aquellos que aspiran a lograr el título; con los que se asegura estarán en la Liguilla y con los que intentarán a toda costa evitar los muchos millones de pesos que tendrían que pagar como castigo a sus malos resultados. Personalmente, nunca he sido partidario de pronosticar y mucho menos de adivinar lo que sucederá en el mundo del fútbol, pero hoy me propongo verter algunos comentarios que espontáneamente me surgen de todo lo que hasta ahora he podido apreciar, aderezados de mis muy subjetivas especulaciones respecto a un probable futuro próximo cercano de un campeonato liguero mexicano que luego de 12 jornadas disputadas (con dos encuentros pendientes aun) ya nos ofrece sólidas, aunque no definitivas referencias, para intentar plantear los escenarios que pudieran apreciarse en la parte final de este torneo que afortunadamente ya ha visto el regreso de la afición en algunos estadios.

Para empezar, no quiero leerme como un aguafiestas pero recomendaría fervientemente a la afición cementera que se lo tome con mucha, muchísima calma. Indudablemente el Cruz Azul ha sido el equipo que mejor ha jugado hasta el momento. Su espectacular racha de 10 victorias consecutivas lo sitúan en el primerísimo lugar de la clasificación de manera indiscutible. Luego de su decepcionante y humillante eliminación en la más reciente semifinal ante Pumas y de haber arrancado con dos tropiezos el actual torneo, la Máquina Cementera luce sólida y contundente. Además, el entorno externo que ha rodeado a los de La Noria no ha afectado el ánimo de una institución que quiere romper más de 23 años de ayuno liguero y esto es muy importante.

Hoy por hoy, es el principal candidato al título pero no es la primera vez que tiene esa etiqueta y bien le valdría a las huestes de Juan Máximo Reynoso que no le den ninguna importancia ni a la racha ya referida ni al liderato general que actualmente poseen. Ni lo uno ni lo otro sirven para lograr el campeonato. No es momento de echar campanas al vuelo. Cruz Azul debería ya estar curado de espanto pero no dejan de empeñarse en sorprendernos con su capacidad de echar todo a perder en un segundo. Si logran por fin ratificar en la Liguilla lo que hasta el momento han exhibido en esta fase regular, no me cabe duda de que romperán los mil y un maleficios que le han acompañado en más de dos décadas. Reynoso sabe bien que tendrá el bravísimo reto de sostener, e incluso incrementar, el rendimiento futbolístico de los suyos, algo que ninguno de sus antecesores ha conseguido para levantar la copa.

El América de Santiago Solari es claramente el equipo que más se acerca a los números que acumulan los cruzazulinos. Dos unidades le separan del líder y aunque su fútbol aun no cuenta con el suficiente brillo como para enamorarse de él, ofrece una alentadora expectativa. Me ha sorprendido la capacidad de adaptación al fútbol mexicano del estratega argentino, así como de su encomiable perfil bajo que, como una de las características de su personalidad, le ha ayudado muchísimo para moverse tanto al interior como en el exterior de un equipo que siempre está rodeado de reflectores. El llamado “Indiecito” no tiene nada de polémico y se ha abocado en transformar a una escuadra que ha visto cómo le han cambiado el script desde la forma de entrenarse hasta la manera en que se alimenta. La plantilla entera ha llevado a la cancha toda una filosofía que poco a poco ha implantado el exjugador de River Plate y Real Madrid. Equilibrio entre la defensa y el ataque es el sello de la Águilas de hoy.

Vienen a continuación dos norteños.Santos Laguna y Rayados de Monterrey. Los de la Comarca Lagunera han logrado mantener el oficio que les ha inculcado el uruguayo Guillermo Almada. Me quedé con ganas de seguir disfrutando de su verticalidad el torneo anterior. Tenía la corazonada de que se convertirían en un protagonista en la Liguilla, pero a las primeras de cambio fueron eliminados en la Reclasificación. La revancha les ha sentado bien y hoy presumen un sólido tercer lugar que, de mantener su rendimiento actual, asegurarían su presencia en la reunión definitiva de los aspirantes al título. Cuenta con las condiciones suficientes para ser un dolor de cabeza para cualquier rival.

Pudiera decir casi lo mismo del Monterrey del “Vasco” Javier Aguirre, con la salvedad de que los Rayados han sido más irregulares y aun no han terminado por encajar el carácter del ex entrenador de la Selección Mexicana. Fuera de la goleada ante Bravos de Ciudad Juárez, el poder ofensivo de una de las plantillas más caras de todo el continente americano ha sido más bien escaso, pero por ahora les da para estar dentro de los primeros cuatro y con un partido pendiente ante Chivas, podrían alcanzar sin dificultad el obligado objetivo de clasificarse, al menos, a la Repesca.

Mis Diablos. Ay, mis Diablos. El Toluca tuvo un inicio positivo cimentado en sendos triunfos en el Nemesio Diez. Sumar de a tres en casa le permitió por un momento alcanzar el liderato general. Sin embargo, las derrotas consecutivas en patio ajeno ante Xolos y Cruz Azul evidenciaron la falsa fortaleza de una defensa que transformó Hernán Cristante para este torneo pero que dista mucho de ser verdaderamente efectiva. La virtud del equipo choricero es su poder ofensivo, son los mejores hasta ahora, y cuentan con el líder de goleo en la figura de Pedro Alexis Canelo. Recientemente perdieron su poder como locales al sumar tres partidos al hilo sin ganar. Creo que a mi Toluca le falta trabajar enormemente el aspecto emocional porque me da la impresión de que con muy poco, se han creído mucho.

