La Selección Mexicana de fútbol enfrentará esta noche a su similar de Guatemala en lo que será su segunda presentación en la Copa Oro. Más allá de saber como va a formar el equipo del Tata Martino y su rival de turno, la preocupación principal parece esar centrada en lo que pueda suceder en las tribunas con el consabido grito homofóbico que no se ha podido erradicar.
“El grito homofóbico ha pasado de las tribunas a las autoridades del futbol mexicano y hoy, esta mutando de forma siniestra y peligrosa”, comenzó diciendo David Faitelson en uno de los segmentos que forman parte del podcast ‘La Mirada de Faitelson’ de este miércoles, reconociendo que el mismo baja desde “un cierto sector de aficionados en la tribuna mexicana, pero que ya se hizo patente en la Copa Oro y que se ha transformado en una prioridad para los dirigentes mexicanos”.
Luego de reconocer que cuando se lo escuchó por primera vez "el grito intentaba ser inofensivo y hasta chistoso", Faitelson admitió que más tarde “se ha transformado en una ofensa, ha mutó en una amenaza y más tarde parece ser un reto y hasta un chantaje. De ser un “grito” generado en la mala educación, ha tomado un camino diferente y hoy es una muestra también de como las autoridades fallan en su proceder, dejándolo crecer por actuar tardíamente. Detrás de cada grito cuando el portero rival efectúa un saque de meta, retumban las declaraciones del entonces presidente de la Federación, Justino Compeán, cuando dijo “es parte de nuestra cultura y no le hace daño a nadie”.
“Cuidado, mucho cuidado si este ya famoso aunque nunca célebre grito se transforma en un grito de reclamo, de lucha o de justicia y tergiversa la realidad de su naturaleza. Yo no espero que un grupo de aficionados maleducados terminen siendo mártires y casi héroes, pero no me está gustando el rumbo que va tomando la situación. La realidad es que se ha convertido en un grito casi desesperado de las autoridades futbolísticas mexicanas”, enfatizó el conductor del podcast.
Por otra parte, David Faitelson le dedicó palabras al actual presidente de la Federación, Yon De Luisa, sosteniendo que “por momentos se lo nota preocupado y hasta desencajado, porque sabe que su preocupación pasa por mantener al Tri como un negocio atractivo y empujarlo el plano deportivo para que pueda dar el paso adelante que lo deposite en el siguiente nivel competitivo”.
"Encima de todo, tiene a la FIFA sobre su yogular presionando y recordándole que en el 2026 estarán realizando un mundial juntos y que de ninguna manera pueden permitir que en las tribunas existan expresiones de orden racial u homofóbicas” expresó Faitelson, para reconocer además que los tiempos sociales y económicos en los que vive México “son complejos” y que la polarización que han generado las redes sociales, tampoco actúan a favor de que el grito pueda desaparecer prontamente.
El técnico de la selección señaló que es imposible hacer más campañas y mensajes, que es cuestión de la tribuna.
El conductor de ‘La Mirada de Faitelson’ no dudó en afirmar que “el fútbol no está al margen de las transformaciones que se dan en la sociedad, sino que es parte integral de ellas. El grito tiene origen en la falta de educación, pero hoy ha degenerado hacia otros intereses y puede mutar hacia una expresión de reclamo”.
Faitelson explicó luego que lo mejor que puede pasar para los intereses del fútbol mexicano, “es que el grito no mute y se quede en una simple cuestión de formación, de educación, porque entonces pueden existir remedios para prevenir que esto se agigante. Pero si se convierte en un reclamo por ciertas cosas que suceden en la competencia local, el problema será más grave y pesada para los intereses del juego”.
Finalmente, cerró el segmento con una afirmación contundente. “El grito homofóbico se ha transformado hoy en uno grito desesperado para las autoridades. Ha mutado y, nos guste o no reconocerlo, es muy peligroso en los tiempos sociales y políticos que México vive como país”, remató.
Nota: la edición completa de 'La Mirada de Faitelson' incluye la opinión de David sobre lo que pierde el Tri sin Hirving Lozano, y sobre el verdadero desafío de los atletas en los Juegos Olímpicos.