El Atlas ha tenido un despertar impresionante. De iniciar con tres derrotas consecutivas, ha llegado a sumar ocho partidos sin perder, incluido el triunfo sobre la mesa ante el América. Los rojinegros de Diego Cocca han cerrado filas y están dispuestos a brindarnos un cierre de torneo muy intenso. Lo pueden conseguir si siguen jugando con el corazón por delante como en sus últimos juegos. Algo parecido he visto en el Puebla de Nicolás Larcamón. Su último encuentro ante el Toluca, en el que perdían 2-0 y con un hombre menos, lograron venir de atrás para empatarle hasta en tres ocasiones a los Diablos. La Franja exhibió unos tamaños tremendos para demostrar que pueden vencer a las adversidades. Si juegan con ese coraje que sabe que tienen y son constantes en su rendimiento, estoy seguro que sorprenderán a más de uno.

De media tabla para abajo hay equipos que no esperábamos encontrar aquí. El caso más claro es del actual campeón, la Fiera del León. Los de Nacho Ambriz padecieron una campeonitis aguda que los llevó muy cerca del fondo de la clasificación. Tres derrotas consecutivas hicieron prender las alarmas en los guanajuatenses, pero por fin lograron levantar cabeza tras ganarle al Necaxa, y por ahora son novenos de la tabla, por debajo de los Xolos de Tijuana que cayeron en un bache luego de un inicio prometedor. Los fronterizos tuvieron el acierto de regresar a Fidel Martínez y de contratar a Mauro Manotas, quienes con sus goles pueden abrigar esperanzas de colarse a la reclasificación.

Tigres, Pumas y Chivas son hasta ahora, la decepción del campeonato. Los de San Nicolás de los Garza suman cinco derrotas, tres de ellas en casa. Demasiadas para el flamante subcampeón del mundo. Le he visto en otras ocasiones inicios muy flojos, pero nunca como ahora. Tienen la obligación de cerrar el torneo de manera impecable.

Misma obligación tienen los Pumas de mejorar, y por mucho, su rendimiento. Recuerdo haber escrito aquí mismo varias semanas atrás que la afición auriazul tenía razones para volver a soñar con los universitarios, pero queda claro que me equivoqué. Andrés Lillini perdió el control de su equipo y le ha costado recuperar la confianza que los llevó a disputar el título del torneo anterior. Por otro lado, las Chivas del Guadalajara son un caso… ¿perdido? Enamorados del empate y con sólo dos victorias en el torneo, sufrieron la humillación de ser goleados en casa en el Clásico Nacional. El puesto de Víctor Manuel Vucetich está en entredicho. Su equipo no funciona a pesar de contar con jugadores de comprobada calidad pero de dudoso compromiso con el proyecto.

Gallos Blancos de Querétaro, Mazatlán, Tuzos del Pachuca y Atlético de San Luis, aunque mejor posicionados en la tabla que los tres arriba mencionados, han transitado igualmente en terrenos irregulares. El proyecto de Héctor “Pity” Altamirano recién comienza y necesita asentarse. El “Jefe” Tomás Boy ha batallado con sus morados del Pacífico Mexicano, particularmente cuando juegan fuera del Kraken. Y el Pachuca, el segundo equipo con más títulos en la historia de los torneos cortos, se ha quedado muy por debajo de las expectativas. Parecía que la guillotina caería sobre Paulo Pezzolano pero la nueva directiva hidalguense lo sostuvo contra viento y marea, y parece que eso lo revivió porque está recomponiendo el paso al sumar tres triunfos al hilo. Por su parte, los potosinos, que están por ahora fuera de la reclasificación, se olvidaron de ganar en las últimas cinco jornadas y si no recuperan pronto la memoria, se irán pronto a descansar este próximo verano.

Finalmente, los de abajo. Necaxa y Bravos de Ciudad Juárez. Ambos equipos decidieron despedir a sus entrenadores por la pésima campaña acumulada. Memo Vázquez y Poncho Sosa tendrán que asir la estafeta con muchas dificultades por delante pensando desde ahora en cómo podrán revertir los resultados para el siguiente torneo. La duda es saber qué equipo eludirá la última posición en la tabla.

Faltando cinco partidos por delante, seis en el caso de cuatro equipos, con 15 y 18 puntos por disputarse, al Guardianes Clausura 2021 le aguardan todavía muchas emociones. Los equipos que han hecho la tarea desde el inicio tendrán su segura recompensa al final. Para los que se han tirado a la hamaca, el consuelo que tienen es que la irregularidad del balompié mexicano podría concederles algunas chances, siempre y cuando reaccionen de inmediato. Por ahora, la tonalidad del campeonato se constriñe a dos colores: el azul celeste primero y después el amarillo. ¿Se incluirá algún otro al final? Ya lo veremos después de la fecha FIFA.